- Senadoras del PRD, PRI y PAN presentaron una iniciativa para incorporar el principio de paridad vertical en todos los cargos de elección popular.
- Mujeres sufren una clarísima desventaja en las contiendas electorales: Angélica de la Peña.
Senadoras de los grupos parlamentarios del PRD, PRI y PAN presentaron una iniciativa para establecer el principio de paridad vertical en todos los cargos de elección popular y en los órganos de dirección de los partidos políticos.
Al presentar la propuesta ante el Pleno de la Comisión Permanente, la senadora Angélica de la Peña Gómez, mencionó que los partidos políticos y autoridades electorales deben garantizar la paridad de género en la postulación de candidaturas municipales, de manera vertical y transversal.
Sin embargo, acotó la legisladora del Partido de la Revolución Democrática, aún se está muy lejos de alcanzar que el cincuenta por ciento de los cargos de elección popular estén conformados por fórmulas de un mismo sexo.
“Al final de la jornada, a la hora del reparto de las diputaciones por representación proporcional, vemos una clarísima desventaja que siguen sufriendo las mujeres en las contiendas electorales”, asentó.
Por ello, propuso reformar las leyes generales de Instituciones y Procedimientos Electorales, y de Partidos Políticos, para que se garantice la paridad entre los géneros en la postulación de candidatos a los cargos de elección popular para la integración del Congreso de la Unión, los congresos de los estados y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, así como en la elección de los municipios y regidurías.
La iniciativa, que también suscriben las senadoras Diva Hadamira Gastélum Bajo, del PRI, y María del Pilar Ortega Martínez, del PAN, pretende establecer la paridad en los órganos de dirección de los partidos políticos, se trate de estructura administrativa, sectores o corrientes políticas con las que cuenta.
En la exposición de motivos, las legisladoras destacaron que las prácticas organizacionales y las dinámicas internas de ejercicio del poder de los partidos se han desarrollado en función de reproducir y naturalizar ciertos patrones discriminatorios, que cobran relevancia en los procesos de reclutamiento, la designación de determinados puestos, y las representaciones sobre lo femenino y lo masculino en la política.
El proyecto de decreto se turnó a las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos, Primera, del Senado, para su análisis y dictamen correspondiente.
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