BOLETÍN-388

El Senado de la República y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) presentaron el libro “Itinerario Crítico, Antología de textos políticos de Octavio Paz, compilada por Armando González Torres, como parte de los festejos para conmemorar el centenario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura.

El presidente de la Mesa Directiva, Raúl Cervantes Andrade, resaltó que el también diplomático mexicano fue testigo de uno de los siglos más importantes del desarrollo de la humanidad y que “nunca estuvo del lado total de los comunistas o socialistas, pero tampoco del lado del mercado o de la democracia”.

Octavio Paz, dijo, “fue crítico de todos y cada uno de los sistemas”, “provocador de ideas”, que escribía de la justicia, de la libertad, del sistema político, de la democracia y de las inquietudes que como sociedad necesitamos para el desarrollo de nuestra existencia.

Señaló el senador Cervantes que después de un siglo tan intenso, como fue el siglo XX, “no hemos encontrado el modelo adecuado en el que se ejerzan de manera plena los derechos humanos”, y los textos del escritor son un insumo para discutir y ser “provocadores críticos de nuestra realidad”.

Al respecto, la senadora priista Blanca Alcalá Ruiz, presidenta de la Comisión de Cultura, explicó que esta publicación “palpa” la lógica del pensamiento político de Paz, a través de textos relacionados con la democracia, partidos políticos, relaciones internacionales, entre otros temas.
Refirió que el escritor mexicano se formó durante la época de consolidación del movimiento revolucionario y su juventud fue “desafiada” con diferentes ideologías como el fascismo, el comunismo, el anarquismo y ya en su etapa de madurez demostró interés por asuntos de la más diversa índole.
Indicó que el libro describe al joven poeta que seguía de cerca al Partido Comunista y que fue cambiando su visión de esta corriente al grado del “desencanto y la ruptura” con la izquierda ortodoxa, reflejada en la denuncia de los campos de concentración soviéticos. Asimismo, aborda su enfoque y postura de los movimientos estudiantiles de 1968.
Esta selección de 26 escritos --agregó-- van dibujando a un Octavio Paz que desde edad temprana se cuestiona las influencias de la creación en el ensayo hasta vislumbrar aspectos del ser mexicano, “que no hay duda retomaría años después en el Laberinto de la Soledad”.
González Torres destacó que Octavio Paz “rechazó desde su juventud la idea del escritor recluido en la mera esfera literaria”. Para él, agregó, “el poeta tenía una misión que iba mucho más allá de la efusión estética y convocaba a la inteligencia, a la integridad moral y al valor civil para indagar, hurgar y criticar su circunstancia y contexto”.

De ahí que se ocupara de asuntos artísticos e intelectuales más disimiles, que haya escrito poesía, pero que también se dedicara al periodismo, a la crítica, a la filosofía o a la política.

Dijo que Paz nunca militó en un partido político ni ocupó “puestos políticos prominentes”, pero asumió la tarea de escribir de política más como obligación moral que como ocupación profesional.

Armando González resaltó que el Premio Nobel abogó por la revolución estética y moral, exaltó los instintos libertarios, crítico los vacíos sociales del liberalismo, las posibilidades de pervención de las democracias gobernadas por el dinero, pero, al mismo tiempo, rechazó el cambio político violento y desconfió de los “nihilismos intelectuales y de los revolucionarios de cubículo”.

En tanto, Jesús Silva-Herzog Márquez expresó que una manera para celebrar el genio de Octavio Paz es “deshojarlo”, recuperando la personalidad y la identidad de cada una de sus piezas intelectuales, literarias y poéticas, “y es a través de este libro que se nos entrega esa labor de una nueva lectura”.

Dijo que de la obra de Octavio Paz en materia política, se puede reconstruir la vida de un hombre que está combatiendo por sus ideas y que reflexiona con otros, pero también consigo mismo “y es a través de los capítulos de la antología que podemos identificar que hay un equilibrio, que se está buscando un argumento y su opuesto”.

Mencionó que el Premio Nobel de Literatura no consideraba a la democracia como una pieza de ingeniería que depende solamente del armazón, “sino como una obra compleja de la paciencia y la cultura”.
A su vez, el politólogo Jorge Javier Romero señaló que esta obra es central para entender la evolución del pensamiento de Paz, quien consideraba que la crítica era un antídoto y un instrumento para desenmascarar “los falsos absolutos y denunciar sus atropellos”.
Mencionó que en el libro se encuentran textos que dan cuenta de la ruptura del escritor no sólo con el pro sovietismo, que alguna vez profesó, sino con la idea de la revolución y con la interpretación marxista de la historia.
En su ensayo El Ogro Filantrópico --expuso-- Octavio Paz realiza “una de las mejores reflexiones, si no es que la más clara, sobre el régimen del PRI”, pues “la manera en que entiende al Estado mexicano y al PRI como parte fundamental integral de ese Estado, que surgió de la Revolución Mexicana, me parece que sigue teniendo una vigencia extraordinaria”.

Previamente, los titulares de la Mesa Directiva, Raúl Cervantes Andrade; de la Comisión de Cultura, Blanca Alcalá Ruiz y del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, así como la viuda del escritor Marie José Tramini, develaron una placa en el Auditorio del Senado Octavio Paz, para rendir un homenaje al poeta mexicano.


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