(Primera parte)

SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes. Agradezco a todos su seguimiento, su presencia, su participación.
Y hoy, en esta última y onceava mesa de trabajo “Diseño de una política pública para la regulación de la marihuana”, les doy la más cordial bienvenida al Senado de la República, la casa de todas y todos los mexicanos.
Al señor gobernador constitucional del estado de Morelos, el licenciado Graco Ramírez Garrido. Muchas gracias, señor gobernador, que también será nuestro ponente, muchísimas gracias.
Así como al doctor Álvaro Santos. Al doctor Steve Rolles. Al doctor Mauricio Hernández Ávila. Al doctor Jorge Castañeda, que estará en unos minutos con nosotros. Quienes hoy integran la mesa de ponentes.
Asimismo, les doy la más cordial bienvenida al Consejo Técnico: al doctor David Kershenobich, al maestro Alejandro Hope, al maestro Manuel Mondragón y Kalb.
A Luis Mazzitelli, de la Oficina de la ONU. Al doctor Rafael Camacho Solís, muchas gracias doctor. A María Celia del Toro, del Colegio de México.
A Ricardo Cavazos Cepeda, jefe de la Oficina de la COFEPRIS. A Luis Raúl González Pérez, de la CNDH. Al doctor Mario Melgar, de la UNAM. A Luis Escobar Aubert, de SENASICA.
Al licenciado Francisco Mora Gallegos, de la Academia Mexicana de Ciencias. Al doctor Jaime Urrutia, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias. Al doctor Alejandro Madrazo, del CIDE; y al licenciado Guillermo Silva Aguilar, de la CNDH.
A todos ustedes muy bienvenidos y por supuesto, la siempre presencia y participación en todas las mesas, de la senadora Angélica de la Peña, muchísimas gracias, querida senadora por su participación y también por sus comentarios, que se realizarán un poco más adelante; así como también del señor diputado Juan Fernández Rubio y del senador Fernando Yunes, presidente de la Comisión de Justicia; y por supuesto la senadora Angélica de la Peña, de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.
A todos ustedes muy bienvenidos, muchísimas gracias.
Si ustedes me lo permiten, vamos a hacer de manera muy breve, la relatoría en torno a esta serie de audiencias públicas que hemos llevado a cabo y sobre todo, destacar la importancia que tiene el que éstas se han llevado a cabo en un marco plural, de total inclusión. La riqueza justamente de estas mesas es que ha incluido a todos; se han permitido transitar el intercambio de información de primera mano de los expertos.
También este ejercicio ha provocado en el Congreso de la Unión avanzar en la homologación de criterios, de información con estricto rigor académico y científico; cuyos elementos vienen a dar certeza y claridad en la toma de decisiones consensuadas.
Es aquí importante enfatizar que esto ha sido posible, como lo comentamos, gracias a la participación del Consejo Técnico, que ha dado una asesoría integral con enfoque transversal.
Esta discusión, como lo hemos venido realizando, tiene como objeto consolidar una política pública que venga a dar mejor respuesta al tema en cuestión y de análisis, que es el de la regulación de la marihuana.
El hecho de que este esquema contemple en su carácter multidisciplinario la voz de todos los actores, de todos los ángulos de la sociedad civil, estamos ciertos que estamos llamados también a actuar con toda responsabilidad.
La conclusión de este análisis, estoy segura que vendrá de una mejor respuesta; dará una mejor respuesta a nuestra sociedad, a los jóvenes, a la situación actual, a las políticas públicas actuales, y sobre todo que estaremos trabajando y continuaremos trabajando realizando los trabajos técnicos.
Estaremos siguiéndolos, convocándolos con los académicos, con los miembros de la sociedad civil y estaremos haciendo la presentación los propios grupos parlamentarios para poder llegar a hacer la propuesta y hacer la reforma que se requiere.
Sabemos que contaremos con la mejor información. Tendremos la información de primera mano y sobre todo consensuada con todas las expresiones y con todos quienes participaron en estas mesas, y sabremos que podremos dar respuesta a este planteamiento, y sobre todo que podremos generar una política pública de alcance, y sobre todo en beneficio de todas y todos los mexicanos.
Muchísimas gracias. Bienvenidas todas y todos.
Si ustedes me lo permiten, vamos a iniciar con las mesas de trabajo.
Le daremos la palabra al doctor Steve Rolles, Director de la Política Pública de la Transformación y sobre todo de la fundación de políticas públicas en Inglaterra.
Él, además de escribir una serie de artículos de revistas, publicaciones periódicas y capítulos de libros, fue autor principal de muchas de las publicaciones de Transform incluyendo el libro “Después de la guerra contra las drogas” una propuesta para la regulación en el año de 2009.
