Número-576

  • Cuando hay un cambio del flujo migratorio hacia otras rutas, deben de preverse las consecuencias: CNDH.
  • El Estado los ha convertido en “mercancía”: Javier Urbano Reyes.

En el segundo día del “Seminario de análisis: migración, derechos humanos y seguridad”, especialistas advirtieron que la política migratoria del Estado mexicano ha convertido a los migrantes en “mercancía”, además de que los obliga a transitar por nuevas rutas, enfrentándolos a más riesgos y al crimen organizado.
Al respecto, Edgar Corzo Sosa, quinto visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, alertó que los migrantes transitan por nuevas rutas en su paso por México, lo que provoca una situación más complicada debido a que se enfrentan a más riesgos y a cruces controlados por la delincuencia organizada.
Dijo que esta situación los coloca en un nivel de vulnerabilidad preocupante “en todos sentidos”, por lo que se debe poner mucha atención al flujo de migrantes e ir advirtiendo, reconociendo y dando la respuesta correspondiente a este problema.
Es necesario tomar en cuenta que cuando hay un cambio del flujo migratorio hacia otras rutas, deben de preverse las consecuencias que ello implica en todos los niveles, subrayó.
A su vez, Javier Urbano Reyes, coordinador del Programa Puntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, consideró que la política de control que implementa el gobierno mexicano ha convertido a los migrantes en “mercancía” y en “carne humana”, que utiliza para comprar, vender, tranzar, cobrar y sobornar.
Dijo que el Estado es un “dinámico promotor del aumento del precio de la migración y de la retabulación de la carne humana”, mediante sus políticas públicas.
Propuso que se incluya en los planes educativos a nivel nacional el respeto a la diversidad, a fin de instruir a las nuevas generaciones sobre este tema e impedir que repitan los mismos patrones de racismo y discriminación.
Previamente, el especialista José Rafael Navas Pérez manifestó que la vulnerabilidad de los migrantes aumenta, debido al factor psicosocial, pues muchas veces son discriminados y estigmatizados porque la población los ve como una amenaza.
Señaló que otro de los temas de preocupación es la crisis humanitaria de los migrantes menores no acompañados, pues se encuentran en estado de indefensión, explotación, sufren hambre, maltrato, violaciones y son inducidos al consumo de drogas y a las redes de explotación sexual.
Al respecto, la senadora Ana Gabriela Guevara, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, hizo notar la necesidad de trabajar en una legislación que permita garantizar el respeto a los derechos humanos de los migrantes en su paso por el país, pues es “alarmante” la situación a la que se enfrentan en territorio nacional.

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