Número-234

  • El nuevo ordenamiento permitirá reducir la incertidumbre que prevalece en el sector por los precios de los hidrocarburos y disminuir los efectos del cambio climático.
  • Estamos de acuerdo en el tema y sólo hay “pequeños piquitos que tenemos que limar”: Silvia Garza Galván.

Senadores del Grupo Parlamentario del PAN y especialistas se pronunciaron por aprobar la Ley de Transición Energética para concretar el modelo energético que avaló el Congreso de la Unión, reducir la incertidumbre que prevalece en el sector por los precios de los hidrocarburos y disminuir los efectos del cambio climático.
En la inauguración del foro “Transición energética: elemento clave frente al cambio climático”, la senadora Silvia Garza Galván destacó la importancia de que en este periodo ordinario de sesiones se discuta y apruebe el proyecto, que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados.
La presidenta de la Comisión de Cambio Climático precisó: “estoy segura que por ahí van las fuerzas políticas de este gran país, estamos de acuerdo en el tema y hay solamente algunos pequeños piquitos que tenemos que limar”.
“Tenemos que aprovechar lo que la naturaleza nos dio como país, tenemos que aprovechar la posición geográfica que tiene México”, expresó. Si el impulso a las energías renovables “se hubiera dado años atrás, agregó, no estaríamos tan presionados” ante los precios del petróleo.
Dijo que el cambio climático no es una moda, sino el reto más grande que tiene la humanidad en este siglo para frenar el aumento de la temperatura.
El senador Salvador López Brito, también del PAN, refirió que el compromiso fue que se aprobara la Ley un año después de aprobar la reforma energética, por lo que “estamos comprometidos con el pueblo de México y con el mundo”.
En su turno, Isabel Studer, del Instituto Global para la Sostenibilidad, afirmó que México puede ser líder en la transición energética, que implica una transformación profunda para el desarrollo económico.
La Ley de Transición Energética, agregó, es fundamental no sólo para impulsar las energías renovables sino para completar el modelo que se planteó con la reforma energética, que incluía como uno de sus pilares la sustentabilidad.
El nuevo ordenamiento, enfatizó, representa una estrategia para la diversificación de las fuentes de energía y la reducción de riesgos frente a la incertidumbre y la volatilidad que prevalece en el sector a nivel global, relacionados con los precios de los hidrocarburos y los efectos del cambio climático.
Isabel Studer advirtió que, a pesar de los precios bajos de los hidrocarburos, se estima que la generación de energías renovables pasará de 22 por ciento en 2013 al 26 por ciento en el 2020 a nivel mundial, y dos terceras partes de esta capacidad se desarrollará en economías emergentes como China, India y Brasil.
Estas cifras, dijo, indican que la transición energética ya no es algo abstracto que ocurrirá dentro de 20 o 30 décadas, cuando se acabe el petróleo y los hidrocarburos, por lo que México tiene una cita histórica con esa transformación.
Se trata --afirmó David Shields, de Energía a Debate-- de completar un modelo energético que requiere congruencia con todas las leyes que lo componen, pues la Ley de Transición Energética, como la aprobó la colegisladora, fortalece los instrumentos y competencias de los organismos encargados de la eficiencia energética.
Además, dijo, es un complemento del mercado eléctrico, tiene que ver con el registro de los certificados de energía limpia y facilita la penetración de otras opciones energéticas dentro de ese mercado.
Por mandato constitucional, añadió, en un plazo de 365 días se debe adecuar el marco jurídico para proteger y cuidar el medio ambiente mediante la eficiencia energética, la disminución en la emisión de gases y compuestos de gases de efecto invernadero.