Por unanimidad, la Cámara de Senadores aprobó la minuta que modifica el Artículo 7 de la Ley General de la Educación para ampliar sus alcances en materia de educación nutricional y revertir el problema de obesidad infantil que enfrenta México.

La reforma, avalada con 91 votos a favor, establece que los programas educativos que imparten el Estado y particulares deben fomentar la educación nutricional, estimular la educación física y la práctica del deporte.

Con esta modificación, consideraron los senadores, “se cristaliza el compromiso del Estado en la persecución de estilos de vida más saludables para el bienestar general”.

Las comisiones de Educación, Salud y de Estudios Legislativos, encargadas de dictaminar la iniciativa, consideraron relevante que las escuelas sean los promotores de mejores hábitos alimenticios.

Coincidieron en que con información exacta sobre lo que constituye un régimen alimenticio, los colegios se transforman en vehículos efectivos para construir una sociedad más sana.

Es así que aunado a lo dispuesto en el artículo 3 de la Constitución, las instituciones educativas tendrán entre sus fines informar a la niñez sobre prácticas alimenticias sanas que cubran sus necesidades nutricionales para incrementar su calidad de vida.

Para la senadora por Acción Nacional, María Teresa Ortuño, la iniciativa establecía “estimular la educación física y la práctica del deporte, así como la cultura de una sana alimentación para prevenir desequilibrios nutricionales, trastornos derivados de la conducta alimentaria, obesidad y padecimientos crónico degenerativos”.

Pero la Cámara de Diputados, con un criterio adecuado, la modificó, pues al tratarse de una ley general no había necesidad de entrar en tantos detalles y simplemente se estableció que era necesario “fomentar la educción en materia de nutrición y estimular la educación física y la práctica del deporte”.

Por su parte, el senador de la misma fracción, Ernesto Saro Boardman, señaló que el enfoque preventivo de esta reforma es el adecuado para combatir a la obesidad no sólo con prohibiciones.

Apuntó que es indispensable trabajar desde las escuelas para que los niños sean los principales responsables de lo que deben consumir para su propios beneficios.

En representación del grupo parlamentario del PRI, el senador Ramiro Hernández García manifestó su postura a favor, ya que se requiere modificar hábitos que generan graves problemas de salud.

Enfatizó que no se debe dejar en manos de la publicidad la alimentación de los niños, por lo que esta modificación debe acompañarse de políticas públicas que transformen la realidad social que viven.

Francisco Castellón Fonseca, senador perredista por Nayarit, dijo que el tema tiene que ver con el entorno cultural de los infantes, por lo que es éste es el que se debe cambiar y no sólo lo que hay en la ley.

El también senador perredista Antonio Mejía Haro externó que en México hay más de 70 mil muertos a causa de enfermedades relacionadas con la obesidad, por lo que el tema es de vital importancia.

La educación nutricional --enfatizó-- no es sólo hablar de alimentos sino informar cuáles proporcionan los nutrientes que requiere cada organismo.

Su compañero de bancada, el senador Tomás Torres Mercado sugirió trabajar en conferencia con los diputados para legislar en favor del fomento a la cultura de la nutrición.

Las reformas se remitieron al Ejecutivo federal para los efectos del artículo 72 Constitucional.


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