Así, la Constitución, en su Artículo 123, deberá establecer que se prohíben los trabajos que dañen la salud, seguridad o moralidad de los niños, el trabajo nocturno industrial y toda labor después de las 10 de la noche, de los menores de 18 años.
Explicó que en la actualidad, cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos de ellos de tiempo completo, con lo que se les ha negado, a la mayoría, la oportunidad de vivir una infancia plena.
Además, detalló que de acuerdo con información de la Organización Internacional del Trabajo, México aún no ha ratificado el Convenio 138, pese a que tiene tres millones 500 mil niños y niñas que trabajan, de los cuales 67 por ciento son niños y 33 por ciento niñas.
“Es un dato desgarrador y más aún cuando esa cifra nos revela que lo hacen en las peores condiciones y que las edades de estos niños oscilan entre los 5 a los 17 años”, subrayó.
Monreal Ávila agregó que en todos los países existen niños que trabajan en condiciones de explotación y peligro, pero México destaca por la magnitud de la población, la gravedad de las condiciones nocivas del trabajo que desarrollan y la violencia que habita en el país.
En el texto de la iniciativa, se expone que según con datos de INEGI los principales motivos por los cuales los niños y las niñas trabajan, es para pagar su escuela o sus propios gastos, para traer dinero a sus casas o porque quieren aprender un oficio.
Los estados que presentaron el mayor porcentaje de niños que trabajan son Guerrero, con 20 por ciento; y Michoacán y Zacatecas ambos con 18 por ciento.
El proyecto de decreto se turnó a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos para su análisis.
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