Número-158

  • Presentan en el Senado de la República Encuesta Nacional de Corrupción y Cultura de la Legalidad.
  • El estudio revela que mayoría de la población considera que este problema es muy difícil de erradicar y que se agravará en los próximos cinco años.

 

En México existe un rechazo generalizado a la corrupción, pero la mayoría de la población considera que es muy difícil de erradicar y que se agravará en los próximos cinco años, así lo reveló la Encuesta Nacional de Corrupción y Cultura de la Legalidad, que se presentó este miércoles en el Senado de la República, en coordinación con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

De acuerdo con el estudio, precisó la investigadora María Marván Laborde, los ciudadanos tienen claro que éste es uno de los principales problemas de México. Sin embrago, 60 por ciento de los entrevistados respondió que terminar con la corrupción en nuestro país “es muy difícil”, es decir, que “no tenemos remedio”.

 

Marván Laborde, quien es una de las autoras de la Encuesta, expresó que según los resultados del documento “nadie espera que esto vaya a mejorar” y esta desesperanza debería de ser un motivo de preocupación y el impulso para establecer un nuevo marco normativo y una nueva aproximación al flagelo de la corrupción sistémica que se tiene que revertir.

 

Dijo que en opinión de la mayoría de los encuestados, los primeros actos de corrupción se realizan en el gobierno, pero también se señalan este tipo de conductas en los partidos políticos. En contraste, parece que en el sector privado no hubiera este tipo de problemas.

 

La investigadora concluyó que se trata de una preocupación fundamental entre los mexicanos, pero “no pensamos que la solución está nosotros sino en otros, lo cual hace mucho más difícil combatirla”, es un fenómeno muy extendido y hay muy poca esperanza de que esto mejore.

 

Estos datos, enfatizó, nos pueden dar pistas para pensar el Sistema Nacional Anticorrupción desde la perspectiva de que no es un fenómeno aislado sino una cuestión sistémica.

 

A su vez, Eduardo Bohórquez López, director general de Transparencia Mexicana, expresó: “no crean que no ha costado trabajo discutir en el Senado o en la Cámara de Diputados este asunto sólo porque haya perspectivas encontradas, sino porque es un asunto realmente complejo”.

 

En otras palabras, agregó, “le estamos dando la vuelta a un régimen que construimos desde el México post-revolucionario para generar estabilidad política, “que terminamos comprando, entregando fortunas para que otros se apaciguaran en los estados del país”.

 

Pero ahora, dijo, estamos en un momento de control democrático y de rendición de cuentas y en ese sentido “necesitamos otros tipo de infraestructura institucional para gobernar al país”.

 

Fabiola Navarro Luna, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, destacó que nueve de cada 10 mexicanos encuestados opina que existe corrupción, pero siete cada 10 negaron haber sufrido o padecido algún acto de corrupción en el último año y esto representa una contradicción.

 

Dijo que la corrupción no un problema exclusivo de un gobierno, lugar o periodo de tiempo específico, sino que se presenta en todo el mundo y en todas las épocas.

 

Además, subrayó que otros de los hallazgos de la encuesta es que “la corrupción tienen más víctimas que autores: la gente dice que si ha participado en actos de este tipo generalmente es porque ha sido extorsionada, es decir que hay más extorsiones que sobornos”.

 

En su turno, Alejandro Concha Cantú, director de la Revista Reforma Judicial, señaló que existe un diagnóstico claro: la corrupción es un problema gravísimo, presente en la realidad y conciencia de los mexicanos.

 

La Encuesta Nacional de Corrupción y Cultura de la Legalidad, “La corrupción en México: percepción, prácticas y sentido ético”, se presentó como parte de la colección “Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales.