Número-616
- Alerta Coneval sobre riesgos de “tomar lo internacional y no lo nacional” de ese plan de desarrollo.
- México adoptará esta agenda con un déficit en el cumplimiento de los objetivos del milenio.
Al respecto, Marcia de Castro, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en México, aseguró que con una movilización política-institucional y centrada en evidencia, sí es posible que nuestro país dé un giro en su modelo de crecimiento y pueda, paulatinamente, reducir la pobreza en los próximos 15 años.
Expresó que la Agenda 2030 es mucho más ambiciosa que las Metas del Milenio, pues tiene un potencial transformador a nivel mundial y local; no obstante, el éxito de su implementación dependerá de las coaliciones que los gobiernos logren con grandes liderazgos y la sociedad civil.
Indicó que este programa tiene una visión transformadora a largo plazo y representa un parteaguas en el sistema de desarrollo a nivel mundial.
Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dijo que es fundamental que el hilo conductor del desarrollo mexicano sea el acceso efectivo a los derechos humanos.
Sin embargo, explicó que en los objetivos de desarrollo sustentables no se menciona en ningún momento el concepto de los derechos humanos, lo que podría generar incompatibilidad con la Constitución Política, la cual protege este tipo de garantías.
Aunado a ello, dijo que se tendrían que adoptar nuevos indicadores para medir factores como la pobreza multidimensional, materia en la que México tiene un avance muy importante; aquí el peligro es tomar lo internacional y no lo nacional, subrayó.
Opinó que lo más apropiado sería agregar los objetivos de desarrollo sustentable al Plan de Desarrollo 2018-2024.
Roberto Dondisch, director general para Temas Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, enfatizó que la inclusión social fue el tema que México encabezó en las negociaciones de la Agenda, pues se trata de la base del desarrollo sostenido.
El director del Centro de Estudios Educativos y Sociales de México, Miguel Székely, advirtió que bajo el diseño de los gobiernos locales, será complicada la implementación de la Agenda, pues no están delineados alrededor de un concepto integral que permita su implementación, por lo que se tendrán que hacer cambios en su estructura para aterrizar las políticas entre los diferentes sectores.
La implementación de esta Agenda requiere de un proceso de diálogo con la sociedad, el sector académico, organizaciones nacionales e internacionales, a fin de adaptar al contexto nacional y de acuerdo a las circunstancias locales, los objetivos y metas de la Agenda, puntualizó.
Gabriela Sánchez Gutiérrez, del Instituto Mora, señaló que la Agenda 2030 pone en evidencia las graves limitaciones que tiene México en el proceso de planeación de desarrollo y cuestionó que sea la Secretaría de Hacienda la que elabore.
Por ello, propuso la creación de órganos de planeación robustos, que tiendan lo que se plantea en la Constitución al respecto; además, sugirió que se establezca un programa nacional que evalúe y monitoree la implementación y cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
Asimismo, dijo que se necesita crear un mecanismo parlamentario de seguimiento, donde estén presentes la sociedad civil, la academia y demás actores.
La especialista mencionó que la planeación en México es sectorial, lo que dificulta la lógica de integralidad e interdependencia propia de los objetivos de desarrollo sustentables, por ello, es necesario contar con una planeación en la que estén presentes.
Tania Martínez Hernández dijo que a través de la Agenda se tendrá la oportunidad de crear alianzas con la sociedad civil, donde se deben establecer mecanismos claros de participación, a fin de que se traduzcan en políticas que permitan implementar acciones colectivas para el desarrollo sustentable de la sociedad.
Daphne Cuevas, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad subrayó que el gobierno tiene rezago e incumplimiento en varios de los asuntos que se habían pactado hace 15 años en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, por lo que la construcción de una nueva agenda se desarrolla con “déficit, ya que se tienen metas incumplidas sobre las que habrá que seguir trabajando”.
Aseguró que la construcción de la nueva agenda debe realizarse de la mano de la sociedad civil organizada, “porque sin su participación no hay manera de cumplir las metas”.
Enrique Jesús Ordaz, director general de Integración, Análisis e Investigación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dijo que la medición de la implementación de los objetivos de la Agenda tiene que hacerse mediante un proceso abierto, transparente e incluyente, a efecto de contar con indicadores sólidos y que sean fáciles de calcular y comunicar.
Noel González, director general adjunto de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, explicó que la Agenda es un plan de acción que acordó la comunidad internacional para revitalizar la alianza global para el desarrollo sostenible.
“Busca, agregó, ser universal, transformadora, incluyente y global entre los diferentes niveles de gobierno, para impulsar el desarrollo sostenible de la sociedad”.