Es un colaborador habitual del debate público sobre la política de drogas y la ley en los medios de comunicación impreso y electrónico y ha sido ponente en diversos eventos, conferencias y consultas mantenidas por, entre otros, el gobierno de Reino Unido, de la Organización Nacional de las Naciones Unidas y muchos otros de altos organismos internacionales.
También él es parte del trabajo del Consejo de Investigación Médica. Es Licenciado en Geografía por la Universidad de Bristol, y también es Maestro en Estudios del Desarrollo de la Universidad de Manchester.
Doctor, usted hará uso de la palabra, sino antes le solicitaría al señor diputado Juan Fernández Rubio fuera tan amable de darnos la introducción al tema.
DIPUTADO JUAN FERNANDO RUBIO QUIROZ: Muy buenos días a todos.
Muchas gracias, senadora.
Nada más por una aclaración, Fernando, a sus órdenes, senadora.
Muy buenos días a todos. Agradecemos su presencia y hoy culmina una serie de intercambio de información, pero sobre todo el esclarecimiento de dudas respecto a este tema.
Es por ello que les haré la siguiente introducción:
El día de hoy llegamos a la fase final de las audiencias públicas y por ello me siento muy satisfecho y agradecido con toda la gente que vino a escuchar, a participar, pero sobre todo a proponer.
Agradezco también a todos los ponentes que hicieron posible estas deliberaciones, a mis colegas de la Cámara de Senadores y también de la Cámara de Diputados.
Pero sobre todo destaco el ambiente de respeto y de tolerancia en el que pudimos exponer nuestros puntos de vista sobre un tema que sin duda es polémico. Me congratulo de lo mucho que aprendí en estas audiencias. Creo sinceramente que todos hemos aprendido algo muy importante.
He estado reflexionando sobre la acción que debe tomar el gobierno en cuanto al escenario en donde podamos regular el uso de la marihuana y quizás de otras sustancias.

Creo sinceramente que una buena política pública es aquella que se origina a partir de la capacidad de reconocer la realidad, pero sobre todo la complejidad del problema, a partir de las evidencias. Planteo reorientar las prioridades y construir una nueva ruta para lograr que la sociedad cuente con el apoyo y los recursos del gobierno.
En México es obvio que debemos reorientar nuestras prioridades y colocar en el centro de nuestros objetivos el tema de la salud. Es también importante mencionar que el fracaso del prohibicionismo es el que ha instalado la negación del problema como una solución aparente y ha criminalizado cruelmente a los usuarios, sobre todo a los jóvenes.
Y en casi un siglo de que este enfoque sea impuesto globalmente, sobre todo en los países occidentales, es evidente que este problema ha escalado y se ha profundizado en todos sus niveles sociales.
La llamada guerra contra las drogas ha fracasado y ha generado mucha violencia, muerte y sufrimiento a miles de familias mexicanas, pero también ha potenciado paradójicamente el gran negocio ilícito del narcotráfico en este tema que viene siendo la marihuana y de otras sustancias que hasta hoy están proscritas.
Es necesaria una política pública responsable, necesariamente la cual debe contemplar el establecimiento de una estrategia nacional basada en un enfoque sí, un enfoque de salud pública, que abone las medidas respectivas, la criminalización y el esclarecimiento de los usuarios, instaurando alternativas orientadas a reducir los daños que las drogas provocan a tantas personas como a la sociedad.
Necesitamos implementar políticas integrales que contemplen la descriminalización del consumo, así como un conjunto de medidas para la prevención, la reducción del daño, tratamiento, rehabilitación, pero sobre todo la reinserción social de todas las personas que han sido criminalizadas injustamente, para lo cual es indispensable instaurar un marco institucional que verdaderamente proteja la salud y la seguridad de las personas.
Está claro que los desafíos que tenemos que enfrentar no son menores, porque para poder implementar una política basada en un enfoque de salud pública, primero necesitamos romper con la intolerancia y los prejuicios y luego con las poderosas inercias incrustadas en las burocracias que se aferran en mantener sin cambios el estado actual de la política.
Aquí yo solamente quisiera decir que es momento de que todos entremos en un proceso de reflexión y que veamos si realmente las políticas públicas que estamos generando están siendo de alto alcance y de alto impacto.
Una política punitiva impide que las personas que necesitan un tratamiento puedan tener acceso a los servicios de salud para poder rehabilitarse, lo cual en nada ayuda a reducir el consumo de las drogas porque la estigmatización, la marginación y el abandono del que son objeto quienes consumen drogas ilegales, así como el temor de ser reprimidos o enjuiciados los desalienta a buscar un tratamiento.
