Número-346

  • Reforma energética es positiva; garantiza que recursos sirvan como palanca de crecimiento y desarrollo: PRI, PAN y PVEM.
  • Necesario, reconocer que el nuevo modelo energético “ha fracasado” y detener licitación de reservas petroleras, considera PRD.

Los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD, PVEM y PT fijaron su postura en torno a la conmemoración del 77 Aniversario de la Expropiación Petrolera, decretada por el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas del Río, el 18 de marzo de 1938.
El senador David Penchyna Grub, del Partido Revolucionario Institucional, expresó que a 77 años de distancia, México vuelve a romper paradigmas en cuanto a la explotación y aprovechamiento de la riqueza energética y que “si el general Cárdenas abrió la puerta del desarrollo del Siglo XX, el Congreso de la Unión y el titular del Ejecutivo abrieron la puerta para el desarrollo del Siglo XXI”.
Dijo que la reciente reforma, aprobada por esta Legislatura, le permitirá a la industria petrolera nacional romper los vicios de un modelo monopólico, preservar la propiedad sobre los recursos naturales y fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa productiva del Estado mexicano.
Que no haya dudas, manifestó, la reforma energética es y será positiva para el país y para los ciudadanos. “Sin dogmas ni verdades a medias, México vuelve a garantizar que los recursos energéticos sirvan de cimientos para el desarrollo”.
El senador Raúl Aarón Pozos Lanz, de la misma fracción parlamentaria, afirmó que ahora Pemex deberá de ser --a través de la transparencia, la competitividad y la productividad-- esa empresa de nivel mundial que se necesita.
A nombre de Acción Nacional, el senador Salvador López Brito destacó que la expropiación impulsada por el ex presidente Lázaro Cárdenas demostró la capacidad y fuerza del pueblo mexicano, pero a siete décadas de distancia “no podemos, como país, aislarnos del contexto internacional ni en producción ni en comercialización”, ni ver el tema sólo a través de un cristal con tintes partidistas o ideológicos.
La reciente reforma energética, subrayó, le da a México la posibilidad de ser competitivo, pero con el objetivo de utilizar el petróleo como palanca de crecimiento y desarrollo, a fin de elevar el nivel de vida de todos los mexicanos y no de unos cuantos.
Dijo que su grupo parlamentario dará un estricto seguimiento a lo aprobado por el Congreso, para que se establezcan los cambios conforme a la norma, con la finalidad de velar por el interés de la nación y de utilizar los recursos para resolver los retos y pendientes de México.
Por el Partido de la Revolución Democrática, el senador Luis Sánchez Jiménez señaló que el drástico debilitamiento de la rentabilidad de esta actividad no sólo reduce el atractivo de la privatización del petróleo mexicano, sino también la capacidad de negociación del gobierno frente aquellas empresas que pensó idóneas para llevar adelante el nuevo desarrollo petrolero del país.
“Con la tramposa Ronda Cero”, agregó, se pensó que Pemex podría sostener el nivel de producción y un flujo estable de aportaciones fiscales durante los años siguientes, dando tiempo para que los nuevos operadores se incorporaran y se hicieran cargo del futuro de la industria, “pero esto no está ocurriendo y el país se encuentra al inicio de lo que pudiera ser una crisis económica de alto impacto”.
Ante este escenario, convocó al gobierno federal a la cordura, “a detener la licitación de las reservas petroleras y a parar la entrega del patrimonio de los mexicanos a intereses extranjeros”.
La senadora Dolores Padierna Luna, también del PRD, aseveró que lo que hace el gobierno federal con estos recursos es una “sinrazón”, pues con la segunda convocatoria de la Ronda Uno se entregan a las petroleras extranjeras contratos para extraer hidrocarburos en aguas someras; es decir se están ofreciendo reservas probadas de petróleo que tienen alto nivel de certidumbre y que le pertenecen a Pemex.
Ello es alarmante porque viola la Constitución y la propia reforma energética que establece que este tipo de campos se le queden a Pemex. No obstante, se los quitan a nuestra petrolera para dárselos a particulares, apuntó.
Su compañero de grupo parlamentario, Benjamín Robles Montoya hizo un llamado “a quitarse la venda partidista de los ojos” y de aceptar que la reforma energética “ha fracasado, que no se puede ganar despojando, que no se puede convencer mintiendo”.
El senador Jorge Aréchiga Ávila, Partido Verde Ecologista de México, reconoció que el modelo energético que derivó de la nacionalización del petróleo y el establecimiento de una empresa estatal única sustentó gran parte de las finanzas públicas y permitió el desarrollo económico durante décadas.
Sin embargo, agregó, es necesario reconocer que las circunstancias del Siglo XXI son muy distintas y que el modelo energético de nuestro país se dirige al camino correcto, pues moderniza las reglas e instituciones en esta materia y se transita de un monopolio estatal, que ya no era eficiente, a un esquema abierto y competitivo, “cuyos beneficios ya empiezan a registrarse en el bolsillo de los mexicanos”.
Reiteró que esta enmienda “no contradice los ideales que el ex presidente Cárdenas anunció a México y el mundo el 18 de marzo de 1938, pues el petróleo que se encuentra en el territorio nacional pertenece a todos los mexicanos”.
En tanto, la senadora Martha Palafox Gutiérrez, del Partido del Trabajo, señaló que en la época moderna a los gobiernos de la alternancia les tocó “la abundancia de vender tres millones y medio de barriles diarios de petróleo a casi 200 dólares por barril”.
Sin embargo, además de los gasolinazos mensuales que lesionan “desconsideradamente” la economía familiar, “no vemos llegar la tan anunciada riqueza y las bondades de la última etapa y el fin de la expropiación petrolera”.

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