Número-803

  • Nuestros países son los motores económicos de Latinoamérica, destaca el legislador en la sesión solemne de la Comisión Permanente para recibir a la presidenta de Brasil.
  • Es necesario, abrir más canales de acercamiento sin que este se limite a la dimensión económica, destacó Dilma Rousseff.

México y Brasil deben hacer a un lado las rivalidades regionales, ser aliados en las relaciones con Estados Unidos, Canadá y Europa, así como sumar esfuerzos por la unidad latinoamericana y para erradicar la corrupción que impide el desarrollo pleno de nuestras naciones.
Así lo consideró el senador Miguel Barbosa Huerta en la sesión solemne que realizó la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para recibir la visita de Dilma Rousseff, presidenta de la República Federativa de Brasil.
El presidente de la Mesa Directiva destacó que México y Brasil son las dos economías más grandes y las poblaciones más numerosas de la región, pues juntos suman el 62 por ciento del Producto Interno Bruto y el 48 por ciento de las exportaciones latinoamericanas.
Nuestros países, enfatizó, son los motores económicos de Latinoamérica, porque unidos representan más de dos terceras partes de las 500 empresas más importantes de esta parte del continente.
“Nuestros países --acotó-- deben hacer a un lado las rivalidades regionales. No debemos desgastarnos en construir fronteras artificiales en materia económica o comercial. No considero pertinente que se hable de Centroamérica o Sudamérica como regiones y proyectos diferentes”.
México y Brasil, agregó Barbosa Huerta, tienen que ser aliados, sumar esfuerzos en nuestras relaciones con Estados Unidos, Canadá, Europa, en el incremento de los intercambios comerciales con África, Asia, China, Japón y Oceanía. “Comprendamos de una vez: somos aliados, no adversarios”.
Dijo que México reconoce y celebra los esfuerzos y resultados del gobierno Dilma Rousseff y que durante las últimas décadas Brasil ha demostrado que es posible modernizar la economía y al mismo tiempo promover y garantizar los derechos sociales básicos de la población. Sin embargo, consideró que el combate a desigualdad y lograr la justicia social son los grandes desafíos los dos países.
Además, el legislador señaló que la reforma estructural que falta consolidar en la región es la correspondiente al combate a la corrupción y a la impunidad: “México y Brasil, por sus historias, poblaciones, gobiernos y papel que desempeñan en esta parte del mundo, deber sumar esfuerzos para erradicar la corrupción que impide el desarrollo pleno de nuestras naciones”.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó el deseo de abrir más canales de acercamiento entre México y Brasil, sin que este se limite a la dimensión económica. “Se trata de la búsqueda de dos naciones, de dos sociedades por más canales de diálogo y conocimiento recíproco”.
Manifestó que ambos países comparten retos en el combate a la desigualdad, servicios de salud y seguridad, construcción de la economía fundada en la inclusión social, productividad, desarrollo de ciencia, tecnología e innovación. Especialmente una sociedad que esté basada en valores de derechos humanos y éticos, que no pueda convivir con la corrupción, ni con la impunidad, sostuvo.
Destacó que los acuerdos firmados con México, el día de ayer, facilitarán las inversiones para introducir nuevos productos, diversificar la oferta de bienes y servicios, pues son condiciones imprescindibles para la reducción de la desigualdad en las poblaciones; muestra de ello es que en los últimos años Brasil, sacó de la pobreza a 35 millones de personas, actualmente el 52 por ciento de la población es clase media, por lo existe un deseo de consumir en su mercado interno.
Resultado de dicho encuentro, se verá fortalecida la amistad entre Brasil y México por los entendimientos que sostuvo con el titular del Ejecutivo federal, y sus respectivas delegaciones.
Resaltó la intensa participación de la mujer en la vida pública del país, especialmente en la representación política en el Poder Legislativo. Quiero dejar consignada la importancia para nuestros países del combate a la violencia contra la mujer, la garantía de la igualdad de oportunidades, de tratamiento y en la educación, manifestó.
La presidenta brasileña expresó además sus “más solemnes condolencias del pueblo y del gobierno de Brasil”, por los tornados que afectaron Ciudad Acuña, Coahuila.
Al encuentro asistió el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña; la embajadora de México en Brasil, Beatriz Paredes Rangel; la subsecretaria de la SRE América Latina y El Caribe, Vanessa Márquez Rubio; la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe, Mariana Gómez del Campo Gurza; así como los coordinadores parlamentarios del PRI y PT en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón y Manuel Bartlett Díaz, respectivamente.
Además, estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Moreno Rivera; Ricardo Anaya Cortés, coordinador parlamentario del PAN en la colegisladora.
Por la delegación brasileña asistieron Mauro Vieira, ministro de Relaciones Exteriores; Marcos Leal Raposo Lopes, embajador de Brasil en México; Armando de Queiroz Monteiro Neto, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior; Eliseu Padilha, ministro jefe de la Secretaría de Aviación Civil; y Antonio José Ferreira Simoes, subsecretario para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores.

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