Número- 1453       

  • En el rubro “Auditorías realizadas a adquisiciones, contrataciones o inversiones” señala que cumplen la norma pero que no representan las mejores condiciones para el Estado.
  • También se detectaron prácticas irregulares por parte de proveedores subcontratados, así como las dependencias y entidades contratantes.

El Senado de la República recibió de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) el Informe General de la Cuenta Pública correspondiente a 2014, con conclusiones obtenidas a partir de la auditoría sobre beneficiarios de programas sociales, adquisiciones, contrataciones e inversiones; así como el reto ante la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción.

En el rubro “Auditorías realizadas a adquisiciones, contrataciones o inversiones” señala que cumplen la norma pero que no representan las mejores condiciones para el Estado; en total la ASF realizó 652 auditorías vinculadas, de ellas: 27 de cumplimiento financiero, 1 de desempeño, 11 sobre tecnologías de la información y 613 al gasto federalizado.

Detalla que la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público (LAASSP) y la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas (LOPSRM) son los principales instrumentos que regulan esta clase de operaciones; no obstante, en algunos casos, pese a que se cumple con tales disposiciones normativas, los contratos que se celebran no implican un beneficio neto para el Estado.

Hay dos elementos que propician la existencia de riesgos en los procesos de adquisición: el primero, cuando la entidad a la que se adjudican los contratos no posee capacidad técnica para cumplir con la responsabilidad adquirida; el segundo, que se exceda el límite permitido de subcontratación: 49 por ciento, de acuerdo al Reglamento de la LAASSP y de la LOPSRM.

Así, los niveles altos de subcontratación no están sujetos a las medidas de control que se establecen en un proceso licitatorio y, por ende, se propician incentivos para actuar con discrecionalidad.

Se han detectado prácticas irregulares por parte de proveedores subcontratados, así como las dependencias y entidades contratantes. Los problemas identificados en distintos casos son: subcontratación al 100 por ciento, sobreprecios, pruebas insuficientes de la realización de trabajos contratados y proveedores comunes.

En cuanto a los beneficiarios de programas sociales, la ASF realizó 31 auditorías y una serie de recomendaciones para integrar un padrón, entre las que se encuentran: contar con la posibilidad de comprobar que los datos corresponden exclusivamente a los integrantes del grupo objetivo; actualización sistemática, oportuna y continua; compatibilidad con otros padrones que permitan hacer cruces e identificar duplicidades.

Además, el padrón debe permitir identificar, en cualquier momento, quién recibe el apoyo, qué le fue dado, a cuánto ascendió —en el caso de apoyos económicos—, y cómo, cuándo y dónde le fue entregado; y medidas para la custodia de los padrones y el aseguramiento de la información y datos personales.

Por otra parte, el informe señala que una modificación tan considerable como la que se deriva del surgimiento del Sistema Nacional Anticorrupción implica serios desafíos para la ASF en materia presupuestaria y organizacional; en tanto que el universo auditable se amplía considerablemente debido a la inclusión de las participaciones federales, la fiscalización de los ejercicios en curso y anteriores, así como el papel de la ASF en el Comité Coordinador del Sistema su contribución directa como miembro del Consejo Nacional del Sistema Nacional de Transparencia (SNT).

En este contexto, advierte, existe el riesgo de que la labor de la ASF se parametrice en función del número de sanciones administrativas y penales que se deriven de sus revisiones. En otras palabras, es probable que los indicadores de éxito del Sistema erróneamente se sesguen hacia el ámbito correctivo.

Finalmente, se refiere al proyecto de la construcción, en dos etapas, de una sede única para la institución. La primera —ya concluida— abarcó las obras preliminares, trabajos de excavación, cimentación y construcción de la estructura de quince niveles de uso, a base de columnas, vigas de acero, con lozas de entrepiso de concreto armado, obras inducidas, obras exteriores, escaleras, muros y columnas.

La segunda etapa, actualmente en desarrollo, consiste en la ejecución de la obra civil, instalaciones y acabados. Además, la ASF ha puesto a disposición de la ciudadanía un micrositio en internet (www. asf.gob.mx) para que se tenga acceso a toda la información vinculada con la construcción, incluyendo contratos, actas, datos sobre contratistas y asistencia técnica, estatus del avance físico financiero, programa de ejecución de la obra, fotografías y videos.

El informe fue remitido a la Biblioteca del senado y la Mesa Directiva dio la instrucción de distribuir copias entre los senadores.

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