Número-1611

 

  • Laboratorios deben “cerrar filas” para que la población tenga acceso a fármacos de última generación
  • Consejo de Salubridad General apunta que hay avances para hacer realidad la universalidad de la salud
 
 
 
En medio de la crisis económica, nacional y global, los precios de los medicamentos registran procesos complicados que los hacen más caros e inaccesibles, por lo que México requiere adoptar herramientas económicas que le permitan garantizar el abasto de fármacos a toda la población, apuntó el presidente de la Comisión de Salud, Francisco Salvador López Brito.
 
 
 
“Para un gobierno como México, que sin querer justificarlo, pasa  realmente por situaciones en el ámbito internacional y nacional difíciles,  es  muy  importante utilizar criterios económicos que sirvan precisamente para tener acceso a los mejores medicamentos,  que lamentablemente son los más caros”, subrayó López Brito al inaugurar  del Seminario ISPOR Capítulo México.
 
 
 
Esto incluye, enfatizó, hacer adquisiciones de manera más transparente, lo que actualmente resulta básico, pues “ante la pobreza y falta de disponibilidad de recursos,  debemos ser muy cuidadosos, el pueblo de México está muy atento a que todos los procesos administrativos se den bajo principios éticos y de combate a la corrupción, y en el tema de salud es criminal que se haga mal uso de los recursos”.
 
 
 
El legislador por el Grupo Parlamentario del PAN apuntó que dentro del complicado proceso de costos de la farmacopea, se ha establecido que “ni todos los medicamentos más caros son los mejores, ni los más baratos son los peores, por lo que es necesario utilizar las herramientas económicas que permitan establecer equilibrios” en el abasto al Sector Salud. 
 
 
 
La necesidad de hacer uso de herramientas, como la fármaco-economía, precisó, es más evidente en el tratamiento para enfermedades como la fibrosis quística, cáncer, hepatitis, diabetes, que requieren de  medicamentos de nueva generación, cuyos precios llegan a ser superiores a los 30 mil pesos.
 
 
 
Ante ello, enfatizó, “el factor de subsidiariedad y solidaridad que debe tener el gobierno con la población, con miras a alcanzar la  universalidad de la salud,  sólo será posible si se asumen procesos administrativos que permitan  hacer las mejores compras, con los recursos con los que se cuenta”.
 
 
 
El senador López Brito apuntó que ello implica la corresponsabilidad de la industria farmacéutica, pues si bien se entiende que existe una gran inversión en investigaciones, en los hechos “los laboratorios deben cerrar filas para que haya la disponibilidad de estos medicamentos”.
 
 
 
Destacó que esto es en beneficio de la población en general, pues los altos costos afectan todos los ingresos, comentó, pues  considerándose que una enfermedad crónica puede requerir de una medicina con un costo de decenas de miles de pesos, resulta inaccesible incluso para alguien que goce de un sueldo de senador.
 
 
 
Refirió que en México ya se aplica la fármaco-economía para la inclusión de medicamentos en el Sector Salud, lo que ha permitido fortalecer las adquisiciones con datos objetivos y transparentes,  lo que ha permitido avanzar en mejores compras no sólo en cuanto a precio, sino también respecto a la eficacia de los fármacos.
 
 
 
En lo anterior coincidió la directora de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Consejo de Salubridad General, Jimena Morales Ayala, quien aseguró que se ha logrado avanzar en la optimización de recursos  para cumplir con el mandato constitucional de garantizar el derecho a la salud.
 
 
 
“Sabemos que son esfuerzos incipientes, se busca que en algún momento se consolide el Sistema Nacional de Salud, en beneficio de toda la población”, subrayó.
 
 
 
La directora de Educación Continua de ISPOR-México,  Gabriela Andrea  Luna Ruiz, se pronunció porque impulsar un eco social que permita poner en el centro  de atención a los pacientes,  así como las posturas de la industria farmacéutica y la academia,
 
 
 
“El objetivo es proporcionar calidad de vida, pretendemos abrir un  paraguas amplio para cubrir nuestros intereses,  pero aportar herramientas nuevas a la política  y toma de decisiones y colocar los recursos donde sean más necesarios y eficientes”.
 
 
 
Reconoció que ello conlleva el riesgo de costos sociales, porque no hay una abundancia ilimitada de recursos para atender todo tipo de enfermedades o perfiles de pacientes; sin embargo, conocer un costo de oportunidad para algunos grupos, representa un alto beneficio social.
 
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