Número- 1403
- La iniciativa del senador Jorge Aréchiga propone impedir el arribo y descarga de aletas de esa especie, cuyos cuerpos no se encuentren a bordo de la embarcación.
- Se deben ofrecer alternativas económicas a las personas que se dedican a la pesca de tiburones antes de hacer más rígida la ley.
Senadores, especialistas, funcionarios y representantes de organizaciones civiles sostuvieron una reunión de trabajo para analizar la factibilidad de la iniciativa que busca prohibir la práctica del “aleteo” de tiburón --es decir, cortar las aletas de un tiburón en el mar y desechar el resto en el agua-- así como impedir el arribo y descarga de aletas, cuyos cuerpos correspondientes no se encuentren a bordo de la embarcación.
El senador Ernesto Ruffo Appel, presidente de la Comisión de Pesca y Acuacultura, dijo que el “aleteo” es un tema polémico, por lo que es importante conocer los distintos puntos de vista para evaluar la iniciativa en materia para la protección y sustentabilidad del tiburón en el país
Indicó que en este asunto es fundamental conocer cómo reglamentar la operación pesquera, pues ésta es compleja y hay distintas fases de producción que incorporan o desincorporan partes del tiburón, y tienen un manejo que a veces hace difícil el análisis por la multiplicidad de intereses alrededor del tema.
El senador Jorge Aréchiga Ávila, autor de la iniciativa, explicó que el objetivo de su propuesta es fortalecer los instrumentos legales vigentes en beneficio de esta especie, a través de la prohibición del arribo y carga de aletas de tiburón, cualquiera que sea la especie, y cuyos cuerpos no se encuentren dentro de la embarcación.
Consideró que estas medidas contribuirán a la utilización integral de la especie, a mantener el equilibrio ecológico de los recursos marinos y lograr su aprovechamiento sustentable. Este encuentro, agregó, aportará los elementos claves para construir una reforma completa y dar una certeza jurídica a los pescadores sobre las actividades que merecen una sanción respecto al aprovechamiento ilegal del tiburón.
Óscar Sosa Nishizaki, responsable del Laboratorio de Ecología Pesquera, señaló que México no es un productor importante de aletas de tiburón, pues sólo aporta unas 200 toneladas al año de las casi 500 mil que se han producido a nivel mundial, según lo demuestran datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Recordó que desde 1999 la FAO estableció planes de acción a nivel internacional y regional para preservar las distintas especies de tiburón; además, actualmente impulsa estrategias para evitar la práctica del aleteo.
En su turno, David Corro Espinosa, coordinador del Programa de Pelágicos Mayores del Pacífico, opinó que no se puede proponer una normatividad más rígida, si no se les dan alternativas económicas a los productores sobre todo a los ribereños.
Ejemplificó que, solamente en Sinaloa, hay más de 20 mil familias que en una parte del año dependen de los ingresos obtenidos por la pesca de tiburón, por lo que es importante ofrecerles alternativas como servicios ecoturísticos y construcción de infraestructura
Jorge Luis Oviedo Pérez, responsable del Programa Tiburón del CRIP Veracruz, aseguró que ni en el Golfo de México ni en la región del Caribe mexicano se capturan tiburones para el uso exclusivo de sus aletas, sino que se utiliza íntegramente todo el cuerpo de esta especie.
José de Jesús Dosal Cruz, subdirector de normalización de Pesca de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, informó que hay acciones permanentes contra la pesca furtiva, pero reconoció que se da la pesca incidental de tiburones en algunas pesquerías, aunque de forma limitada.
A su vez, Alejandro Olivera Bonilla, de la organización Center for Biological Diversity, propuso que se establezca en la ley la prohibición del “aleteo” de tiburón de cualquier especie en aguas jurisdiccionales y el desprendimiento de forma parcial o total de cualquiera de las aletas al momento de la captura.
Del mismo modo, planteó que se prohíba la importación de aletas de tiburón, sin que se demuestre por medio de una certificación de las autoridades correspondientes del país de origen que no son producto de la práctica de aleteo.
También, sugirió que se prohíba para cualquier persona moral o física el procesamiento o embarcación de los productos derivados de esta práctica.
Por último, Eduardo Nájera Hillman, de la organización Costa Salvaje, señaló que hay un problema en la producción pesquera del tiburón que ha afectado su abundancia en aguas mexicanas.
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