El derecho a la salud en México está considerado como un derecho humano.
En el artículo Cuarto Constitucional, la política de los Estados Unidos Mexicanos establece. Textual:
“Toda persona tiene derecho a la protección de la salud, y la ley definirá las bases y medidas para el acceso a los servicios de salud”.
De manera reciente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunció respecto al significa del derecho a la salud. Y cito textual:
“Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido en múltiples precedentes que el derecho a la salud se traduce en la obtención de un determinado bienestar general integrado por el estado físico, mental, emocional y social de la persona.
“Que deriva otro derecho fundamental consciente en el derecho de la integridad físico psicológica, de ahí que resulte evidente que el Estado tiene un interés constitucional en procurar a las personas en lo individual, un adecuado estado de salud y bienestar.
“Esta Primera Sala reconoció que en aras de tutelar y proteger el derecho humano a la salud, el Estado debe emprender las acciones necesarias para alcanzar ese fin, tales como el desarrollo de políticas públicas, controles de calidad de los servicios de salud, identificación de los principales problemas que afectan la salud pública del conglomerado social”. Cierro la cita textual.
No obstante todo lo anterior, existen datos muy alarmantes que evidencian que en México tenemos un problema muy serio de salud entre las personas que usan drogas ilegales.
De acuerdo con el Informe Mundial de Drogas que presentó la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en 2013, se señala que en México el 96 por ciento de las personas que se inyectan drogas se han contagiado con el virus de hepatitis C.
Este tipo de situaciones en las que un problema de consumo y despenalización llega a escalar a un problema mucho mayor de salud pública derivado del contagio, son partes de los asuntos que se podrían mitigar con una reducción del daño. Sin embargo, mientras se mantenga la criminalización del consumo no podremos lograr avances.
Es fundamental dejar de marginar, criminalizar y sobre todo debemos de generar un trato de respeto, empatía, a los usuarios. No son criminales.
La regulación de la marihuana nos sitúa en una perspectiva de avanzar en lo posible.
Podemos dar un primer paso al reconocer las cualidades médicas y terapéuticas de la cannabis y permitir que cientos de familias se beneficien con tratamientos de estas situaciones de la cual existe evidencia científica en el tratamiento de ciertas enfermedades como el glaucoma, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, el síndrome de Tourette, la esclerosis lateral amiotrófica, las convulsiones, por mencionar algunos casos.
Pero también tenemos quizá en el horizonte de medio plazo, la sentencia de la Corte.
Sí, de reconocer las cualidades terapéuticas de la marihuana y el derecho a decidir de las personas a la salud como fue lo que ha potencializado este debate: el caso de Grace.
Tenemos que ir dando pasos en otras naciones. Perdón. Tenemos que ir dando pasos.
En otras naciones han mostrado su eficiencia, como en Portugal, en Uruguay o en varios Estados de la Unión Americana; en donde la regulación aparece ya en el marco de una política pública como el principio de una solución a toda la compleja cadena de retos y problemas que representa el consumo de la marihuana.
Esta Legislatura quiere avanzar en reformas concretas, como la despenalización y la descriminalización de los usuarios a favor de la salud; y el reconocimiento de las cualidades terapéuticas de la cannabis.
Y finalizo con lo siguiente:
Es el momento en que debemos romper con el oscurantismo y permitir el inicio de la ilustración en un nuevo marco de política pública que permita el beneficio de todas y todos los mexicanos.
Muchas gracias.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Muchas gracias, querido diputado Juan Fernando Rubio, su participación inclusión al tema; y si ustedes nos lo permiten, entonces iniciaremos con la participación de nuestros ponentes.
Y como ya lo había anunciado, le damos el uso de la palabra a Steve Rolles. Muchísimas gracias por su participación.
DOCTOR STEVE ROLLES (Interpretación del inglés al español): Muchísimas gracias. Es un gran honor haber sido invitado como ponente por el Senado mexicano.
Quiero agradecer al Senado mexicano por la invitación y quiero agradecerles también por celebrar este diálogo, es de extrema importancia hacerlo; este es un punto muy importante no sólo en México, sino también en el hemisferio globalmente y es un tema que ha sido discutido en los niveles más altos de la sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas en el mes de abril, en Nueva York.
Así que estamos muy interesados en ver cómo el Senado mexicano ha mostrado su liderazgo, tanto en el desarrollo de nuevas respuestas de política pública; como comprometiéndose en formar una estrella abierta, en un debate sobre asuntos tan importantes. Así que muchísimas gracias de nuevo por la invitación.
