Número-1671

  • A través de este instrumento bilateral ambos países podrán designar cualquier número de aerolíneas para la operación del transporte aéreo internacional.
  • Los legisladores coincidieron en que, a través de este instrumento, se impulsa la conectividad del país para facilitar el flujo de productos, servicios y el tránsito de personas.

 

El Pleno del Senado de la República aprobó con 81 votos a favor, 4 en contra y 2 abstenciones, el dictamen que contiene el Acuerdo sobre Transporte Aéreo entre México y Estados Unidos, firmado por el Presidente de la República en Washington, el pasado 18 de diciembre de 2015.

 

A través de este instrumento bilateral ambos países podrán designar cualquier número de aerolíneas para la operación del transporte aéreo internacional, tanto de pasajeros como de carga, sin que existan restricciones en el número de frecuencias, capacidad y tipos de aeronaves.

Asimismo, prohíbe limitar unilateralmente el volumen de tráfico, la frecuencia o regularidad del servicio, los tipos de aeronaves operadas por las líneas aéreas de cada país, excepto cuando se requiera por razones aduaneras, técnicas, operativas o ambientales.

También se precisa que las líneas aéreas designadas por cada uno de los países podrán efectuar vuelos a través del territorio del otro país sin aterrizar; efectuar escalas en el territorio de la otra parte para fines no comerciales, y efectuar escalas en los puntos de las rutas acordadas conjuntamente por las autoridades aeronáuticas de ambos países, en el entendido de que se prohíbe expresamente el cabotaje.

El documento también prevé una serie de oportunidades comerciales para las aerolíneas, entre las cuales está la prestación de servicios intermodales, permitiendo realizar el transporte terrestre de carga.

Al fundamentar el documento, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, Marcela Guerra Castillo, dijo que este acuerdo incluye la perspectiva de mejorar la conectividad del país para facilitar el flujo de productos, servicios y el tránsito de personas de manera ágil, eficiente y a bajo costo.

 

Explicó que el acuerdo posibilitará el incremento de alternativas para los usuarios del servicio aéreo internacional, y amplía los espacios de participación de las aerolíneas nacionales, para que vuelen a cualquier ciudad de ambos países.

 

La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Gabriela Cuevas Barron, aseguró que modernizar a la industria aérea nacional, a la par de mejorar los servicios en beneficio de los millones de usuarios, es el principal objetivo de la ratificación de este acuerdo.

 

 

Sienta las bases para que ambos países generen mejores condiciones en el transporte aéreo, ya que aumenta el flujo de pasajeros, la conectividad, los destinos y frecuencias y el crecimiento del transporte de carga, así como el turismo.

 

Por su parte, el presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, Javier Lozano Alarcón, destacó que este acuerdo permitirá ampliar la oferta de líneas aéreas entre Estados Unidos y México y las libertades para volar entre ambos países, “pues a mayor competencia, mejores servicios y tarifas para los consumidores”.

 

Este acuerdo no contempla el cabotaje, ya que podría ser ruinoso para la industria nacional, advirtió el legislador.

 

El senador Gerardo Flores Ramírez, del Grupo Parlamentario del PVEM, detalló que los beneficios se verán reflejados en una mayor oferta de asientos, mejor servicio y horarios de vuelos para las rutas con destinos de Estados Unidos, mayor conectividad y mejores tarifas para los usuarios de servicios aéreos transfronterizos y domésticos.

Del Grupo Parlamentario del PT, la senadora Ana Guevara Espinosa, dijo que si bien es un acuerdo que traerá beneficios económicos, es necesario revisar protocolos, recursos humanos, eficiencia e infraestructura del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues será la puerta de entrada de una gran cantidad de pasajeros.

En contraposición, el coordinador del Grupo Parlamentario del PT, Manuel Bartlett Díaz, sostuvo que con la apertura de cielos a una de las flotas más importantes del mundo, México perderá la posibilidad de contar con una aviación comercial propia.

La senadora Angélica de la Peña, del Grupo Parlamentario del PRD, expuso por su parte que este acuerdo beneficiará a las aerolíneas mexicanas, pues tendrán la oportunidad de crecimiento al establecer conexión a otras partes del mundo desde Estados Unidos, en un terreno de igualdad con las empresas estadounidenses.

 

El senador del Grupo Parlamentario del PRI, Raúl Aarón Pozos Lanz, sostuvo que no es una nueva política de cielos abiertos, no se van a generar condiciones de inseguridad laboral para los trabajadores de la industria aérea nacional. Dará, dijo el legislador, certeza a las aerolíneas, mejores tarifas, mayor inversión y habrá más competitividad, productividad y empleo.

La senadora del Grupo Parlamentario del PT, Layda Sansores San Román, sostuvo que este tipo de acuerdos bilaterales preocupan, debido a que va a permitirán que ambos países operen rutas entre sus ciudades sin límites, pero México tiene la desventaja de tener sólo 350 aviones comerciales contra los siete mil de los Estados Unidos.

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