Dijo que se propone que cada gobierno local cuente con un inventario forestal y de suelo local que asegure que los cambios de uso de suelo que autorice el ayuntamiento no se realizan en zonas forestales.
Para ello --precisó-- será la obligación de los municipios elaborar, monitorear y mantener actualizado el Inventario Local Forestal y de Suelos, bajo los principios, criterios y lineamientos que se establezcan en él.
Indicó que en caso de que se autorice un cambio de uso de suelo en terrenos forestales, el promovente deberá realizar un programa de rescate y reubicación de especies de la vegetación forestal afectadas, así como un plan de su adaptación.
Señaló que en México cerca de la mitad del territorio ha sido modificado intensamente y de acuerdo con el Inventario Forestal Nacional, cerca de la mitad del país ha sido afectado severamente por las actividades humanas.
Tan sólo --citó-- el 55 por ciento del territorio nacional cuenta con cobertura vegetal, y lamentablemente dentro de este porcentaje se incluyen pastizales y matorrales que son utilizados intensamente para la producción ganadera.
Tamborrel Suárez mencionó que el cambio de uso de suelo constituye uno de los factores primordiales en el cambio climático global, ya que altera ciclos biogeoquímicos como el del agua o el del carbono.
Por ello, subrayó que en cada obra de infraestructura urbana que se autoriza en zonas de importancia ecológica se pone en peligro la continuidad de muchos procesos ecosistémicos.
La propuesta se canalizó a las comisiones de Medio Ambiente y de Recursos Naturales y Pesca.
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