Número-604

  • La Cámara de Senadores y el Archivo General de la Nación rindieron un homenaje al luchador social y activista político.
  • Si viviera, en estos momentos el escritor estaría del lado de las víctimas de Ayotzinapa y de la autonomía universitaria, reiteró Barbosa Huerta.

El presidente del Senado de la República, Miguel Barbosa Huerta, y el subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación, Felipe Solís Acero, develaron una placa en las instalaciones del Archivo General de la Nación, para conmemorar el centenario del natalicio del escritor José Revueltas.
Barbosa Huerta afirmó que por su lucha por la libertad, José Revueltas enfrentó la ilegalidad, la falta de justicia e incluso el autoritarismo que permeó en algunos gobiernos.
Destacó que por más de dos años, el escritor fue encarcelado en la antigua Penitenciaría de la Ciudad de México, conocida popularmente como Palacio de Lecumberri, “pero no encerraron a su pensamiento ni a sus ideas”.
Enfatizó que actualmente las instituciones en México han avanzado y mantienen una posición democrática, de pluralidad, diversidad y tolerancia, pero persiste la desigualdad, un acceso limitado a la justicia y la violación a los derechos humanos.
Ante este escenario, el legislador expresó: “Hay que tener fe en el derecho, como el mejor instrumento de la convivencia humana; hay que tener fe en la justicia, como el destino normal del derecho; hay que tener fe en la paz, como sustituto bondadoso de la justicia, pero sobre todo hay que tener fe en la libertad, sin la cual no hay ni derecho, ni justicia, ni paz”.
Manifestó que en estos momentos, José Revueltas estaría del lado de la autonomía universitaria, de las víctimas de Ayotzinapa, de la investigación de la verdad, del fincamiento de responsabilidades de los culpables y del lado de los jóvenes.
La senadora Blanca Alcalá Ruiz, presidenta de la Comisión de Cultura, aseveró que el activista estaba convencido de que la sociedad capitalista mantenía alienados a los trabajadores y de que la única forma de libéralos era la abolición del capitalismo y las clases sociales.
Sin embargo, enfatizó, José Revueltas no llegó a la cárcel por actos de violencia, nunca optó por ese tipo de acciones, nunca consideró que el movimiento social estuviera listo para una confrontación con el gobierno de manera abierta, ni propuso realizar actos de sabotaje o de violencia dirigidas a algún líder, pero fue su pensamiento y sus convicciones las que le hicieron permanecer en Lecumberri.
La legisladora del PRI hizo un llamado para leer los textos del escritor y a que, en estos momentos complejos para la historia de México, sea la crítica, la reflexión y la propuesta lo que nos pueda unir.
Felipe Solís Acero expresó que por participación en el movimiento estudiantil de 1968, Revueltas ingreso a lo que entonces era la cárcel preventiva de la Ciudad de México, el 18 de noviembre de ese año, donde permaneció hasta 3 de mayo de 1971.
El también profesor universitario, agregó, fue un “inconforme permanente” a cuya crítica pertinaz no escaparon las organizaciones políticas a las que militó y que actuó siempre con limpieza intelectual.
Solís Acero también afirmó que el avance de la democracia ha sido un logro colectivo, de ciudadanos, partidos políticos, agrupaciones sociales y gobierno, que cambio profundamente la faz de nuestra patria.
La directora del Archivo General de la Nación, Mercedes de Vega Armijo, resaltó que son incontables los casos de personas que fueron calificadas de transgresoras, subversivas o sediciosas y sufrido por ello encarcelamiento, condena o incluso la muerte; a este grupo, dijo, y junto a personajes que de “alzados” se convirtieron en héroes, pertenece José Revueltas.
El escritor y activista político duranguense, agregó, fue un acucioso observador de la condición humana y de la sociedad mexicana a la que procuró transformar desde su particular óptica.
Aclaró que la placa es un reconocimiento público al autodidacta, humanista y escritor, al otro, al que piensa diferente, al compatriota que con sus reflexiones y creaciones pudo disentir y reflejarnos; haciéndonos partícipes de esa voluntad de conciencia y ese afán de justicia nacidos con la humanidad.
En el acto, la hija del escritor, Olivia Revueltas, expresó que estos tiempos “son duros y delicados”, pero este acto llena de esperanza por un México de justicia, igualdad y sabiduría.
A la develación de la placa también asistieron los senadores Ismael Hernández Deras, del PRI; Mariana Gómez del Campo Gurza, del PAN; y Alejandro Encinas Rodríguez, del PRD.

0-0-0