Número-261

  • Presentan en el Senado el libro “La incompatibilidad del Código de Justicia Militar con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos”.
  • La función de seguridad pública debe de estar a cargo de cuerpos policiacos integrados por civiles y no por militares “disfrazados de policías”.

Mientras no cambie de fondo el Código de Justicia Militar y se inscriba desde el enfoque de la reforma en materia de derechos humanos de 2011, para crear un sistema garantista hacia un debido proceso legal, se continuará teniendo un “ente arcaico que va hacia atrás”, afirmó la senadora Angélica de la Peña Gómez.
Durante la presentación del libro “La incompatibilidad del Código de Justicia Militar con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos” dijo que es necesario establecer nuevas reformas que permitan garantizar un respeto pleno a los derechos humanos de todas las personas sin ningún tipo de discriminación.
Señaló que este libro hace un estudio de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que trata el asunto de Rosendo Radilla y los cambios que se impulsaron en el Código de Justicia Militar.
Este estudio demuestra que falta mucho por hacer, hemos cumplido medianamente con grandes avances y esto es parte de los retos que tenemos por delante, puntualizó.
Santiago Corcuera Cabezut, miembro del Comité sobre Desapariciones Forzadas de la ONU advirtió que cuando un gobierno toma la “equivocada” decisión de utilizar a las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, se produce un incremento exponencial en las violaciones de derechos humanos, generando un espiral de violencia.
Señaló que la función de seguridad pública debe de estar a cargo de cuerpos policiacos, integrados por civiles y no por militares “disfrazados de policías”, porque no podemos engañar a la población diciendo que se tienen policías nuevas cuando han sido nutridas con personal militar al que simplemente se le cambió el uniforme.
El secretario de estudio y cuenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Raúl Mejía Garza, subrayó que no hay un fundamento para aceptar que los militares sigan cumpliendo funciones en tiempos de paz, fuera de barracas; y mientras no se desarrolle una limitante en su conducta que vaya en cooperación con autoridades civiles, será complicado recalificar sus funciones dentro del esquema constitucional.
No hay un parámetro para decir cuál es el elemento competencial que habilita a los militares, para estar en las calles en auxilio de autoridades civiles, expresó.
José Antonio Guevara Bermúdez director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, dijo que es necesario construir una jurisdicción militar que vaya de acuerdo y exclusivamente a las funciones que en tiempo de paz tienen que estar desempeñando, “la cual es guardar la disciplina dentro de los cuarteles y no hacer ningún tipo de actividad que tenga que ver con atribuciones anticonstitucionales”.
En la presentación del libro también estuvo presente Alejandro Anaya Muñoz, catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económicas.

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