Se me ha pedido que hable de algunas de las alternativas para la prohibición, algunos de los diferentes modelos regulatorios que pudiera México considerar para este efecto. Estoy totalmente de acuerdo con el senador sobre que la prohibición es una política pública fracasada, no nos da los resultados que esperamos tener, no protege la salud pública, no asegura la seguridad de las comunicaciones, no representa un buen valor por su dinero para los contribuyentes.
Y de hecho, ha logrado lo opuesto en todas estas cosas, por lo tanto tenemos nosotros que identificar cuáles son las alternativas que pueden proporcionar las metas compartidas que tenemos todos, que son la salud pública, la seguridad de la comunidad y un gasto efectivo.
Hoy nosotros tenemos evidencia en todo el mundo de diferentes modelos de política pública que podemos utilizar y creo que también resulta importante conforme vamos avanzando. El aprender las lecciones de las regulaciones del alcohol y el tabaco y también de los productos médicos y farmacéuticos, obviamente, queda claro que nosotros hemos hecho errores en el pasado, que tenemos que aprender de ellos para asegurarnos que éstos no se repitan de nuevo.
La regulación del cannabis nos ofrece a nosotros una oportunidad que rara vez se presenta, de poder desarrollar un nuevo modelo de política pública y hacerlo desde el principio correctamente. Hoy estamos tratando de corregir los roles que hicimos anteriormente con las políticas del tabaco y el alcohol, sin embargo en el caso de la marihuana o cannabis, nosotros tenemos hoy en día la oportunidad de poder regular de la forma correcta; desarrollando regulaciones o modelos de regulación responsables que puedan darnos los resultados que buscamos nosotros en seguridad y salud pública que todos estamos buscando.
Por lo tanto, esto ya es algo inevitable, ¿verdad? México también ya tiene una libre despenalización, los umbrales para mí son demasiado bajos y entiendo que están siendo revisados; pero si ustedes han despenalizado la posesión y uso de una sustancia, no tiene sentido el que esta persona tenga que ir a un mercado criminal para adquirir una sustancia.
Así que tenemos que abordar también el suministro regulado, así como tener los beneficios de terminar con la deshumanización productiva y negativa.
Este es el debate: ¿Cómo podemos nosotros regular hoy en día lo que es el suministro, la oferta?
Voy a mostrarles tres formas de regular la oferta que permitirán a las personas el poder producir cannabis en su casa para uso personal.
La idea de los clubes sociales de cannabis, como en el modelo español, les voy a explicar qué es, si no están familiarizados con ello. Y la opción también de lo que es ser un mercado más ampliamente regulado, más similar al de Uruguay o algunos de los modelos estatales.
Voy a abordar brevemente estos tres y después respondo preguntas, si me lo permiten.
Quiero nada más decirles que se tiene un libro que está en el sitio web de Transform, se llama “¿Cómo regular el cannabis? Una guía práctica” está en inglés y en español. Transform es la página.
Lo pueden bajar gratuitamente, así que si están más interesados en los detalles de todo lo que voy a mencionar, por favor conéctense en nuestro sitio web y bajen el libro “¿Cómo regular el cannabis? Una guía práctica”. También tenemos por aquí algunas copias impresas disponibles.
Primero vayamos al tema del autocultivo. El autocultivo, el permitir el autocultivo en un marco de descriminalización es algo que estamos viendo unos y otros en muchas jurisdicciones en todo el mundo. En Europa hoy en día hay cuatro o cinco países hoy en día que no está específicamente legislado, sin embargo, está tolerado. Se tiene una política de tolerancia con un marco de despenalización que principalmente permite el tener la posesión de una planta, así como la posesión de la droga cannabis misma. Esto funciona en diferentes formas, en diferentes países.
En Bélgica es una planta; en España era una planta, se permite la posesión de dos plantas; y estos cambios, es a través de la jurisprudencia que se hace, no es la legislación sino son los tribunales los que van fallando.
En Suiza son cuatro plantas, pero no todos los estados en Suiza, únicamente en ciertos cantones. Y en los Países Bajos son cinco plantas, se considera hasta cinco plantas como una baja prioridad para la policía no saberla procesar legalmente, sin embargo la policía sí pudiera confiscar las plantas.
Funciona diferente en diferentes países. En el continente americano es diferente porque ahora nosotros tenemos una regulación o legalización más amplia aparte de las jurisdicciones que ha realizado.
El cannabis permite el autocultivo sin la necesidad de una nueva legislación de cannabis. Así que Uruguay permite, por ejemplo, hasta nueve plantas; Colorado, Washington, Oregón y Alaska permiten entre tres y seis plantas.
