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Lo anterior, no solo porque su labor como ciudadanos se enaltece a pesar de “las barreras que como sociedad les hemos impuesto durante siglos”, sino también porque los mecanismos que propician su inclusión social ayudarán a construir un México más democrático, precisó el senador Rubén Camarillo Ortega.
En este sentido, el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores Organizaciones No Gubernamentales dijo que en el Senado queremos armonizar las leyes con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a fin de que las personas con discapacidad participen en la sociedad de manera plena y en condiciones de igualdad.
En tanto, el senador panista Ricardo García Cervantes, vicepresidente de la Mesa Directiva, expresó que la inclusión de este sector de la población “no es optativa”, pues tienen derechos “como todos los demás”.
Por ello, se comprometió “a sacar adelante” los dictámenes que buscan reformar la Ley Federal del Trabajo y la del Instituto Mexicano del Seguro Social, a fin de otorgarles más garantías y oportunidades.
A su vez, la senadora priista María de los Ángeles Moreno Uriegas destacó que las recomendaciones de dicha Convención en materia educativa ya fueron incluidas en un dictamen de la Comisión de Educación y “esperamos que en los próximos días el pleno lo discuta”.
Ello, destacó, fue resultado de la consulta y diálogo entre las organizaciones de la sociedad civil y la Cámara de Senadores.
Ofreció su apoyo para elaborar el dictamen relativo a la armonización de la legislación laboral y del Seguro Social para garantizar el acceso de dicho sector al trabajo.
En tanto, Alejandro Brauer, de la asociación Stímulo, señaló que organizaciones y legisladores estuvieron de acuerdo en prohibir cualquier tipo de discriminación en el sistema educativo y cambiar el enfoque a una educación inclusiva, a fin de asegurar una formación de calidad para todos bajo el respeto a la diversidad.
Enfatizó que los avances en materia educativa favorecerán la inclusión de las personas con discapacidad al mercado laboral y en ese sentido se resolvió establecer en la Ley Federal del Trabajo criterios para promover la no distinción y discriminación.
Diego Antoni, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, indicó que en México las personas con capacidades diferentes se enfrentan cotidianamente a la discriminación e intolerancia de quienes se niegan a vivir en un marco de respeto y solidaridad.
En su oportunidad, Francisco Cisneros Rivero, director general del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad, señaló que a pesar de que “todos sabemos que tenemos derecho a la salud, educación, empleo y vivienda, consistentemente hemos sido sujetos de exclusión social, económica y política”.
Subrayó que actualmente una de cada cuatro personas con discapacidad de 15 años o más es analfabeta, una de cada tres no cuenta con servicios de salud y siete de cada 10 de 12 años o más no es económicamente activa; esos número, afirmó, reflejan el “circulo vicioso” entre pobreza y discapacidad.
Se pronunció por erradicar la idea de que “la productividad se reduce de acuerdo a nuestras limitaciones”, pues en México al no incluir al 5.1 por ciento de la población con alguna discapacidad al mercado laboral “estamos perdiendo entre 773 y mil millones de pesos”.
Previo al inicio del Foro, que se llevó a cabo en el recinto alterno del Senado, en Xicoténcatl No. 9, se presentó la obra de teatro Un nuevo amigo, escrita por Francisco Teutli, musicalizada por Arturo Pérez Tejada e interpretada por 8 alumnos con síndrome de Down, quienes transmitieron como mensaje el fomento a una cultura de la diversidad.
Más adelante, Ildemaro Correa, Joaquín Lascurain, Rafael Tenorio, Jorge Américo, Alberto Luis de Armas, José Luis Martínez, Julia Carrillo y Patricia German expusieron los casos de éxito de inclusión educativa y laboral en México, moderados por la senadora Teresa Ortuño Gurza, de Acción Nacional.
Al final del evento, el Coro Infantil de la República, conformado por niños con discapacidad de diversos estados del país, interpretó un repertorio tradicional y obras de reciente creación folklórica.
Con dichas actividades, concluyó el mecanismo de consulta y diálogo entre organizaciones civiles y senadores para la armonización de las leyes Federal del Trabajo y General de Educación con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
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