{audio}2011/boletines/nov/2011-11-03/282.mp3{/audio}
Sin embargo, por carecer de facultad expresa para ello, enfatizó ante senadores el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Ángel Martínez Espinosa, “la Secretaría de Educación Pública no puede decidir contenidos de planes y programas para todo el país”.
El funcionario subrayó que la dependencia tiene esta atribución sólo para las instituciones de educación media superior de carácter federal.
Martínez Espinosa asistió a una reunión de trabajo con la Comisión de Educación en la que integrantes del Observatorio Filosófico de México denunciaron que no se han reincorporado las asignaturas filosóficas a los planes de estudios del bachillerato como lo establece el acuerdo secretarial 488.
Según este acuerdo, los planteles que deseen ingresar al Sistema tienen que incorporar a este campo las disciplinas filosóficas en las asignaturas que sean pertinentes, y éstas “pueden o no llevar” el nombre clásico de las materias.
Sin embargo, acotó el subsecretario, a diferencia de la educación básica --donde la SEP tiene atribuciones para decidir en todo el país los planes y programas oficiales de estudios--, en la formación media superior dicha facultad no está conferida ni a la Federación ni a los estados, pues se ejerce de manera concurrente por estos dos niveles de gobierno y las universidades.
Por ello, enfatizó, la garantía de que los acuerdos secretariales se van a cumplir está en que todas las universidades y las entidades federativas que se sumen a la reforma integral a la educación media superior y someter sus propuestas curriculares a la revisión del Consejo para la Evaluación de la Educación de Tipo Media Superior.
La responsabilidad de la SEP consiste en verificar que los contenidos, planes y programas que son regulados por la dependencia cumplan con las exigencias de los acuerdos secretariales, particularmente el 488, precisó.
Previo a la intervención del funcionario federal y por separado, Gabriel Vargas Lozano, coordinador del Observatorio Filosófico de México, recordó que con la reforma integral a la educación media superior de 2008 se eliminó el área de humanidades y las materias filosóficas de la educación media superior.
Este “grave error”, dijo, se comenzó a corregirse con el acuerdo secretarial 488 publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 23 de junio de 2009, donde se dispuso que se recuperaran las humanidades vinculadas a las ciencias sociales, así como las materias filosóficas.
Pero a la fecha no se han reincorporado las asignaturas filosóficas “y nos enfrentamos en un doble discurso” porque en los hechos no se ha cumplido con el acuerdo por “falta de voluntad política”.
Señaló que es necesario que se restituyan de manera plena el área de humanidades con la reforma integral no como un apéndice de las ciencias sociales.
Además, las disciplinas filosóficas --con sus nombres clásicos: ética, estética, lógica-- deben ser consideradas básicas y obligatorias, pues no son prescindibles, así como establecer criterios para que los profesores sean profesionales de estas materias.
Al respecto la senadora Teresa Ortuño Gurza, titular de la Comisión de Educación, destacó que en el Senado “estamos convencidos” de la importancia de las humanidades en el sistema de enseñanza, aunque estemos obligados a capacitar a jóvenes en cuestiones técnicas o tecnológicas.
Por ello, precisó la legisladora panista, se acordó una reunión con el Observatorio Filosófico y el subsecretario de Educación Media Superior, a fin de analizar el tema.
Por el PRI, el senador Ramiro Hernández García destacó que en el debate pareciera que el desarrollo de los valores excluye el conocimiento de las tecnologías y hay un reclamo generalizado sobre la necesidad de implementar un proyecto educativo que responda a la realidad.
El senador perredista Francisco Castellón Fonseca señaló que el tema de fondo es el significado de la educación en la globalización “y hay un empecinamiento de parte de la autoridad educativa, con el propósito de implementar un modelo educativo para el trabajo e insertar a los estudiantes en los procesos de la competitividad.
Sin embargo, subrayó, “es evidente que la formación descarnadamente técnica no ha tenido el impacto que se pretendió”.
--oo0oo--