Así que, como podemos ver nosotros, estos son los modelos de Yurik para permitir el autocultivo y de facto son modelos que permiten también en algunos países el autocultivo.
En términos del impacto, bueno, el impacto puede ser la reducción del mercado ilegal.
¿Por qué? Porque si la gente no se tiene que ir al mercado ilegal, pues entonces éste se va a contraer.
Creo yo que el impacto en este frente va a ser pequeño. El número de personas que utilizan un autocultivo a través de la legislación es una fracción muy pequeña del total del número de usuarios y únicamente será una pequeña cantidad de demanda, pero sí tendrá definitivamente un impacto positivo para poder reducir la escala de mercado ilícito, los problemas asociados con este en términos de violencia, corrupción, etcétera.
Uno de mis colegas va a hablar de este tema un poco más adelante.
Creo que el autocultivo tiene que estar regulado en algunas formas, pero la regulación del autocultivo es un tanto difícil, porque obviamente es un problema, si la gente está autocultivando la gente no quiere que la policía de pronto entre a su zona privada, la policía no debiera estar entrando así a las residencias privadas, así que al aplicar un sistema regulatorio de autocultivo es bastante difícil. Así que tenemos que ser un tanto más realistas sobre cómo pudiera procurarse la justicia en este sentido.
Y hay dos cosas que queremos evitar:
La primera, es una producción a gran escala y la segunda es utilidades secundarias derivadas de esto. Y la segunda es evitar el acceso a niños y jóvenes para un autocultivo del cannabis.
Estas tres cosas pueden lograrse de manera razonable si ponemos límites en el número de plantas que se permite como autocultivo en línea con grupo en Colorado. Digamos, no sé, cuatro, cinco o seis pudiera parecer un número razonable y también dejar en claro lo que la afecta a la cannabis en cualquier forma, incluyendo el autocultivo, a no adictos o a niños sigue siendo un acto de delito que debe procesarse legalmente como tal, un delito mayor.
Ahora eso es parte, además del autocultivo, hay un concepto que surgió en España en los últimos 15 años que se conoce como el Curso Social de Cannabis.
Este sistema es…básicamente es un grupo de personas que tienen autocultivos, se reúnen, por ejemplo, tenemos a 100 personas y estas personas le dan su asignación, digamos, si se les permite dos plantas en España, le dan su asignación de dos plantas a una sola persona que va a cultivarla y esta persona va a cultivar 200 con estas 100 personas y va a darles a estas personas el cannabis dentro del contexto de lo que sería un tipo de club social administrado.
En España las cifras que vemos no están claras pero hay entre 400 ó 700 clubes sociales de cannabis, básicamente en la región Vasca en la región de Cataluña, en España, y parecerían estar funcionando de una manera relativamente…hay algunas cosas o elementos clave respecto a ellos nosotros tenemos una persona que cultiva y que únicamente le da a los miembros del club, o sea, no hay una fuga del sistema al mercado.

Tenemos un número limitado de miembros que pueden pertenecer al club, todos los miembros tienen que ve ir con recomendación y crucialmente tienen que hacer uso de…y obviamente es una organización no lucrativa, o sea, nosotros eliminamos aquí lo que sería el incentivo comercial de incrementar el consumo o de reclutar a los usuarios.
El dinero generado dentro de este sistema se reinvierte como parte del club, sistema no lucrativo, que con respecto…interiormente, obviamente muestra beneficios porque claramente una tensión entre lo que sería efectividades comerciales que buscan en litigios comerciales y este tipo de modelo.
El problema con los clubes en España es que estos son operados bajo trabajo voluntario y no están regulados formalmente… derecho. Ellos evolucionaron de una forma un tanto ad hoc, es impulsado por diferentes activistas y no así por legisladores y ha habido algunos problemas que siempre juntaron…las ciudades, como por ejemplo la ciudad de Barcelona algunas personas ahora ya son parte del club social de cannabis, como un mercado y ya hay clubes gigantes como de 20 mil miembros y entonces son más bien entidades de tipo comercial y sí están teniendo utilidades y ya se apartaron totalmente del aspecto no lucrativo, con el que surgieron estos clubes.
La solución obvia a todo esto es regular toralmente y darles sentencia a los clubes que es lo que han hecho ya en el Uruguay. El Uruguay muestra que esto sí es posible y si México en futuro permite los clubes sociales de cannabis es importante que estos estén regulados y con licencias responsables, la persona que opera los clubes tiene que tener una licencia, tiene que haber un número de miembros limitado, no sé, quizás 5º ó 100 miembros del club y también es muy importante el tratar de legislar para lo que sería un club no lucrativo, con fines no lucrativos.
