COMUNICADO-615

•  Destacan importancia del Senado en la elaboración de leyes secundarias de cambio climático y protección civil

•  Consideran que la reforma energética contradice esfuerzos internacionales de reducción de emisión de gases

Especialistas, académicos e investigadores alertaron que los efectos del cambio climático impactarán la seguridad alimentaria de México, incrementará los niveles de pobreza y migración, además consideraron que la reforma energética no ayuda a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Durante el foro “Cambio climático: riesgos, adaptación y mitigación”, Salvador Lluch- Cota, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, sostuvo que debido al cambio climático, se están  afectando los principales cultivos, por lo que se impactará la seguridad alimentaria.

Consideró que las principales líneas de acción en las que puede actuar el gobierno son la observación, la generación de datos fidedignos y el monitoreo, con el objetivo de hacer proyecciones y tomar medidas sobre este problema.

Robin Leichenko, de Rutger University, dijo que el cambio climático es un riesgo en el incremento de la pobreza, la migración y la generación de conflictos y, además, un factor que multiplica las amenazas a la seguridad humana, la falta de agua, de alimentos, a la habilidad de las personas para vivir en un lugar seguro.

Afirmó que también afecta al gobierno y sus capacidades de respuesta ante situaciones extremas, por lo que resaltó la importancia de llevar a cabo una cooperación formal transfronteriza.

Roberto Sánchez Rodríguez, del Colegio de la Frontera Norte, resaltó la importancia del Senado en la elaboración de las leyes secundarias de cambio climático y de protección civil.

Enfatizó que el positivo de las leyes secundarias es darle el peso al valor institucional, pues dijo que poco se hace en trabajar coordinadamente entre órdenes de gobierno y de esta forma, los tomadores de decisiones puedan tener capacidad de respuesta ante el cambio climático.

Patricia Romero-Lankao del National Center for Atmospheric Research, alertó que ante las condiciones actuales México, Estados Unidos y Canadá son vulnerables y están expuestos a los efectos del cambio climático.

Expuso que por más que nos adaptemos a un cambio climático, si no mitigamos lo que va a ocurrir, de mantenerse los altos niveles de emisiones, van aumentar los riesgos climáticos y éstos van a imponer a los tomadores de decisiones, como a los senadores, límites u obstáculos que no se podrían superar.

Amparo Martínez Arroyo, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, destacó la falta de un fuerte lazo científico, por lo que indicó que este Instituto es una instancia de integración, acercamiento y coordinación entre el gobierno, el sector público y la ciencia para encontrar las mejores rutas para la protección del país ante el cambio climático.

Comentó que se debe de trabajar de forma transversal con otras instancias de gobierno, crear un fuerte lazo con los científicos y con los innovadores tecnológicos para tomar medidas y enfrentar el cambio climático.

La especialista Claudia Sheinbaum consideró que el objetivo de la reforma energética es aumentar la producción de petróleo, lo que es una contradicción frente a los esfuerzos internacionales de reducción de emisión de gases de efecto invernadero.

En su opinión, la política energética en México no busca disminuir las emisiones de dichos gases y ejemplificó que la Ley de Cambio Climático sólo contempla “metas aspiracionales” en esta materia.

Subrayó la necesidad de que el país disminuya su consumo de combustibles fósiles y eleve el nivel de vida de la población, además de que la política energética debería reducir la producción y el consumo de energía y establecer una transición hacia fuentes renovables.

Para Omar Masera, investigador de la UNAM, la mitigación del cambio climático se puede lograr al diversificar los sistemas productivos y poniendo en práctica nuevas técnicas y manejo de tecnologías, así como conservando y restaurando los ecosistemas.

Mencionó que la reforma energética debe tener como objetivos reducir la dependencia de combustibles fósiles e impulsar la eficiencia de las bioenergías; “si no tiene esas metas realmente es una reforma que no va contribuir a la mitigación del cambio climático”.

En su turno, Michael Hanemann, profesor emérito de la Universidad de California, señaló que se espera que a finales de siglo la temperatura en el mundo aumente dos grados Celsius, y ello provocará efectos extremos locales como ondas de calor, inundaciones, precipitaciones fuertes, entre otros fenómenos irregulares.

A su vez, el académico estadounidense Jayant Sathaye, hizo notar la urgencia de eliminar la corrupción en este ámbito, pues al combatir este problema también se ayuda a reducir las emisiones de efecto invernadero.    

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