Versión estenográfica de la firma del Convenio Marco de Colaboración con el Fideicomiso del Centro Histórico, en el Senado de la República.

SENADOR OSCAR ROMÁN ROSAS GONZÁLEZ: Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.

 

Senador Roberto Gil Zuarth;

 

Senador Adolfo Romero Lainas, presidente de la Comisión de Bibliotecas y Asuntos Editoriales del Senado de la República;

 

Maestro José Mariano Leyva Pérez Gay, Director del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México;

 

Licenciado Jesús Alfonso García Roiz, Director de Administración y Finanzas del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México;

 

Licenciada Claudia Berenice González, Subsecretaria jurídica del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México.

 

Distinguidos invitados: Les damos la más cordial bienvenida a este evento donde firmaremos el convenio general de colaboración entre el Senado de la República y el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, que tiene como propósito el establecimiento de la gran biblioteca del Centro Histórico de la Ciudad de México.

 

Como presidente de la Comisión Bicamaral del Sistema de Bibliotecas del Honorable Congreso de la Unión, he visto con beneplácito la presente iniciativa en la cual la biblioteca parlamentaria Melchor Ocampo del Senado de la República seguirá trabajando como parte importante de la Red de Bibliotecas del Centro Histórico de la Ciudad de México.

 

En esta ocasión, nos convoca un proyecto muy relevante: La conformación de la gran Biblioteca del Centro Histórico de la Ciudad de México.

 

Esta biblioteca digital tendrá un portal o sitio web que integrará en el catálogo colectivo la fascinante riqueza documental de bibliotecas que se asientan en nuestra histórica ciudad capital.

 

Pero no sólo eso; se incluirán los libros digitales con una variedad temática considerable, los cuales podrán ser consultados en el texto completo por el público y desde cualquier lugar del mundo. Por supuesto, siempre respetando los derechos de autor correspondientes.

 

Además, con la ayuda de las tecnologías de información y comunicación, se podrá consultar el acervo patrimonial a través de la aplicación móvil, permitiendo el acceso a la biblioteca a través de teléfonos inteligentes y tabletas.

 

Esto nos podrá a la vanguardia, a la divulgación de información cultural, educativa, económica, jurídica, etcétera.

 

Así, mediante la cooperación institucional, estaremos poniendo a la disposición del gran público la valiosísima colección de obras a través de los recursos que para tal propósito disponga el fideicomiso de la ciudad.

 

Cabe mencionar que el Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión cuenta también con la Biblioteca Legislativa de San Lázaro y nuestra histórica Biblioteca del Honorable Congreso de la Unión; la que, por cierto, en estos días está cumpliendo su 80 aniversario, en el que festejaremos el próximo 12 de agosto con un sorteo superior de la Lotería Nacional, al que aprovecho la oportunidad para invitarlos muy cordialmente.

 

Decía que el Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión se integrará a la gran Biblioteca del Centro Histórico, dando cumplimiento al mandato de otorgar la más amplia publicidad de las actividades a través de las cámaras y con los recursos documentales con que se cuenta.

 

Por ello, la trascendencia de este acto en el que las voluntades del Poder Legislativo se ven movidas para consolidar el conocimiento de la cultura parlamentaria nacional, que mediante tecnología llegará a los lugares más alejados de nuestra nación, y por supuesto de cualquier país del mundo.

 

Sean, pues, bienvenidos a este acto y expresamos nuestros mejores deseos para que el fideicomiso de la Ciudad de México y las bibliotecas del Centro Histórico logren concretar esta noble tarea de preservar y divulgar la riqueza bibliográfica y documental de los acervos que nos dan historia, cultura y pertenencia, como una nación diversa y plural.


Agradezco al doctor José Mariano Leyva Pérez Gay nos dé mayores detalles sobre la trascendencia, alcance y justificación y motivaciones que sobre la Biblioteca de la Ciudad de México se tiene en este momento.


También quiero resaltar y dar la bienvenida a la senadora Diana Díaz Lizama, vicepresidenta de la Mesa Directiva. Sea usted bienvenida, senadora, y le cedo el uso de la palabra al director José Mariano Leyva y a todos muchas gracias por su atención.

 

DOCTOR JOSÉ MARIANO LEYVA PÉREZ GAY: Gracias senador, gracias a todos los senadores por estar aquí, a los amigos, a los invitados.

 

Yo estoy convencido que hay un valor que está muy depreciado últimamente, que es el valor del conocimiento. Iniciativas como las que hemos arrancado en el gobierno de la Ciudad de México, de la mano del Senado, hace exactamente lo contrario.


Frente a la barbarie, frente al dolor, frente al enojo, sólo nos queda el conocimiento.