En términos de lo que es el derecho internacional, el auto cultivo, los clubes sociales de cannabis operan en área un tanto gris.
En los países donde esto se ha dado, por lo general ha sido dentro de una ley de despenalización.
La despenalización se permite dentro de lo que serían los tratados internacionales de consumo de drogas.
Así que lo que tiene que decirse es que este tipo de clubes no rompan con ningún tipo las obligaciones internacionales, el consejo internacional, que es el que aplica la ley y da los comentarios en los diferentes países.
En términos del uso de la droga todavía no ha dicho si estos clubes sociales son o no una violación a los tratados internacionales de drogas.
Así que parecería que si son prometidos a pesar de que son un poquito más allá de las fronteras de lo que permite el derecho internacional.
Los clubes sociales de cannabis pudieran ser más efectivos que auto cultivo nada más para poder reducir la escala de mercado ilegal.
Sin embargo yo no creo definitivamente que de una manera pudieran cubrir la mayoría de la demanda pero de alguna manera sí pudieran cubrirnos una proporción significativa. No sé, el 40 por ciento, un cuarto, una tercera parte, todo depende de qué tanto crezca.
Deben tener la licencia formal para ser efectivos y cabe hacer notar que pudieran presentarse conjuntamente con un mercado más regulado de venta al menudeo.
Esto ha sucedido en Uruguay. Uruguay tiene auto cultivo; ha autorizado su legislación, tiene también clubes sociales dentro de su legislación.
Y también Uruguay tiene lo que sería la venta al menudeo para uso no médico legalizada.
Así que los 3 modelos no son mutuamente excluyentes. Pueden presentarse los 3 en un mismo país.
Yo argumentaría que en sí lo que hace es complementarse correctamente y pueden coexistir de manera armónica.
Por lo tanto no tiene que, digamos, de primero es uno. Ustedes pueden ver una evolución de secuencia del auto cultivo, después a los clubes sociales y luego la legalización general pero pudieran ser, no sé, también los tres.
Las políticas públicas pueden tomar diferentes caminos en este sentido.
En términos de una adulación más general, o sea, cabe hacer notar que prácticamente para todas las demás otras áreas de política pública que tiene que ver con comportamientos a productos arriesgados, la regulación gubernamental es la norma.
O sea, nosotros regulamos el tabaco, el alcohol; no lo hacemos muy bien digamos pero lo hacemos.
También la conducción de un vehículo, los deportes arriesgados, la maquinaria pesada, los fuegos artificiales.
Nosotros regulamos prácticamente todo, excepto algunas drogas como el cannabis, que por razones históricas nosotros hemos dejado la regulación en este caso a los criminales y al mercado ilegal.
Así cuando hablamos nosotros de regulaciones, nosotros realmente estamos hablando de poder aplicar lo que sería la lógica regulatoria y el aprendizaje de años de experiencia de los gobiernos en este ámbito, algo que todavía no ha sido regulado históricamente.
Y visto desde este ángulo, la regulación del cannabis no es una posición radical, o una posición extrema. Es algo normal de lo que hacemos nosotros para todo lo demás.
Así que realmente se trata de retomar el control de este mercado, regular el riesgo, de manera que pueda reducir lo que es los daños sociales y generales de salud pública vinculados con el uso del cannabis y el mercado del cannabis.
Claramente la regulación establece parámetros alrededor de diferentes elementos del mercado y las actividades que se llevan a cabo más allá de estos parámetros seguirán siendo para esos tres.
Legislan y regulan; ustedes no van a hacer que todo sea legal. Algunas actividades seguirán estando proscritas, por ejemplo, la venta a los niños debe estar proscrita, la venta de ciertos productos.
Vamos, no se trata de un mercado totalmente libre y no se trata tampoco de una liberalización general.
Muchas veces se piensa que es cada quien haga lo que sea; no es un libertinaje.
La regulación quiere decir otra cosa. La regulación quiere decir establecer parámetros que se apliquen después de conformidad con el derecho.
Y para mí una regulación responsable está entre los extremos de lo que sería un mercado libre, legal, totalmente desregulado por un lado, y otro totalmente no regulado, pero ilegal o regulado por los criminales, por el sector criminal por el otro. Así que se trata más bien de un punto pragmático entre ambos extremos, que nos permitirá a nosotros regular de manera responsable algunos elementos clave del mercado para poder reducir lo que son los daños causados a la salud pública y sociales.
Brevemente, antes de terminar, la pregunta es ¿qué es lo que vamos a regular nosotros en el mercado?
