Número-658
- Especialistas advierten el riesgo de que las zonas económicas especiales limiten a México a ser un país maquilador, y no industrializado.
- Se requiere una política industrial coherente a las necesidades de México, y no una “receta” que pueda llevar al fracaso, apuntan.
El Senado de la República conformará un equipo de trabajo especial para establecer una agenda que permita a México contar con una industria inclusiva y sostenible, con lo que se evitará que las zonas económicas especiales se conviertan sólo en regiones maquiladoras.
Así lo anunció el secretario de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial, senador Héctor Larios, durante las jornadas de análisis “México y los Objetivos del Desarrollo Sostenible en la Agenda Post2015”.
Durante este encuentro, especialistas nacionales e internacionales advirtieron los riesgos de que México no alcance los Objetivos del Milenio, establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en cuanto a desarrollo de una industria con innovación, consumo y producción sostenibles.
Larios Córdova explicó, junto con el presidente de la Comisión de Fomento Económico, Ascención Orihuela Bárcenas, que se emprenderá un análisis para poner “en blanco y negro” la situación de la industria nacional; y a partir de ello, establecer bases firmes para que México sea un país competitivo a nivel internacional y avance hacia las Metas del Milenio.
De igual forma, se analizarán los mecanismos para dar vigencia a la Ley de Productividad y Competitividad pues, pese a que ya fue aprobada, aún no cuenta con herramientas, planes, mediciones y seguimiento, que permitan incrementar paulatinamente la producción y capacidad de exportación de nuestro país.
“Es necesario que México impulse la competencia de su industria, de inicio, para que no vengan productos de otros países a llevarse el mercado nacional”, subrayó. Debemos examinar con mucho cuidado las zonas económicas, pues no por establecer mecanismos fiscales van a llegar las inversiones.
Agregó que se debe establecer un mecanismo para identificar los sectores estratégicos, y habrá que encontrar la manera de industrializar el sureste como región, no sólo a través de zonas económicas exclusivas.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y de Crecimiento, José Luis de la Cruz Gallegos, refirió que la iniciativa de ley para zonas económicas especiales es esencial porque busca generar desarrollo industrial en zonas tradicionalmente pobres, donde es menor la generación de capital humano.
Empero, advirtió, “lo que vemos como debilidad en la iniciativa es que no necesariamente garantiza que no se vuelvan zonas maquiladoras nada más; lo que en principio puede ser positivo porque da empleo, pero la propuesta no marca un límite a importaciones, ni objetivos claros para conformar cadenas productivas”.
De no trasladarse mecanismos de innovación y desarrollo de tecnología, ni planes para el desarrollo de cadenas productivas nacionales sólo llegarán a estas zonas económicas grandes maquiladoras trasnacionales, que aprovecharán los beneficios fiscales y la riqueza generada para llevarla a sus países de origen.
Incluso, las fuentes de empleo serán para sus poblaciones, como es el caso de Dragon Mart. Esto derivaría en que no se logre la meta para el combate a la pobreza en México.
Por tanto, es necesario buscar fórmulas para fortalecer la industria nacional, por ello actualmente se trabaja con la ONU en un proyecto para que México adopte el indicador de competencia industrial para los estados.
Se trata además de que los indicadores, a nivel nacional, cuenten con estadísticas para saber cuáles son las ventajas de cada una de las entidades federativas en materia de competitividad, no sólo la interior del país, sino respecto a naciones como China, España y otros.
Ello posibilitará el conocer con precisión en qué sectores es más competitivo cada estado, y el país en su conjunto, frente a naciones con las mejores prácticas globales; a fin de generar programas de fomento económico focalizados en las necesidades de estados y regiones que garanticen resultados productivos.
En concordancia, el coordinador nacional de la ONU para el Desarrollo Industrial, Ramiro Magaña Pineda, apuntó que se debe elaborar una política industrial ad hoc para México, y no una “receta” de otras naciones, pues ya se han registrado casos de fuertes fracasos.
Se requiere buscar un enfoque de cadena de valor que permita que las PyMES, independientemente de que manejen distintos productos, se asocien y conformen consorcios de exportaciones, lo que permitirá crear una plataforma para la promoción de las empresas mexicanas, y disminuirá su carga de gastos.
Roberto Martínez Yllescas, director del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México; Noel González, director general adjunto de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo; y Jorge Antonio Pérez, investigador del Instituto Mora, coincidieron en que México debe ser coherente en sus políticas económica, fiscal y de carácter social.
Martínez Yllescas dijo que la OCDE ha insistido en que para atraer inversiones, e incluso recibir mayor respaldo de las organizaciones internacionales, es fundamental crear consistencia de la inversión pública en los distintos niveles de gobierno, lo que implica transparentar la aplicación de los recursos públicos a nivel federal, estatal y municipal.
En tanto, Noel González apuntó que es necesario que cada nación refuerce sus capacidades internas para la generación de recursos, pues ningún país logra un cambio positivo de su economía con las aportaciones externas. Es indispensable crear condiciones de crecimiento, inversión y comercio, lo que implica
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