Número-978

  • Durante las Audiencias Públicas para las Alternativas de Regulación de la Marihuana, los senadores señalaron que México debe producir su propia investigación sobre los efectos.
  • La cannabis tiene alrededor de 400 sustancias activas y 66 canabinoides, por lo que es complejo determinar de manera contundente el resultado terapéutico.

Senadores de distintos grupos parlamentarios mostraron apertura para discutir los beneficios que pudieran tener medicamentos elaborados a base de marihuana, y coincidieron en que México debe legislar y regular la utilización de éstos, durante las Audiencias Públicas para las Alternativas de Regulación de la Marihuana.
Dijeron que se deben analizar modelos de países en donde la utilización de estos medicamentos ya está permitida, como Canadá y Estados Unidos; además de estudiar la evidencia científica sobre los efectos para la salud.
La senadora Cristina Díaz Salazar, presidenta de la Comisión de Gobernación, señaló que no sólo se debe evitar el mal uso de la marihuana, sino también ampliar y evidenciar los beneficios que puede traer a los pacientes de diversos padecimientos. Además, pidió considerar si se debe aplicar un modelo abierto para utilizar tratamientos a base de marihuana, o si se utilizaría como droga de sustitución.
Celebró que en el Congreso de la Unión se esté debatiendo sobre la regulación, la revisión de los controles que se pondrán al suministro y la calidad que se deberá garantizar para este tipo de medicamentos. Especificó que para regular el uso medicinal en México, se deben conocer los modelos que han tenido éxito en otros países.
La senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Salud, dijo que aunque en el país no existe inversión para realizar investigación sobre este tema, sí existen una diversidad de estudios y artículos que sobreponen el uso medicinal como beneficio terapéutico directo.
Detalló que la cannabis tiene alrededor de 400 sustancias activas y 66 canabinoides, por lo que es complejo determinar de manera contundente el resultado terapéutico; así como el posible impacto o beneficio para los pacientes, por lo que este tipo de medicamentos tienen que utilizarse con precaución. Añadió que en el Senado no existe miedo a legalizar el uso medicinal de la marihuana, y que los especialistas ayudarán a analizar sus efectos en la salud.
La secretaria de la Mesa Directiva, María Elena Barrera Tapia, dijo que es fundamental promover la investigación científica en México, a fin de tener evidencia propia de referencia, que permita avanzar en las discusiones sobre la su uso farmacéutico, así como elaborar una clasificación puntual de los canabinoides.
Asimismo, expresó que se debe poner sobre la mesa de discusión el tema de la importación de los productos derivados de la mariguana, así como de la producción en México.
La senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, consideró fundamental analizar el uso de la marihuana desde la óptica medicinal y terapéutica, y no sólo como desarrollo de la libre personalidad, como lo resolvió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Raúl Elizalde, padre de la niña Grace, primera mexicana en utilizar tratamiento a base de cannabis gracias a un amparo judicial en México, señaló que si los médicos ya recetan este tipo de tratamiento, aunque no de manera abierta, por qué no regularlo para que sea de una manera fácil, segura y constante.
Agregó que el uso de estos medicamentos es un derecho de los pacientes, y pidió a los senadores que trabajen en un proyecto de regulación responsable, y se quiten trabas y burocracia a la utilización de medicamentos con un principio activo a base de marihuana.
El director de Coordinación de Programas del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), Martin Mosqueda, dijo que actualmente están en etapa de investigación otros componentes de la marihuana que podrían utilizarse como medicamentos; lo que ayudará a conocer su inocuidad y posibles interacciones medicamentosas.
“Apoyamos, con toda la convicción posible, el desarrollo de investigaciones científicas para desarrollar medicamentos a base de componentes canábicos, y si se requiere modificar la reglamentación, también lo apoyamos”, agregó.
A su vez, el director de la fundación Espolea México, Aram Barra, señaló que permitir únicamente la importación de este fármaco ata de manos a la industria farmacéutica mexicana para participar en un mercado que va en crecimiento, del que cada día hay más evidencia científica y más aplicaciones.
Para ello, dijo, es necesario establecer las reglas para la producción y cultivo de la marihuana con calidad farmacéutica con cepas controladas para el uso médico, además de eliminar el castigo penal que existe para los médicos que busquen prescribir derivados de la marihuana que incluyan Tetrahidrocanabinol (THC).
Así como impulsar protocolos de investigación para que, a través de investigación científica, se conozcan las aplicaciones y utilidades de los canabinoides en la salud, y establecer un mercado regulado que responda a las necesidades de las familias que buscan urgentemente acceso a medicamentos controlados.
En tanto, David Kershenobich Stalnikowitz, director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, aseguró que entre los riesgos que podrían presentarse por algunos de los canabinoides, principalmente en los medicamentos que contienen THC, existe la probabilidad de que al suspender la administración del medicamento aparezca síndrome de abstinencia.
Indicó que en otros casos se podría observar a largo plazo un efecto negativo en alguna de las funciones psicológicas superiores, como el aprendizaje o la capacidad de memoria a corto plazo.
El representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Antonio Mazzitelli, dijo que los productos derivados de la marihuana deberían tener un acceso y tratamiento diferente al de otros productos farmacéuticos.
Aseguró que el mercado de la marihuana terapéutica fumada ha generado muchísimos abusos y sus propiedades, al ser consumida de esta forma, resultan dañinas a la salud; por ello, en el debate de su uso terapéutico, deben considerarse una serie de estándares para que un producto que llegue al consumidor cumpla con características muy específicas.
A las Audiencias Públicas para la Alternativa de Regulación de la Marihuana también asistió la senadora María Hilaria Domínguez Arvizu; los diputados federales Fernando Rubio Quiroz y Vidal Llerenas Morales; así como algunos integrantes del Consejo Técnico para las Audiencias.

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