Número-621

  • Inauguran la Jornada por la justicia, la paz y la igualdad, en el que participan diversos especialistas.
  • Se requiere conformar un marco jurídico que erradique la segregación de la mujer en la política, apuntan

La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Diva Hadamira Gastélum Bajo, y la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Angélica de la Peña Gómez, se pronunciaron por emprender una ruta hacia la paz, al advertir que la violencia es una pandemia que divide al país e impide el desarrollo.
Lo anterior, al inaugurar la “Jornada por la justicia, la paz y la igualdad”, cuyo objetivo es realizar durante 16 días un activismo a favor de la igualdad de género, a fin de generar conciencia respecto a que el punto de inicio de la violencia es la exclusión entre hombres y mujeres.
De la Peña Gómez, senadora del Grupo Parlamentario del PRD, apuntó que se deben observar la justicia, la paz y la igualdad como tres conceptos intrínsecamente relacionados, pues “en el mundo no habrá paz, si no se garantizar la justicia e igualdad”.
En el mundo ha cambiado la percepción de la relación entre mujeres y hombres, por lo que el derecho internacional no puede verse sin tomar decisiones para la igualdad de la mujer en condiciones de trato, desarrollo, y de políticas públicas y de gobierno “No se puede ceder en esta lucha a favor de la igualdad y justicia, sobre todo ante los eventos de violencia que se registran en el mundo”, concluyó.
La senadora del Grupo Parlamentario del PRI, Gastélum Bajo, se pronunció en el mismo sentido al afirmar que “la violencia nos ha dividido, no permite el desarrollo, es una pandemia que crece todos los días. Sostengo que la violencia tiene su origen en la desigualdad entre hombres y mujeres”.
En el ejercicio de la política, agregó, las mujeres padecen obstáculos para alcanzar el crecimiento, e incluso la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) presentó un informe sobre un notorio incremento de las denuncias de parte de mujeres a la que se les negó su participación en actividades políticas.
Dicho informe está elaborado a partir de denuncias oficiales, pero si hubiera un levantamiento de quejas y/o denuncias sin que las agraviadas debieran proporcionar sus nombres, la cifra sería mucho más alta.
Sostuvo que en el Congreso y en otras esferas del ejercicio de la política y el poder se vive esta violencia de parte de quienes creen que estas funciones “sólo corresponden a otro género”; en ese sentido consideró que la tarea parlamentaria es conformar un marco jurídico más igualitario.

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