La certificación y colegiación profesionales buscan establecer un control de profesiones sensibles para la sociedad como la medicina, la abogacía, la ingeniería y lo relacionado a la seguridad.

Así lo expresaron la senadora Arely Gómez González, del PRI; y los senadores Manuel Camacho Solís, del PRD; y Roberto Gil Zuarth, del PAN; quienes presentaron una iniciativa conjunta de reformas en esta materia.

Gil Zuarth hizo énfasis en que, actualmente, nuestro sistema no prevé mecanismos para garantizar la calidad en la prestación de servicios profesionales, ni las consecuencias en caso de deficiencias, por parte del profesional.

La propuesta introduce dos mecanismos: la colegiación, para que los pares regulen el desempeño profesional y se conviertan en controladores de sus colegas en el gremio; y la certificación, que implica la verificación de los programas de formación, pues hoy proliferan “escuelas patito”.

El senador del PAN manifestó que la iniciativa cumple con los requisitos y estándares internacionales de mecanismos o modelos de autorregulación profesional; “al tiempo que equilibra razonablemente bien el hecho de que el Estado sigue siendo garante del buen desempeño, tanto de las instancias de colegiación o de certificación como de la responsabilidad resultante del ejercicio profesional”.

Subrayó que la certificación tiene el propósito excluir del mercado las escuelas que no generan las competencias necesarias para ejercer un determinado servicio profesional.

La legisladora Arely Gómez aclaró que la iniciativa no es “una cacería de brujas, de que vayamos a ir contra todos quienes poseen títulos falsos, o que vayamos en contra de las escuelas patito”.

Explicó que eso le corresponde a la Secretaría de Educación Pública, aunque subrayó que si se aprueba la reforma se exhibirán las personas que tengan un título falso y agregó que quienes decidan inscribirse, certificarse, serán quienes estén en el registro nacional.
El perredista Manuel Camacho Solís dijo que los propios colegios son los idóneos para determinar cuál es el mejor sistema de evaluación para las profesiones.

Dijo que “nadie mejor que ellos sabrán no sólo cuál es el conocimiento mínimo necesario, sino cómo va cambiando con el paso del tiempo ese conocimiento”.

Yo estoy seguro de que de esa forma funcionaría mejor, en lugar de tener una oficina gubernamental con controles burocráticos, manifestó el senador.

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