La respuesta es: vamos a regularlo todo, efectivamente vamos a regular la producción; podemos nosotros licenciar a los productores y decirles qué es lo que pueden reducir. Podemos regular nosotros los productos mismos o sea, qué tanta potencia pueden tener; hablamos nosotros de cannabis en hierba, concentrado, ingerible, aceite, ¿de qué estamos hablando nosotros?
Podemos nosotros regular los niveles de impuestos, los precios y podemos regular también el empacado, en términos de la información que debe tener el producto, las advertencias en términos de salud, podemos regular los proveedores, o sea quién puede venderlos, quiénes son los que deben salvaguardar la disponibilidad, podemos licenciarlos o podemos implementar requerimientos de capacitación para que puedan asesorar con respecto a los riesgos y peligros de una droga en particular. Y si una persona está teniendo problemas, puedan referirse a los tipos de servicios correctos.
Podemos también los puntos de venta, en donde se van a vender la densidad, la ubicación y el horario y la apariencia en términos de la señalización.
Podemos también regular la comercialización de los productos, se permite que haya marcas, promociones, publicidad. Vamos, probablemente no lo permitiremos, sería mucho más como la Organización Mundial de la Salud, que tiene la Convención Marco para el control del tabaco, que no permite ningún tipo de marcas o convención en términos de publicidad.
Nuestro punto de vista es que queremos nosotros satisfacer la demanda de manera funcional, pero no tener actividades comerciales que la estimulen de una manera que se incremente el consumo y el daño público a la salud; queremos nosotros satisfacer la demanda pero no estimularla.
Y finalmente, podemos regular a los compradores y usuarios, o sea, ¿quién va a tener acceso a este mercado en términos de controles de edad y cuánto y dónde van a poder consumir este tipo de productos?
Así que tenemos nosotros con ello un menú muy flexible de herramientas regulatorias, arreglando a diferentes opciones y nosotros elegiremos cómo poder aplicar estas diferentes herramientas, a diferentes productos, en diferentes lugares; de forma que podamos nosotros tener los mejores resultados posibles.
Y hoy en día se tiene buena evidencia de algunas otras jurisdicciones sobre cómo los diferentes modelos pueden funcionar. Tenemos nosotros un modelo mucho más de control Estatal en Uruguay; algunos de los modelos de regulación Estatal en los Estados Unidos son de tipo comercial; y empezamos a ver ya los resultados de los diferentes modelos que han sido implementados de otro punto de vista; es mucho más que necesitamos nosotros, recomendaríamos algo mucho más parecido al modelo de Uruguay, desde nuestro punto de vista.
El proceso por el que se pasó en Uruguay para poder desarrollar este proceso, fue dirigido por los términos de prioridades de seguridad pública, y salud pública para poder involucrar a todos los actores y que entre todos participaran y decidieran las cosas. Ellos no lo apresuraron, o sea, no hay porqué apresurarse.
Vamos, a pesar de que sí hay una necesidad urgente de abordar los problemas resultantes de una política pública fallida; tenemos nosotros que hacerlo con el tiempo suficiente y los riesgos más importantes son sobre comercialización; así que nosotros seríamos mucho más de un modelo tipo Uruguay, más que un modelo de tipo Colorado.
Habiendo dicho todo esto, inclusive un modelo comercial como el de Colorado, únicamente desde nuestro punto de vista, sería preferible al desastre de lo que es el control por parte del sector criminal y la prohibición y los resultados en Colorado hasta ahora no parecerían ser demasiado malos. Vamos, no ha habido un incremento dramático en el uso por parte de jóvenes ni de vinculación con incidentes de tráfico por su regulación, en fin.
Cualquiera de los resultados posibles desastrosos que muchos antes dijeron que iban a verse, que iban a generar muchísimo ingreso, que se iban a ver no se vieron.
Por otro lado, han tenido muchos impuestos generados que se han aplicado para poder hacer valer en este sector y lo más importante, sí ha habido una reducción dramática en procesos legales por posesión o suministro ilegal del 90 por ciento, así que sí hay una caída muy importante en la penalización y manejo de criminalidad.
Y obviamente tenemos muchos ahorros en el sistema criminal; obviamente todavía no tenemos datos de Uruguay porque lo han hecho con tanta lentitud, digámoslo así, que todavía no tenemos la prohibición de primeros resultados.
Así que sería muy bueno, como en Uruguay, pero un poco más rápido que lo que hicieron ellos.
Y nada más para poder terminar la presentación, quisiera hacer un par de comentarios.
Para nosotros el énfasis tiene que hacerse en la regulación como para retomar el control del mercado. El mercado del cannabis existe, no es algo que vaya a desaparecer. La prohibición no lo ha logrado; al contrario, continúa creciendo bajo la prohibición.
