Número-325

  • Indicó que en el caso de Nuevo León, las tomas clandestinas han generado consecuencias a los pobladores y al medio ambiente.
  • Pemex reportó que en lo que va del año, a ladrones en todo México han perforado dos mil 481 tomas ilegales en oleoductos.

El Senado de la República debe hacer un llamado a la Procuraduría General de la República (PGR) para que encuentre a los responsables de las tomas clandestinas para el robo de hidrocarburo en Nuevo León; asimismo, debe pedir a Petróleos Mexicanos (Pemex) que, en conjunto con la PGR, detecte esas tomas y las clausure de manera inmediata.
Así lo propone el senador Raúl Gracia Guzmán, del Grupo Parlamentario del PAN, quien refirió que Pemex reportó que, en lo que va del año, los responsables del robo de hidrocarburos han perforado dos mil 481 tomas ilegales en oleoductos de todo el país, es decir, un tercio más que en el mismo período de 2013.
En ese sentido, advierte el legislador en un punto de acuerdo, se calcula que Pemex ha perdido unos 7.5 millones de barriles, con un valor de mil 150 millones de dólares.
Advirtió que las tomas clandestinas representan un problema para todos los estados de la República, pero aún más para aquellos donde se ubican los ductos que trasportan el hidrocarburo, ya que los grupos de personas que realizan esta actividad tienen bien identificadas las tomas y las redes de distribución, lo que provoca que sea más complicado el combatir este delito.
Indicó que, en el caso de Nuevo León, las tomas clandestinas han generado consecuencias, y algunas están relacionadas con la salud de los pobladores y el medio ambiente.
Destacó que, según datos proporcionados por los medios de comunicación de ese estado, esta problemática se ha incrementado, lo que se traduce en el hallazgo de 11 tomas clandestinas al mes, así como el ataque a ductos de Cadereyta, Mina, Pesquería, Escobedo y Los Ramones.
El legislador coincide en que los municipios de Cadereyta, Pesquería, Mina, Escobedo y Los Ramones registran más reportes de robo de hidrocarburos.
Indicó que, el 17 de agosto de 2014, en Cadereyta, a 15 kilómetros de la refinería, se presentó una fuga de petróleo en un ducto, presuntamente resultado de una “ordeña”, lo que se descubrió luego de que a lo largo de seis kilómetros se observaron “manchones” negros que cubrían gran parte del río San Juan.
Gracia Guzmán hizo énfasis en que el aumento de las tomas clandestinas en el país es evidente, pues las bandas dedicadas al robo de hidrocarburo avanzan cada vez más en la implementación de sistemas para la extracción ilegal del hidrocarburo, por lo que es necesario frenar este delito, ya que el impacto económico cada vez es mayor y las probabilidades de un desastre ecológico aumentan.
El punto de acuerdo se turnó a la Comisión de Justicia.