 

Las bibliotecas que el Centro Histórico de la Ciudad de México tiene son un acervo invaluable de información, de actos de tolerancia, de libros de nuestro pasado. Son las piezas de un rompecabezas que nos definen y que nos identifican el día de hoy.

 

Hacer una red de bibliotecas de Centro Histórico tendría que ser prioridad de cada uno y de todos los políticos. El día de hoy, con este acto que estamos haciendo, es un principio muy sólido para caminar exactamente ese camino.


El hecho de que no veamos toda la información que resguardan los archivos, que resguardan las bibliotecas y que encima, como lo estamos haciendo el día de hoy, sumando voluntades políticas, sociales, lleguemos a un punto en el cual, más allá del presente y nos podamos concentrar por un momento en el pasado, sólo nos da a todos solidez.

 

El Centro Histórico, con los acervos que tiene, con las bibliotecas que tiene, es parte de esa identidad. La idea de hacer esa red de bibliotecas es muy concreta. Son bibliotecas que tienen informaciones muy particulares y generales.

 

Juntarlas y ponerlas a disposición de aquella persona que quiera revisarlas, que tenga la facilidad para revisar su pasado, su presente, simple y sencillamente es el acto político más noble.

 

Yo me congratulo de estar el día de hoy, me congratulo de que este evento, de que esta propuesta haya tenido eco con las personas que están presentes, realmente lo agradezco.


No significa, no es un acto político, va mucho más allá de eso, es un acto social que va a trascender y que va a fincar finalmente una identidad concreta, que va a ayudar a toda la gente a entender quiénes son.


La apertura de acervos de información, de identidades, es lo que tenemos que hacer.

 

Agradezco enormemente al Senado, a todos los que están aquí, por darnos la facilidad al Fideicomiso del Centro Histórico, al gobierno de la Ciudad de México, para que ese proyecto sea viable y que llegue al mejor de los sitios.

 

Muchas gracias.

 

SENADOR ADOLFO ROMERO LAINAS: Muy buenas tardes a todos, señor senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado; al senador Oscar Román Rosas González, presidente de la Comisión Bicameral del Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión; maestro José Mariano Leyva Pérez Gay, director general del Fideicomiso del Centro Histórico; al doctor Ricardo Montes Gómez, director de la Biblioteca del Senado “Melchor Ocampo”; al doctor Arturo garita Alonso, secretario general de Servicios Parlamentarios; compañeras y compañeros senadores y demás funcionarios que hoy son testigos de este acto.


Sin duda, doctor, los mexicanos tenemos presente y tenemos pasado, es lo que
 nos hace la gran diferencia de nuestro país vecino, tenemos raíces y orgullosamente mexicanas.

 

Hoy veo con agrado la culminación del esfuerzo que se ha realizado en el seno de esta Comisión Bicameral para formar parte de la Red de Bibliotecas del Centro Histórico de la Ciudad de México, que dio inicio con la firma del Memorándum de Colaboración, en septiembre del 2014, que tuve oportunidad de gestionar como Presidente de esta Comisión Bicameral.

 

Es una oportunidad importante la que tenemos frente a nosotros el día de hoy.

 

Arroja resultados de los diferentes esfuerzos institucionales para esta red de bibliotecas, sea convertida en una punta de lanza a través de la aplicación de las nuevas tecnologías de vanguardia, lográndose de esta manera motivar a que otras bibliotecas se unan a este esfuerzo e invitando a las nuevas generaciones a acercarse al material bibliográfico y legislativo que forma parte del acervo de las bibliotecas del Congreso de la Unión.

 

Por su parte, la aportación documental e informática que realizará la Biblioteca Melchor Ocampo del Honorable Senado de la República, estaremos contribuyendo a lograr mejores condiciones para que alumnos, académicos, investigadores y público interesado dispongan de una manera sencilla, clara y accesible, toda la información de la que se dispone en nuestros acervos, contribuyendo al engrandecimiento y fortalecimiento de las demás bibliotecas de la Ciudad a través del sistema coordinado que se presente con la firma del presente convenio.

 

Reitero mi compromiso con esta causa no sólo porque deviene de un mandato constitucional verterlo en el Artículo Sexto de nuestra Suprema norma, que se garantiza a los mexicanos y las mexicanas el acceso a la información, sino porque como integrante de esta Comisión Bicameral y como Presidente de la Comisión de Bibliotecas y Asuntos Editoriales del Senado de la República, estas acciones nos permiten establecer estrategias para la coadyuvancia entre las bibliotecas que conforman esta red y por ende robustece el acervo cultural de nuestra Nación.

 

Celebro que para la formación de esta Red de Bibliotecas del Centro Histórico de la Ciudad, sean las nuevas tecnologías las que desempeñen el papel fundamental, ya que de esta manera lograremos posicionarnos en la distribución y acceso a la información a través de la integración de nuevas modalidades digitales que nos pongan al día en esta realidad globalizada que se mantiene en constante cambio.

