Número-343
- La presidenta de la Comisión de Seguimiento a los hechos ocurridos en Nochixtlán, senadora Mariana Gómez del Campo, llama a autoridades y maestros a evitar la violencia.
- El Defensor de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca denunció que la Policía Federal impidió al personal médico de la localidad que diera atención a los heridos.
La presidenta de la Comisión de Seguimiento a los Hechos Ocurridos en Nochixtlán, Oaxaca, el 19 de junio de 2016, senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, reprobó la violencia que ha ocurrido en días recientes en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. “No queremos más agresiones ni contra la población civil, ni como ocurrió, contra autoridades de San Juan Chamula o lo ocurrido también en diferentes municipios este fin de semana”, dijo.
Hizo un llamado a las autoridades y a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para evitar que las manifestaciones afecten a la población y al suministro de alimentos y medicinas.
Informó que la Comisión se ha reunido con autoridades estatales, con el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); tiende puentes con autoridades federales y ha recibido informes de ocho entidades distintas. “Gracias a estos encuentros, a estos informes, hemos podido confirmar que se cometieron graves violaciones a derechos humanos, delitos como lesiones; y lo peor de todo, que ocho personas hayan perdido la vida”, indicó.
La legisladora pidió formalmente al Defensor de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, que sea “el enlace con las familias de las víctimas y lesionados para que podamos reunirnos con ellos; y también la colaboración de la Defensoría para establecer las condiciones para la visita de esta Comisión a Nochixtlán, con el propósito de escuchar a la comunidad”.
Peimbert Calvo dio a conocer que el día de los sucesos referidos, donde perdieron la vida ocho personas, la Policía Federal no observó el “uso legítimo, proporcional y racional de la fuerza pública”.
Consideró muy importante conocer cuáles fueron los objetivos de la corporación, “porque si el objetivo era única y exclusivamente lograr el desbloqueo, este objetivo se logró aproximadamente a los 15 minutos de haber incursionado” en Nochixtlán.
Además, destacó que en el operativo también participó la policía estatal de Oaxaca y elementos de la Gendarmería Nacional. En ese sentido, sostuvo ante diputados federales y senadores, integrantes de la comisión, que “a decir de los diferentes testimonios, la Gendarmería participa en la etapa final; llega más bien como en refuerzo a los otros cuerpos policiacos que han participado anteriormente”.
Reportó además que luego del operativo “en uno de estos hospitales la Policía Federal toma control del hospital y le impide al personal médico que atienda a población civil, le prohíbe que atienda a población civil y esto nos parece muy grave”. Aseveró que “ni en estado de guerra se ven este tipo de problemas”.
En otros casos fueron acosados, porque se les pidió su declaración cuando eran atendidos y percibieron una actitud inquisitoria, sin saber si quienes los interrogaban pertenecían a la fiscalía local o alguna otra institución. Días después, hostigaron a las víctimas en sus domicilios.
“La información la tenemos por parte de los médicos del hospital, es el hospital comunitario. Tenemos los testimonios”. La gente prefirió saliste de los hospitales para esconderse, sostuvo.
A su vez, el Defensor de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, informó que tienen registrados198 heridos, 155 son civiles y 43 policías; de estos, 84 por disparos de arma de fuego. Los muertos relacionados con el enfrentamiento del 19 de junio son ocho: siete por impacto de bala, uno por explosión y un anciano campesino que fue “golpeado brutalmente” por la policía, en la caseta de Huitzo.
Arturo Peimbert indicó que la “violación grave de derechos humanos que se vivió en Nochixtlán” está relacionada con una serie de violaciones a derechos humanos que se han observado de manera histórica y que requieren ser dadas a conocer, para evitar que se repitan y para lograr la reparación del daño.
Los sucesos de Nochixtlán, añadió, dejaron marcada a la población, al igual que a los niños, quienes han recibido atención psicológica, pero son insuficientes los recursos humanos, pero advirtió que requieren atención inmediata, ya que son “verdaderamente dramáticos sus testimonios”.
A las autoridades se les ha dificultado contar con cifras reales de los lesionados ya que “hay un temor importantísimo por la población lesionada a ser criminalizados”, manifestó.
Comentó que la Fiscalía estatal de Oaxaca no respondió la solicitud de información sobre la implementación de estos operativos, ni de las diligencias hechas al respecto. En días recientes, contestó que la Procuraduría General de la República ejerció su facultad de atracción de forma inmediata, aun cuando ésta en realidad se realizó el día seis de julio.
En su turno, el senador Fidel Demédicis Hidalgo, del Grupo Parlamentario del PRD, dijo que las cifras sobre los heridos no cuadran, pues el gobierno de Oaxaca dice que son 109, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos 102 y ahora la información que se tiene es que fueron 198, de los cuales 155 son civiles y 43 policías.
