COMUNICADO-626

•  En la sesión de hoy se guardó un minuto de silencio en memoria del escritor colombiano y del crítico literario mexicano

•  Destacan congruencia ideológica de García Márquez

El Senado de la República guardó un minuto de silencio en memoria del escritor y periodista Gabriel García Márquez, a quien los senadores consideraron como un hombre universal que creció entre la selva, los olores frutales en su natal Colombia y entre cuentos relatados por su abuela, así como por el ensayista y crítico literario mexicano Emmanuel Carballo, quien falleció el pasado 20 de abril.

Sobre García Márquez, el presidente en funciones de la Mesa Directiva, senador del PRD, Luis Sánchez Jiménez, expresó que México, Colombia y el mundo han perdido a un emblemático hombre de las letras.

“Ha muerto un gran escritor. Su ausencia genera dolor, sin embargo nos deja el recuerdo de la personas que trascienden en el tiempo”. Su trabajo y visión trascenderá y será difundida por las generaciones que formó y a las que dio vida; ha sido una sensible pérdida para nuestra sociedad y el mundo de las letras, expresó.

La senadora del PRI, Blanca María del Socorro Alcalá Ruiz, explicó que en “Cien años de Soledad” García Márquez nos describe el mal de insomnio que azotó a los habitantes de Macondo que de tajo les negó sus recuerdos, su historia y sus memorias.

Esa --apuntó-- es una de las más grandes hazañas de la literatura de “Gabo”: ponernos frente a las circunstancias de que la desmemoria opera en contra de nuestra naturaleza y en contra de nuestra identidad y que termina en olvido permanente de quiénes somos.

La legisladora dijo que en su obra reconocemos mucho de la idiosincrasia latinoamericana, las múltiples calles llenas del colorido de Bogotá, de Barraquilla o de Cartagena, de La Habana o de París, de Acapulco o de la Ciudad de México. Habla del interés del autor por su gente, sus costumbres, sus sueños y sus desgracias.

Desde la tribuna, el senador del PAN, Javier Corral Jurado, expresó que García Márquez creció en un mundo mágico, que fue el microcosmos de donde salieron los personajes de su obra literaria. “Un microcosmos que inundó un universo literario que el mundo conocería y llamaría realismo mágico”.

Consideró que lo último que hubiera deseado García Márquez --definido a sí mismo como un tímido e incorregible-- es que el mundo literario se rindiera a su pies; “seguramente el Gabo se hubiera vuelto a morir de vergüenza”.

Su vida --agregó-- fue de hecho una novela o un gran reportaje según se vea.

Para el senador del PRD, Zoé Robledo Aburto, el escritor y periodista colombiano ya era inmortal y trascendente antes de morir y su obra fue ganando terreno a la historia y también se ganó un lugar en la memoria de sus lectores.

Pocas vidas y pocas obras en Latinoamérica nos han dejado tanto. Su obra era única, envolvente y sorprendente, pues describió la realidad con ojos sabios, apuntó.

Comentó que García Márquez fue un hombre universal que decidió vivir en México y hacer de este país un lugar para escribir, inspirarse, echar raíces y para criar a sus hijos, para poner en orden y en papel el cumulo de sus sensaciones y recuerdos conocidos e imaginados.

La senadora del PT, Layda Sansores San Román, destacó la congruencia ideológica del escritor al “pintar su raya con el poder”, permanecer a lado de los movimientos de izquierda, alzar la voz contra el imperialismo y fungir como conciliador y mediador en la pacificación de algunos países de América.

Dijo que sólo “seres excepcionales” como García Márquez declinan a formar parte del poder y defienden con dignidad y decoro su oficio. Es parte esencial de su grandeza, pues como escritor defendió su labor como el mejor del mundo, desafió los designios paternales y en tiempos difíciles encaró la pobreza.

Aseguró que su obra sobrevivirá y por su ejemplo de congruencia será siempre vocero de Latinoamérica, a la que consideró una “patria grande”. Murió García Márquez y estremeció el corazón del mundo y salieron a revolotear por todas partes las anécdotas de su vida y las mariposas amarillas, expresó.

En su turno, la senadora María Elena Barrera Tapia, del PVEM, mencionó que las letras se encuentran de luto por la pérdida de dos grandes productores e integrantes del círculo literario nacional e internacional: Gabriel García Márquez y Emmanuel Carballo.

Del colombiano, la legisladora expuso que sus obras trascendieron fronteras con su característica pluma de literatura fantástica y realista a la vez, además de ser representativas de la sociedad hispanoamericana como “Cien años de soledad”, “El coronel no tiene quien le escriba”, “Crónica de una muerte anunciada”, “El amor en los tiempos de cólera”, “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada”, entre otras.

Sobre Carballo mencionó que él era quien recibía y revisaba cada capítulo terminado de “Cien años de soledad”. Recordó que, además de escritor fue ensayista e impulsor de escritores mexicanos como Juan García Ponce, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis y Carlos Fuentes.

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