 

Finalmente, expreso mi agradecimiento a todos quienes son, con su esfuerzo y que me incluyo, han logrado la constitución de la Red de Bibliotecas del Centro Histórico de la Ciudad de México, a la que hoy se une el acervo de la Biblioteca Melchor Ocampo, a través de la firma de este convenio de colaboración con el Fideicomiso del Centro Histórico, deseando que sea el inicio de diversas actividades coordinadas para alcanzar uno de los más nobles objetivos: La preservación y divulgación del patrimonio cultural de nuestro país a través de las bibliotecas.

 

Es cuánto. Muchas gracias por su atención.

 

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenas tardes tengan todos ustedes.

 

Quiero, en primer lugar, destacar la presencia esta tarde del Presidente de la Comisión Bicameral del Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión, del senador Óscar Román Rosas González, del senador Adolfo Romero Lainas, integrante de la Comisión Bicameral del Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión, de la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, Vicepresidenta de la Mesa Directiva, que nos acompaña para servir de testigo de esta suscripción de un convenio importantísimo.

 

Por supuesto darle la bienvenida, agradecer este esfuerzo, agradecer la oportunidad, la iniciativa al Fideicomiso encabezado por el doctor José Mariano Leyva Pérez Gay, Director General del Fideicomiso Centro Histórico; a los colaboradores del Fideicomiso, sean ustedes bienvenidos a la Cámara de Senadores, bienvenidos al Congreso de la Unión.

 

Este propósito, este convenio es de la mayor relevancia.

 

Decía hace un momento el doctor Leyva que los mexicanos tenemos que empezar a encontrar soluciones y salidas a la irritación, a nuestro enojo, pacificar una sociedad cada vez más plural, con tensiones, con contradicciones, con una enorme y profunda desigualdad que no solamente se expresa en lo económico sino también se expresa en el acceso a condiciones de vida digna, donde quienes tienen mucho desplazan a los que tienen poco, y donde no es posible que cada quien pueda resolver por sus propios méritos y sus propias decisiones su futuro.

 

Donde les cuesta mucho más trabajo a quienes nacen en una circunstancia diferente, que a quienes por la lotería natural pueden obtener la posibilidad de salir adelante.

 

Y una de las soluciones para pacificar a nuestra sociedad, para salir de ese enojo, de esa irritación, es justamente reconquistar los espacios públicos.

 

La pacificación del país pasa precisamente porque la sociedad, los ciudadanos regresemos a los espacios públicos. Los espacios públicos entendidos como esos parques donde se recrea la tolerancia, donde se recrea el entendimiento, la convivencia, donde nos reconocemos unos y a otros como parte de una misma comunidad a pesar de nuestras diferencias, a pesar de nuestros distintos tonos de piel; a pesar de la forma distinta de entender el mundo, de entender nuestra realidad, pero en los cuales no significamos en función de nuestro común denominador, que es la condición de nuestra propia dignidad.

 

Por supuesto que las bibliotecas son esos espacios públicos. Son espacios donde nos encontramos con otros, pero también donde nos encontramos con nosotros mismos; donde tenemos el acceso al conocimiento, a las sensibilidades artísticas, donde podemos revisar la historia, donde podemos aprender de las generaciones futuras donde alguna vez podemos incluso imaginar mundos alternativos ante soluciones a nuestras propias condiciones, donde tenemos posibilidad de imaginar pero también de hacernos de la ciencia y de la frialdad de las condiciones técnicas que resuelven nuestras propias realidades de convivencia.

 

Este convenio trata de crear un gran espacio público de conocimiento, el gran espacio público de las bibliotecas del Centro Histórico, de las bibliotecas que están por distintas razones y por distintos esfuerzos institucionales en la Ciudad de México.

 

El esfuerzo de crear bibliotecas en el Congreso de la Unión inició paradójicamente con la pluralidad democrática.

 

Hace algunos años, antes de 1997, las bibliotecas del Congreso de la Unión eran simplemente espacios para resguardar libros, la reserva legal, las publicaciones habituales del Congreso de la Unión, donde incluso no había diversidad alguna, donde no había otras formas de pensamiento en competencia.

 

Pero justamente con la pluralidad democrática, y específicamente con aquella emblemática Quincuagésima Séptima Legislatura, la primera sin una mayoría de un partido político, se creó el Sistema de Bibliotecas del Congreso de la Unión.

 

Ese sistema tenía como propósito no solamente albergar conocimiento. Hoy diríamos plataformas de información, porque la evolución tecnológica nos ha llevado a que ya no necesitamos resguardo de papel o de impresiones, sino que las nuevas bibliotecas son fundamentalmente virtuales.

