Número-755
- Ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios podrán destinar, de manera voluntaria, áreas para la conservación de los recursos.
- Gran porcentaje de la biodiversidad se encuentra en terrenos de propiedad social.
Con 85 votos a favor, el Senado de la República aprobó un proyecto de decreto para que ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios puedan destinar, de manera voluntaria, áreas para la conservación de los recursos naturales.
En el dictamen se explica que un gran porcentaje de la biodiversidad se encuentra en terrenos de propiedad social, pues representa cerca del 53 por ciento de la tenencia de la tierra en México, y alberga alrededor del 80 por ciento de los bosques y selvas del país.
La propiedad privada, se agrega, ocupa el segundo lugar respecto de la tenencia de la tierra, al ostentar un poco más del 37 por ciento del total de la superficie territorial del país.
“Por esta razón encontramos atinada la propuesta del senador iniciante, para tratar definir con mayor claridad, dentro de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, la participación de estas dos formas de tenencia de la tierra en la conservación de las riquezas naturales de la nación”, enfatiza.
El proyecto reforma la Ley Agraria para que sea competencia de la asamblea aprobar las áreas destinadas voluntariamente a la conservación, así como de los contratos y convenios que tengan por objeto el uso o disfrute por terceros de las tierras de uso común.
El ejidatario podrá aportar sus derechos de usufructo a la formación de sociedades tanto mercantiles como civiles o destinarlos voluntariamente a la conservación y el dueño o poseedor podrá destinar áreas voluntariamente a la conservación, ya sean tierras agrícolas, ganaderas o forestales.
Además, sugiere modificar la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente para que en el establecimiento, administración y manejo de las áreas naturales protegidas, se promueva la participación de ejidos y comunidades.
La senadora Luisa María Calderón Hinojosa, del Grupo Parlamentario del PAN, destacó que en las dos últimas décadas, el acelerado crecimiento demográfico y la demanda de alimentos, vestido y energía ejercen una fuerte presión sobre el espacio rural para ser usado en actividades que no tienen ninguna relación con su vocación natural, por lo que deben ser reguladas para que se reduzca su impacto ambiental negativo.
Refirió que actualmente 12 por ciento del territorio nacional se encuentra bajo alguna categoría de protección pública, como reservas de la biósfera, parques nacionales o santuarios de vida silvestre, pero “sigue siendo imperativo incrementar esta superficie” y darle la justa importancia a la conservación de la biodiversidad y a su aprovechamiento racional como promotores del desarrollo sustentable.
El senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, afirmó que la reforma establece que los pequeños propietarios, ejidos y comunidades pueden destinar de manera voluntaria áreas agrícolas, ganaderas o forestales para la conservación de los recursos.
“Con esto las áreas naturales voluntarias, sociales o privadas podrán obtener los certificados emitidos por el gobierno mexicano” y acceder a recursos económicos nacionales o internacionales para su preservación.
Daniel Ávila Ruiz, senador del Grupo Parlamentario del PAN, consideró que es prioritario proteger y conservar las áreas naturales, y las especies vegetales y animales que enfrentan una severa sobreexplotación.
“No debemos olvidar que entre el 10 y 12 por ciento de las especies del planeta se distribuyen en nuestro territorio, en el que también se encuentran los cinco tipos de ecosistemas que existen y nueve de los 11 tipos de hábitat”, expresó.
La senadora María Hilaria Domínguez Arvizu, del Grupo Parlamentario del PRI, dijo que es indispensable la conservación de bosques y selvas para evitar a tala inmoderada, pero también se requiere la voluntad de los sujetos agrarios para cumplir con este propósito.