Es importante dar seguimiento puntual al debate sobre software libre en el mundo, ya que permitirá a los legisladores mexicanos tomar decisiones para preservar la libertad alcanzada en la red y en la creatividad de la gente, afirmó el senador Francisco Castellón Fonseca.
Al inaugurar el foro Software libre en México, reflexiones y oportunidades, el legislador perredista señaló que el concepto de propiedad intelectual cambiará de acuerdo a los nuevos parámetros que se manejan en el mundo.
Sin embargo, explicó que este debate a nivel internacional ha generado bastante preocupación, sobre todo entre los mandatarios de los grandes países, porque ven un Internet “moral y civilizado” que es muy contrapuesto a la libertad con la cual se ha desarrollado la red a nivel mundial.
Ante este panorama, mencionó que la Comisión de Ciencia y Tecnología, de la cual es titular, ha abordado “mucho el tema de la libertad de la creatividad”, por lo que es importante seguir de cerca este debate no sólo en el Senado sino en todo el país.
Al respecto, Richard Stallman, fundador del Movimiento de Software Libre, aseguró que el software privativo genera un sistema de colonización digital porque mantiene a sus usuarios “divididos e impotentes”.
Divididos --explicó-- porque se les prohíbe redistribuir copias de programas, e impotentes porque no tienen el código fuente del programa y por tanto no pueden cambiarlo.
En este sentido, manifestó que el software privativo despoja a los usuarios de su libertad e impone un sistema social injusto por el poder del dueño del programa sobre ellos.
Por ello, consideró que este tipo de programas no deberían existir, porque son un problema social y se debe buscar su eliminación.
“El programa privativo --aseguró Stallman-- es un yugo, una trampa”.
Indicó que los programas privativos de más uso suelen tener funcionalidades “malévolas”, ya que imponen “maldades” al usuario, lo vigilan, lo restringen con los datos en su propia computadora y también pueden tener “puertas traseras”.
Ejemplificó que un paquete privativo que contiene todo ello es Microsoft Windows, debido a que “se ha demostrado la presencia de las funcionalidades de este tipo, incluso una puerta trasera universal con la cual Microsoft tiene el poder de imponer cualquier cambio en los programas y funcionalidad malévola en la maquina”.
También el Iphone, porque se le han descubierto funciones de vigilancia, agregó.
Además, destacó que el software privativo tiende a generar monopolios, pues aún teniendo una elección entre varios programas “no es posible escapar” de ellos.
Por ello, subrayó que se debe hacer lo posible para que el software sea libre y para que sus usuarios también lo sean, toda vez que estos programas respetan la libertad y la solidaridad social de la comunidad.
Explicó que el software libre cuenta con cuatro libertades esenciales: ejecutar el programa que se quiera, estudiar el código fuente y cambiarlo para que el programa haga la informática como el usuario quiera, ayudar a los demás al distribuir copias exactas de éstos y el contribuir a la comunidad.
“Si no tienen esas libertades, dijo, es el programa el que tiene el control de los usuarios y así el dueño, a través del programa, tiene el control de los usuarios”.
En la mesas de análisis, Gustavo Lazalde, de la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó que el software libre representa una alternativa tecnológica económica y de calidad que ofrece la flexibilidad necesaria para el desarrollo de la investigación y la docencia.
La educación, enfatizó, “no puede desligarse de la tecnología” y es indispensable que ésta sea libre, “que permita explorar, copiar, reconstruir, hacer y deshacer” para generar conocimiento.
Mucha de la investigación que se realiza en México --subrayó-- no sería posible sin el uso de este tipo de herramientas, por lo que es urgente promulgar leyes a favor de tecnologías libres y de una sociedad del conocimiento.
Por la Universidad de Guadalajara, Alejandro López resaltó que en la globalización se requiere una educación libre, multimodal, multicultural, colaborativa y centrada en los estudiantes, pero para ello, es requisito que los alumnos obtengan conocimientos por diferentes vías.
El uso de tecnologías en las escuelas, señaló, “ya no es un lujo”, y con el software libre se permite adaptar, mejorar y copiar programas, por lo que si se introduce en las universidades existe la posibilidad de potenciar el desarrollo de las capacidades, analizar e investigar y colaborar en proyectos a nivel mundial.
Con ello, aseguró, los tiempos de desarrollo para tecnología de punta se minimizarían, se reduciría la piratería y se ahorrarían recursos.
Para León Felipe Sánchez Ambia, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la utilización de esta herramienta “debe ser una prioridad nacional”, ya que puede servir para concientizar a los ciudadanos “a que existen derechos que podemos y debemos ejercer”.
A su vez, Daniel Rodríguez, desarrollador de software, refirió que “el nuevo petróleo del siglo XXI es el trabajo colaborativo en red, por lo que la tecnología se convertirá en un factor estratégico del desarrollo social del país”.
Además, presentó el portal de Internet Encicloabierta para apoyar, mediante un catalogo de recursos electrónicos, la enseñanza en primaria y secundaria.
En la mesa sobre software libre y gobierno, Sergio Carrera Riva Palacio destacó la necesidad de aplicar requisitos que garanticen servicios públicos “interoperables” y en este sentido se tiene que favorecer el desarrollo de programas abiertos.
Alberto Bolaños, de Iconograf México, consideró que los gobiernos son responsables de aplicar los recursos que obtienen de los ciudadanos de manera productiva.
Por eso, agregó, “estamos a favor del software libre, como primera opción, en el gobierno, pues con él se puede ser eficiente en la implementación, emplear a desarrolladores locales, controlar la seguridad, compartir experiencias en los tres niveles de gobierno y evitar la dependencia tecnológica”.
A su vez, Omar Lara, de e-México, consideró necesario generar una industria nacional de software libre que involucre una participación social “extremadamente activa” y fundar las bases para la construcción de la soberanía tecnológica.
En este sentido, indicó que las economías que usan las tecnologías del conocimiento resultan más competitivas con la utilización del software libre.
Posteriormente, Rolando Cedillo, de Red-HAT, informó que cerca del 70 por ciento de los servidores de Web en el mundo utilizan software libre, por lo que estos programas se han convertido progresivamente en un requisito indispensable para el uso de la red.
Sin embargo, aclaró que no todas las empresas que proveen soluciones abiertas, hacen buen uso del software libre.
Cabe destacar que en el foro también se abordaron temas sobre el papel de la educación, el gobierno, industria y sociedad civil en el desarrollo del software libre.
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