 

Donde no solamente se albergara información editada, documentada, impresa, sino también donde se generase información valiosa para la toma de decisiones, debate sobre nuestras realidades y sobre las soluciones a nuestras realidades, y también se generase conocimiento.

 

Y las bibliotecas del Congreso de la Unión empezaron a hacer eso: sistemas de investigación, formas de apoyar el trabajo legislativo y de recrear y de representar la pluralidad que había llegado de lo social a lo político gracias al avance democrático en nuestro país.

 

Este esfuerzo implica crear un espacio virtual, donde cualquier persona que visita la Ciudad de México, que vive en la Ciudad de México a través de mecanismos de enlace institucional podrá saber qué existe en cada una de las bibliotecas que integran esta red.

 

Que si tiene interés de conocer una información específica, alguna información que genera alguna de las instituciones o que tiene albergada algunas instituciones, podrá saber con claridad dónde encontrarla, cómo consultarla y, lo más importante, acceder a ella en condiciones de oportunidad, de prontitud y de fácil acceso.

 

Vivimos en la época no solamente de las tecnologías, sino también en la época de la transparencia. En la época en la cual tenemos que garantizar todas las instituciones públicas el debido acceso de los ciudadanos a la información que se genera en la interacción pública, se genera en el espacio público.

 

Pero es impensable la garantía de ese derecho subjetivo, de ese derecho individual si no hay un esfuerzo institucional por sistematizar, por archivar y por poner a disposición de los usuarios de manera amigable, de manera accesible, de manera fácil y sobre todo aplicando el enorme esfuerzo y el desarrollo tecnológico para que podamos precisamente garantizar que cualquier persona tenga esa posibilidad de acceder a nuestros acervos bibliográficos, hemerográficos y a todo el gran conocimiento que ha generado la humanidad, que genera nuestro propio país y que sin lugar a dudas es la plataforma, el trampolín de desarrollo de nuestro propio país.

 

Quiero felicitarlos a todos por este esfuerzo, a los senadores que han encabezado esta iniciativa, por supuesto al Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México.

 

Es una de las pequeñas muestras de colaboración, de corresponsabilidad, de sinergias entre las instituciones, de sinergias incluso entre órdenes de gobierno, donde quizá, si a alguno de ustedes no se les hubiese ocurrido esta posibilidad, no estaríamos aquí sentados y quizás muchos miles de ciudadanos no podrían obtener los beneficios que a partir de este convenio, estoy seguro que vamos a poder ofrecer a quienes viven en la Ciudad de México, a quienes habitan la Ciudad de México o que por alguna razón visitan nuestra ciudad, el corazón del país.

 

Además de agradecerles este esfuerzo, también decirles que en el marco del desarrollo institucional del Senado, estamos por construir una nueva biblioteca, ya tenemos autorizados los fondos, estamos trabajando en los proyectos ejecutivos, en la vieja casona de Xicoténcatl, que se convertirá en el Centro Cultural del Senado de la República.

 

Renovaremos la actual biblioteca, la haremos muchísimo más grande, mucho más atractiva. Aprovecharemos que ese recinto ya no tiene funciones habituales, rutinarias, ya no es la sede rutinaria del Senado; sí es la sede oficial del Senado donde celebramos algunas ceremonias conmemorativas o sesiones solemnes, pero aprovechando la nueva dimensión histórica y cultural de la Casona de Xicoténcatl, instalaremos ahí una nueva biblioteca.

 

Una biblioteca que no solamente albergará el enorme acervo bibliográfico que tiene el Senado de la República, que comparte con la Cámara de los Diputados, en el marco del sistema, sino que también haremos un esfuerzo por albergar, hospedar nuevas tecnologías.

 

Precisamente por eso me congratulo de que este Convenio llegue en el momento oportuno, cuando daremos un nuevo paso a fortalecer nuestra presencia, la presencia de nuestras bibliotecas, como el espacio público, nuestra contribución a generar espacios públicos, donde el Senado, el Congreso de la Unión, la Cámara de los Diputados tengan una posibilidad de encontrarse con los ciudadanos, de reivindicar la tarea institucional que tenemos, pero sobre todo para cumplir el propósito, la finalidad esencial de todo espacio público, que es crear tolerancia, pacificar, entendimiento y muy buena, subrayo, muy buena convivencia entre los diferentes.


Por su atención, muchísimas gracias y bienvenidos al Senado de nueva cuenta.

 

SENADOR ADOLFO ROMERO LAINAS: Nada más si me permiten una OPINIÓN.

 

¿Cuando firmamos el convenio en el 2014 eran 56?

 

Treinta y dos. Hoy hay 80 bibliotecas en total, forman la red de bibliotecas. Era lo que le quería comentar, señor presidente.

 

 

   (FIRMA DEL CONVENIO)