COMUNICADO-530
• Presentan en Senado Tomo VI sobre “Trabajo del Hogar”
• Reconocen que hace falta legislar en pro de los trabajadores domésticos
Las comisiones unidas para la Igualdad de Género, de Derechos Humanos y de Atención a Grupos Vulnerables, se congratularon por el anuncio que hiciera la Secretaría de Gobernación relativo al envío próximo del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, para su estudio y ratificación y por el cual se establecen normas laborales para los trabajadores domésticos.
En la presentación del Tomo VI sobre “Trabajo del hogar” de la colección “Legislar sin discriminación”, la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, titular de la Comisión para la Igualdad de Género, reconoció la labor de Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH AC) y acreedora del Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación 2013.
La senadora Hilda Estela Flores Escalera, presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables resaltó que el reconocimiento del trabajo del hogar, dentro del derecho laboral mexicano ha significado una evolución normativa, conceptual e institucional que parte de la base de que el trabajo no es una realidad homogénea sino que se presenta bajo diversas formas.
La Ley Federal del Trabajo, explicó, reconoce algunos derechos de los trabajadores del hogar remunerados, sin embargo no está armonizado con los derechos establecidos en la Constitución ni con los Instrumentos internacionales en la materia.
La legisladora del PRI dio a conocer que presentó una iniciativa para promover el trabajo del hogar como actividad merecedora de trato digno y de observación estricta a los derechos humanos, y subrayó que la obra que se presenta hoy se analizará a fondo para materializarla en reformas para que el trabajo doméstico se dé en un marco de derechos e igualdad.
La subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón García, resaltó que quienes realizan el trabajo doméstico son personas en condiciones de pobreza, indígenas, migrantes que no hablan español o que no tienen edad para trabajar.
Dicha situación, los coloca en “franca vulnerabilidad” y facilita la violación a sus derechos humanos y al trato injusto y discriminatorio, contrario al mandato constitucional y a los estándares establecidos en instrumentos internacionales.
La funcionaria pública expresó que de octubre a diciembre de 2013, 2.28 millones de personas se dedicaban al trabajo del hogar (4.33 por ciento de la población económicamente activa), de los cuales 9 de cada 10 son mujeres que no gozan de guardería y no reciben una remuneración adecuada ni cuentan con otros derechos y, además, enfrentan el estigma de la discriminación por trabajar en el hogar.
Refirió además que el Convenio 189 de la OIT, contribuye a garantizar a los trabadores domésticos sus derechos humanos a través de obligaciones específicas para lograr que el trabajo digno sea una realidad para ellos, pues reconoce un estándar mínimo de protección equiparable al que rige a cualquier otra categoría de trabajadores.
Por su parte, Ana Güezmes García, representante de ONU Mujeres México, reconoció el avance en el marco del reconocimiento de derechos para las y los trabajadores del hogar.
El anuncio sobre la próxima ratificación del Convenio 189, dijo, llama a dos líneas de trabajo: por un lado erradicar todo tipo de trabajo doméstico infantil, y por otro: armonizar la legislación nacional con los tratados internacionales de derechos humanos. La constitución aboga por ello y la ratificación de este convenio será un paso más en ese sentido, puntualizó.
Al presentar una introducción al libro, Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) mencionó que en éste se presenta un apartado del marco normativo vigente en el que se exponen los derechos que actualmente son afectados por la distinción desventajosa que tiene la norma mexicana.
Se afecta a la estabilidad en el empleo, a la indemnización en caso de despido justificado, salario suficiente, jornada de trabajo, pago de horas extras, prestaciones laborales, ambiente laboral libre de violencia, vacaciones remuneradas, derecho de igualdad a la no discriminación, derechos de la infancia trabajadora y seguridad social, indicó.
Además, expuso que la propuesta legislativa que se presenta advierte modificaciones a la legislación para homologar el marco normativo vigente con el óptimo, entre ellas, reformas a la Constitución, las leyes federales del Trabajo, de Transparencia y Acceso a la Información Pública, de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares; las del Seguro Social, del Infonavit, de Salud, Orgánica de la Administración Pública Federal, así como a los códigos Fiscal de la Federación y Penal Federal.
Asimismo, expresó que el Convenio 189 de la OIT no alcanza la totalidad de los derechos laborales pero “sí es un piso del legislativo” mucho mejor que el actual en el país.
Por otra parte, Thomas Wissing, titular de la Organización Internacional del Trabajo en México, enfatizó que el libro parte de un enfoque de no discriminación y del reconocimiento que la política y la legislación debieran tener hacia la no discriminación.
En éste, dijo, se hace un análisis exhaustivo de los convenios internacionales ratificados por México e interpreta su alcance con enfoque óptimo de la mayor protección posible para cualquier trabajador incluyendo a los trabajadores del hogar.
No es un análisis conceptual sino que retoma experiencia de Argentina, Brasil, Bolivia y Uruguay que han avanzado en su legislación en favor de los trabajadores domésticos, aclaró y precisamente con base en ello, reconoció la necesidad de consultar, en el proceso legislativo, a los actores directamente involucrados como actores sociales, empleadores, sindicatos y los propios trabajadores.
Finalmente, Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para empleadas del Hogar CACEH AC, reconoció que las actividades que el Senado ha realizado, contribuyeron para visibilizar el tema de las trabajadoras del hogar, pero sobre todo porque se comienza a usar el lenguaje de los derechos que tienen las trabajadoras del hogar en los hogares en México.
A los legisladores les refirió que en sus manos está legislar en favor de más de dos millones de trabajadores del hogar, por lo que pidió que el Convenio sea ratificado sin reservas.
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