Número-321
- La presentación se llevó a cabo en la vieja casona de Xicoténcatl y fue organizada por el senador Mario Delgado Carrillo.
- Es una obra que nos permite conocer la Ciudad de México, sentirla y quererla, subrayó el legislador.
Durante la presentación, el senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, dijo que este libro es una crónica muy íntima y literaria, en la que el autor nos invita a vivir con los lugares y las escenas a través del tiempo, ya que transmite emoción y sentimientos a las historias y las calles.
“Es una obra que nos permite conocer la Ciudad de México, sentirla y quererla”. Nos llena de nostalgia todo lo que se ha perdido de este centro maravilloso, la forma que tuvo en su momento de mayor esplendor, concluyó.
Héctor Aguilar Camín, director de la Revista Nexos, considero que se trata de libro único, que reúne una serie de crónicas y es como un acordeón de tiempos, de nostalgia, “es un mural de historias invisibles y sorprendentes de la ciudad”.
En la obra, continuó el periodista, “de Mauleón va por los corredores de la memoria” de la capital, de los palacios, “como por una revelación continua. Todo lo que ve le habla de otro tiempo, de otra historia, de las mismas y otras construcciones, de las mismas y otras calles”.
Se trata, agregó, de una historia personalísima de la Ciudad de México, que inicia en el año 1509 con la evocación de los recintos donde el emperador Moctezuma fue visitado “por los prodigiosos y horrendos augurios de que los españoles iban a venir”, y termina en una descripción fantástica de la vida urbana del Paseo de la Reforma.
Rafael Pérez Gay, director general de la editorial Cal y Arena, expresó que “desde hace muchos libros”, Héctor de Mauléon encontró un estilo y supo ver que la prosa clara e inspirada podía enseñarnos los secretos de muchos lugares y rincones de la ciudad.
Dijo que “El derrumbe de los ídolos” y “El tiempo repentino”, que son sus dos libros anteriores publicados en la editorial Cal y Arena, así como “La perfecta espiral”, que es de cuentos, “son parte de este laberinto urbano que apasiona” y en el cual el autor ha trabajado desde hace muchos años.
En este sentido, agregó, “La ciudad que nos inventa. Crónicas de seis siglos”, probablemente es el resumen, el concentrado, “la fórmula mágica y secreta de esa prosa que viene desde hace muchos años haciéndose un lugar en los periódicos, en las revistas y en el estilo y en alma literaria de Héctor”.
En su oportunidad, Héctor de Mauleón, autor de la obra, dijo que el signo constante en la historia de la Ciudad de México es la destrucción, “en su escudo debería haber un jeroglífico que hiciera alusión a las continuas destrucciones que ha sufrido”.
Manifestó que en la ciudad están contenidos todos los tiempos, pero se encuentran truncos, fueron cercenados y mutilados, ninguno se cumplió, comienza desde que llegan los aztecas e inventan su códice con una historia ficticia en la que purgan todo lo que no les gusta y los españoles llegaron e hicieron exactamente lo mismo.
En ese sentido, seguimos siendo brutalmente mexicas, al continuar con la cultura de romper y tirar lo que esta atrás, de manera que es un milagro que se haya conservado lo poco que aún vemos y que hayamos cobrado conciencia de su valor, manifestó.
Refirió que hasta 1933 que se lanzó la declaratoria de monumentos históricos en la Ciudad de México y es hasta 1980 que inicia el rescate del Centro Histórico, y “para entonces ya no quedaba absolutamente nada, pero es interesante perseguir sombras y lo fugaz, porque ahí está la vida”.