Así que tenemos dos opciones: O dejarlo en las manos del crimen organizado o podemos regularlo a través de las autoridades apropiadas dentro de lo que sería un marco legislado que establezca las prioridades de seguridad comunitaria y salud pública.
Es retomar el control de algo que nosotros cedimos hace, no sé, 50 o 70 años.
Y mi segundo punto como conclusión es: Hay que regular el cannabis no porque sea seguro consumir cannabis, no, no es seguro. Tenemos que hacerlo porque es arriesgado, al contrario, no porque es seguro.
Pudiera ser mucho más riesgo que quizá el alcohol y el tabaco, ciertamente es menos arriesgado que la heroína y la cocaína; sin embargo, también el cannabis en su consumo tiene ciertos riesgos.
Es debidamente y precisamente por estos riesgos que los usuarios que consumen mucho o que los jóvenes, la gente que tiene problemas mentales resultado de esto tenemos que tener un sistema regulado consciente.
Si nosotros vemos algo ilegal y está en manos del crimen organizado nosotros no podemos hacer ninguna intervención para tratar de proteger a estos grupos.
La regulación no va a resolver todos los problemas del mundo de las drogas. La regulación del cannabis ciertamente tampoco lo va a hacer, sin embargo, sí va a tener un efecto positivo: va a mostrar liderazgo aquí en México, en la región y globalmente.
En el sentido de que nosotros podamos entender cómo ha fallado históricamente la prohibición y podemos ver otras alternativas que pueden ayudarnos a lograr las metas compartidas.
El último punto es: Cada vez más tenemos que ver el cambio. No es algo que tiene que ser de la noche a la mañana. No tiene que ser una revolución, puede ser algo gradual.
Sí hay una necesidad urgente del cambio, pero no tenemos que apresurarnos, tenemos que hacerlo bien, correctamente. Tenemos que ver la evidencia, tenemos que proceder con precaución experimentaría y viendo qué funciona y estar dispuestos a responder en la evidencia y ser flexibles.
Si probamos algo que no funciona, pues ¿por qué no dar un paso para atrás? Si sí funciona, pues vámonos más rápido. Pero lo que tenemos que tener es una evidencia correcta; tenemos que hacerlo de forma científica.
Necesitamos nosotros un monitoreo y evaluación adecuados sobre los indicadores clave de desempeño en seguridad comunitaria, salud pública, gasto eficiente, y lo tenemos que hacer siempre basado en las evidencias de lo que ha funcionado.
Muchísimas gracias.
SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Muchas gracias, doctor Steve Rolles.
Ahora, si ustedes me lo permiten, también le damos la más cordial bienvenida al diputado Vidal Yerenas Morales, que ya nos ha acompañado aquí. Muchas gracias por estar presente.
Al senador Armando Ríos Piter, que seguramente en un momento más se estará reincorporando con nosotros, pero que estuvo presente.
Y solamente quisiera hacerles algún comentario, para todos aquellos que nos ven por el Canal del Congreso y quienes amablemente nos han seguido durante toda esta presentación al público aquí presente, a los interesados de organizaciones civiles, de familias y que han mostrado su interés, si fueran tan amables de ir anotando sus preguntas, va a haber después de las intervenciones un momento para poder dar respuesta a ellas.
Pediría a las señoritas edecanes que si no tiene tarjeta les pudieran entregar una tarjeta para poder anotar su pregunta y de esa manera poderles atender.
Muchas gracias.
La segunda participación de nuestra mesa de trabajo es nuestro ponente, el doctor Álvaro Santos.
El doctor Álvaro Santos es profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown en Washington.
Además, en su último trabajo más reciente examina críticamente el modelo de prohibición para la regulación del mercado trasnacional ilícito de drogas.
Analiza la relación entre ilegalidad y violencia y explora alternativas a la guerra contra las drogas.
También el doctor escribe y enseña en las áreas de derecho comercial internacional; derecho y desarrollo económico; y derecho y política de drogas.
El doctor enseña, como ya lo habíamos comentado, regularmente en el Instituto Global de Derecho y Política en Harvard, en la academia de la Organización Mundial del Comercio de Georgetown. También en la Universidad de Texas, en la Universidad de Turín en México.
Es miembro de los consejos editoriales de la Revista Americana de Derecho Comparado; asimismo del Periódico de Derecho y Economía Internacional; de la Revista de Derecho y Desarrollo; del Periódico Latinoamericano de Derecho del Comercio Internacional y de la Revista de Derecho mexicano.
Cuenta con el doctorado y maestría en Derecho por la Universidad de Harvard y la licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Doctor Álvaro Santos le damos el uso de la voz.
(SIGUE SEGUNDA PARTE)

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