Número- 1441

  • Se estima que en México el 37.26 por ciento de los alimentos producidos se pierden o desperdician.
  • Busca que los alimentos se donen a la asistencia social.

El senador Luis Humberto Fernández Fuentes, del Grupo Parlamentario del PRD, propuso reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley General de Salud en materia de control y aprovechamiento de las pérdidas alimentarias que producen las personas físicas y morales que elaboran, fabrican, procesan, transportan, distribuyen, comercializan y almacenan alimentos.

Se pretende que los alimentos desaprovechados sean donados a la asistencia social, quienes se encargarán de distribuirlos a personas con alta vulnerabilidad social y pobreza alimentaria, detalló.

El legislador perredista explicó que se trata de inhibir, prohibir y sancionar a toda persona física o moral que se encuentren en la industria alimentaria, a tirar o destruir los alimentos que sean desaprovechados en cualquiera de las etapas del proceso desde su cosecha o elaboración hasta su almacenaje, transportación y comercialización en su lugar.

La propuesta, subrayó, prevé sancionar con multa hasta dos mil veces la Unidad de Medida Actualizada, a la persona física o moral de la industria de alimentos que tire o destruya las pérdidas alimentarias.

Además, plantea que el Sistema Nacional de Salud tendrá como objetivo coadyuvar a abatir la subalimentación y pobreza alimentaria en el país. Asimismo, incluye la participación de la comunidad en los servicios de salud para la coordinación, evaluación y seguimiento, así como la incorporación de organizaciones de asistencia social, en tareas banco de alimentos, cuyo abastecimiento es otorgado por donación de personas físicas o morales que se desempeñen en la industria alimentaria.

Por otra parte, precisa que la Secretaría de Salud estará encargada de abatir la pobreza alimentaria y la subalimentación, coordinando programas y planes que coadyuven al aprovechamiento de las pérdidas alimentarias, así como sancionar a toda persona física o moral que se encuentre inmerso en la industria alimentaria, que tire o destruya las pérdidas y excedentes alimentarios.

El senador Fernández Fuentes destacó que se estima que en el país 37.26 por ciento de los alimentos producidos se pierden o desperdician, con los cuales se podrían alimentar 7.4 millones de personas en pobreza extrema e inseguridad alimentaria.

Al año, dijo, se desperdicia el 57 por ciento de la leche de vaca; 29 por ciento de las tortillas, 45 por ciento del pan, 39 por ciento de la carne de pollo y 37 por ciento de los huevos. La Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA) destacó que cada año el campo mexicano produce 31.4 millones de toneladas de alimento, de los cuales 6.3 millones se desperdician.

Asimismo subrayó que durante más de tres décadas el abasto y distribución de alimentos han sido temas menores que se inscribieron marginalmente en los programas de política social.

No obstante aseguró que frente a presiones que van desde el desempleo, el incremento de la violencia, la corrupción, el narcotráfico, el cambio climático, la falta de crecimiento económico, la violación a los derechos humanos, entre otros, el problema del abasto y distribución de los alimentos ha logrado escalar dimensiones mayores y posicionarse como un problema nacional que no puede dejarse en manos del mercado.

Aunado a los esfuerzos internacionales, la Ciudad de México ha realizado diversas prácticas para aprovechar el excedente de los alimentos; desde 2014 la Central de Abasto de la Ciudad creó un banco de alimentos que hasta ha recibido 540 toneladas de alimentos, las cuales han sido canalizadas a asociaciones civiles, fundaciones y orfanatos, así como a dependencias públicas como el DIF-DF, que apoyan a personas en situación vulnerable, quienes a su vez benefician a 21 mil personas.

La propuesta se turnó a las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos para su análisis.

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