Consideró pertinente que se realice un inventario exacto y que las autoridades, con presencia de senadores, “pudieran hacer un censo muy exacto de cuántas personas son las que fueron victimadas para que puedan ser resarcidas en su patrimonio y en su parte psicológica”.
Por otro lado, cuestionó el papel de la policía para evitar que los heridos fueran atendidos; “yo si quisiera conocer los oficios y todos los testimonios muy exactos, incluso entrevistarme con las personas que le dijeron que esta situación se dio, porque hasta en las guerras se guardan protocolos”.
La senadora Hilaria Domínguez Arvizu, del Grupo Parlamentario del PRI, subrayó: “lo que me es disgusta cuando se manejan cosas muy frívolas, muy sesgadas, en un defensor como es el señor Arturo Peimbert, titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del pueblo de Oaxaca”.
Me preocupa --subrayó-- que diga: “en la atención médica de los enfermos hubo policías, gente que los estuvo presionando y que por ese temor no fueron atendidos”. Eso es muy grave y “ojalá, el señor tenga testimonios, porque si no los tiene –verbales o por escrito– sería muy grave que una gente de derechos humanos maneje cosas inciertas”.
La legisladora solicitó la lista con los nombres de los heridos y dónde son atendidos, además le pidió testimonios o algún documental de los niños, “porque una cosa es que le hayan platicado y que lo dé por hecho, y otra cosa es que lo haya vivido él”.
La diputada del PRI, Mariana Benítez Tiburcio, expresó su preocupación, debido a que pareciera que la defensoría está invadiendo el área de competencia de la CNDH, dado que ésta última atrajo las investigaciones del caso.
No sabemos si su relato es una suposición personal de lo que le han contado sus compañeros y colegas o es ya una conclusión oficial; y eso también me preocupa porque la defensoría estaría cometiendo una irregularidad, ya que estamos esperando a que la CNDH pueda hacer su trabajo, apuntó.
A su vez, el diputado Virgilio Caballero, del Grupo Parlamentario de Morena, señaló que la información que proporciona el Defensor de los Derechos Humanos de Oaxaca, indica que se trata de una agresión “gravísima de la Policía Federal y del gobierno federal” contra el pueblo de ese estado.
La Policía Federal tiene un mando, que es Miguel Ángel Osorio Chong, y él deberíamos tenerlo muy pronto aquí, sentado, preguntándole por qué mando a la Policía Federal a Nochixtlán, atajó.
La diputada Jorgina Gaxiola Lezama, del PVEM, comentó que también hay pruebas de que la gente salió a atacar a los policías con cohetones, piedras, bombas molotov, “usted dijo que hubo detonaciones de armas de fuego que encontraron artefactos que generaron esquirlas ¿y eso de quienes eran, de la policía? sabemos que no, sabemos que la población desafortunadamente también participó en contra de la policía”.
El diputado Rene Cervera García, de Movimiento Ciudadano, expresó que Arturo Peimbert dio una exposición “muy valiente”, independientemente de que pueda tener juicios de valor o interpretaciones. Es su impresión, es lo que está investigando y es lo que trae en las manos, consideró.
Para el diputado Omar Ortega Álvarez, del PRD, no se puede descalificar la participación de las personas que son invitadas por esta Comisión y sería un error que, de cierta manera, los legisladores hagan juicios de valor sobre la pertinencia o veracidad las exposiciones de los invitados.
En sus respuestas, Arturo Peimbert precisó que “en el tema tan delicado”, donde la policía impide que se dé acceso a la salud a los civiles, se tiene registrado tanto por testimoniales de víctimas, como de instituciones, los cuales hacen referencia “de esta gravísima situación”.
No obstante, se negó a informar que hospital o institución dio ese testimonio por razones de seguridad de las personas que laboran en ella. No estamos en capacidades de informar exactamente qué clínica fue; pero este expediente va a ser remitido, aseveró. Textualmente, agregó, el documento dice que la policía les pidió que se les negara atención médica a maestros y civiles.
Dejó en claro que la defensoría en este caso no puede realizar recomendaciones porque ya hay un ejercicio de atracción por parte de la CNDH, “pero sí nos pronunciaremos”. Tenemos la información de las víctimas y nosotros, en nuestra vocación, le creemos a las víctimas. Hay que darle valor a su testimonio y hacer todo lo que sea necesario para que tengan los cajones instituciones donde puedan ser escuchados y atendidos.
Mencionó que se ha intentado, de manera importante, conseguir también la versión de las instituciones, pero ha sido difícil y en algunos casos imposible.
Refirió: “mientras nosotros estamos platicando aquí, siguen existiendo acciones de intimidación hacia la gente de Nochixtlán, por parte de actores que no son “identificables”. Por ello, es muy importante que privilegiemos a las víctimas, enfatizó Arturo Peimbert.