COMUNICADO-1049

•  La pobreza es la peor forma de violencia hacia las mujeres, afirma senadora Luz María Beristain

•  En este sexenio, México ha incrementado 50 por ciento el gasto público dedicado a las mujeres

Durante el VI Encuentro Anual del Grupo de Mujeres Parlamentarias de Parlamentarios por las Américas (ParlAmericas) se llevó a cabo la Mesa de Trabajo “Logros en relación a la garantía de la igualdad: experiencias en la promoción de legislación y de programas que benefician a las mujeres”.

En su participación, la senadora Luz María Beristain, del PRD, destacó que la peor forma de violencia hacia las mujeres es la pobreza, que les impide el acceso a la educación y a los espacios públicos de poder donde se toman las decisiones que afectan su vida.

Las mujeres “tenemos que aspirar a tener el poder en nuestras manos, a gobernar para poder reencauzar y redirigir las políticas públicas de nuestros países hacia la igualdad de género, hacia el goce universal de todos esos derechos sociales y humanos”, manifestó.

La doctora en Ciencias Sociales, Teresa Incháustegui Romero, apuntó que la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), de la Organización de las Naciones Unidas, es el instrumento más importante en materia de derechos humanos de las mujeres, ya que ha permitido incorporar en las constituciones de los países signatarios el principio de igualdad entre hombres y mujeres.

No obstante, dijo, existe una tarea para las legisladoras en términos de armonización de las constituciones con los códigos de familia, civiles, penales, laborales y comerciales. Instancias como ParlAmericas les permiten compartir experiencias, buenas prácticas y consolidar los derechos de las mujeres a través del anclaje legislativo.

Hay países que han firmado las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo, pero no las han bajado a sus legislaciones ni a sus políticas públicas. De esta forma, afirmó que en la región existe una brecha de 25 por ciento entre el salario de mujeres y hombres por realizar el mismo tipo de trabajo, incluso teniendo la misma formación educativa.

En el caso de México, Incháustegui Romero señaló que las mujeres ocupan únicamente el 12.5 por ciento de las secretarías de Estado, el 16.6 por ciento de las subsecretarías y el 19 por ciento de puestos directivos. Mientras tanto, en el Instituto Nacional Electoral sólo el 25 por ciento de los consejeros son mujeres y en el Consejo de la Judicatura Federal no hay una sola mujer.

Recordó que recientemente se reformó el artículo 26 constitucional para obligar a que toda planeación nacional, estatal y municipal y todos los programas institucionales tengan perspectiva de género. Asimismo, se reformó el artículo 1º para reconocer el nivel constitucional de los derechos humanos previstos en tratados internacionales y convenciones, celebrados por el Estado mexicano.

El Plan Nacional de Desarrollo planteó la igualdad de género como un eje transversal para todos los sectores, con metas e indicadores de seguimiento. En este sexenio se ha observado un incremento de 50 por ciento en el gasto público dedicado a mujeres, alcanzando los 22 mil millones de pesos.

En la Mesa de Trabajo relataron las experiencias de sus países en materia de promoción de los derechos de la mujer la senadora de Uruguay, Constanza Moreira; la senadora de Jamaica, Imani Duncan-Price; la senadora de Canadá, Suzanne Fortin-Duplessis, y la diputada de El Salvador, Margarita Escobar.


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