• Hoy es posible aspirar a despetrolizar la economía nacional, afirma.

Las leyes secundarias en materia energética se apegan estrictamente a la reforma que soberanamente el Senado aprobó en diciembre pasado, con una votación muy por encima de la mayoría calificada, aseveró el senador David Penchyna Grub, al fijar el posicionamiento del Grupo Parlamentario del PRI a favor de las minutas enviadas por la Cámara de Diputados por las que se expiden las leyes de Ingresos sobre Hidrocarburos y del Fondo Mexicano del Petróleo, así como para reformar la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley General de Deuda pública.

Nadie ha cuestionado la constitucionalidad del conjunto de leyes energéticas, subrayó el legislador priista durante la reanudación de trabajos de las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público, de Energía y de Estudios Legislativos, Primera.

Está por empezar el reto para que Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), participen con gran competitividad y sean orgullo de la nación, de lo cual se puede tener seguridad, pues cuentan con una nueva legislación robusta que les da acceso a estándares internacionales.

En el Grupo Parlamentario del PRI, agregó, queremos un modelo legislativo para el bien de México y nuestros hijos, destacó al reconocer la labor realizada por la Cámara de Diputados que puso énfasis en el equilibrio de poderes al realizar cambios a las iniciativas presentadas por el Ejecutivo, y remitió al Senado minutas completas y robustas.

Con las minutas en revisión, sostuvo, se echa por tierra la percepción de que se pretende desaparecer a Pemex y CFE, pues queda claro que el objetivo es fortalecerlas a través de instrumentos financieros.

En cuanto a lo fiscal, destacó, lo cierto es que por primera vez se disminuye la carga para Pemex con objetivos tangibles. Hoy es posible aspirar a despetrolizar la economía de México, sin pensar en recurrir a falsas posturas ni varitas mágicas, aseguró.

Concerniente a ingresos, Pemex se fortalece para que compita en un plano de igualdad frente a los competidores extranjeros, quienes podrán venir a explotar los recursos en nuestro país, pero con un modelo fiscal estricto que garantice la renta petrolera en beneficio de los mexicanos.

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