Versión estenográfica de la intervención del senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la entrega de las conclusiones del Primer Ciclo Nacional de Debates de Jóvenes Universitarios, convocado por el Parlamento Juvenil de México 2015.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Primero, de verdad, felicito su actitud, felicito su visión.
Es bueno saber que entre los jóvenes hay una vocación por profesionalizar cada vez más su accionar en el área que ustedes ya desempeñan en su vida privada; pero también su visión de ser factores en la política.
Los partidos políticos cada vez están más alejados de los jóvenes preparados o los jóvenes preparados desdeñan la relación con los partidos políticos. El Parlamento Abierto es un concepto que hoy está de moda en todo el mundo y es un concepto de transparencia, de todas las actividades que debe desarrollar un Congreso o una Cámara del Poder Legislativo.
El Gobierno abierto, que también es un concepto que está mundializándose, por cierto, Peña Nieto es el presidente frente a la ONU de ese desarrollo, del Gobierno abierto; también es un concepto de transparencia.
La transparencia, como ustedes bien lo ubican, es un tema que es –diría yo– el reclamo que la sociedad hace al mal desempeño del servicio público.
No hace mucho tiempo surgió en México el tema de la transparencia, en el año 2002 se aprobó la primera Ley Federal de Transparencia. Yo fui inclusive el entonces diputado que presentó, por primera vez, una iniciativa sobre Ley de Transparencia. Y a partir de entonces, ha habido un desarrollo no favorable.
Hubo un retroceso y desviación y creo que a partir de este Legislatura se ha reencausado el concepto de la transparencia con una reforma constitucional, con la Ley General de Transparencia, y tendrá que concluirse su andamiaje con las dos leyes federales que faltan: la Ley de Archivos y Protección de Datos, y la Ley Federal de Transparencia; y toda la armonización que en los estados tiene que hacerse de estos conceptos.
Por eso es una ley general que ya aprobamos, que establece los parámetros y competencias de las leyes estatales que tienen que aprobarse.
Bueno, entonces, en esa tesitura yo los felicito, yo valoro y me anima, de verdad lo digo sin ninguna posición demagógica, de simulación, que los jóvenes se interesen por su profesionalización. Y este tipo de hechos lo revelan, lo revelan así.
¿Todos estudian o ya son profesionistas?
Todos son estudiantes.
Les voy a dar un consejo de vida:
Terminen sus carreras, quienes no las han terminado, concluyan toda la gestión académica, métanse a ejercer su profesión y si quieren ser políticos, también hagan política. Pero no dejen de ejercer su profesión.
La política también puede ser una trampa, ¿eh?
Yo conozco muchos casos de profesionistas que al terminar su profesión se dedicaron a la política y nunca más regresaron a su profesión, se quedaron en la política y la política es de cargos, tiene que ser de otras cosas, también es de cargos, y los cargos son para muy pocos.
El protagonismo de la política es para muy pocos. El servicio público es para todo el que tenga una función de esa naturaleza.
¿Qué les quiero decir con esto?
Eso yo se lo escuché a Heberto Castillo, ¿en qué año?, por ahí del 95-96, que fue a Tehuacán a dar una conferencia. Yo soy Tehuacanero. Me había incorporado al PRD e invita a una escuela, un tecnológico de estudios superiores que hay ahí en Tehuacán a Heberto Castillo y voy su conferencia y lo escucho y me quedé grabado con esto.
Les decía a los estudiantes, porque era de estudiantes y yo estaba ahí, les decía a los estudiantes: “Terminen su carrera y dedíquense a ella. Después, si se les dan las condiciones, dedíquense a la política”. Y yo lo reflexioné y quedé muy convencido de ello.
Yo era un profesionista antes de meterme a la política profesional, soy abogado. Hoy, ya no ejerzo mi profesión, soy político de tiempo completo, desde el 98 lo soy.
Pero a ustedes que están empezando a diseñar su vida, terminen sus carreras, ejerzan su profesión, ejerzan su profesión y, si la política también es su pasión, porque también la política es una forma de vida, también dedíquenle tiempo.
Si algún día la política ya no funciona para sus vidas, se regresan a su profesión y la ejercen; pero si nunca la ejercieron, ya nunca más regresarán a su profesión. Se van a dedicar a otras cosas, a otras cosas pero no a su profesión.
Es un consejo de vida el que les doy.
A ver, yo quiero regalarles algo, aunque sea de los libros que editamos acá.
El Senado es un órgano del Estado que desarrolla funciones constitucionales que son funciones legislativas, funciones de control entre los poderes.
Es un órgano, como hoy son las cámaras, plural, donde se expresa todo el pensamiento político que hay en el país, donde se debate, se polemiza. Ya no es el órgano monolítico que antes existía. Ya es un órgano que todo el tiempo está en constante movimiento, en constante discusión.
Yo, como Presidente del Senado, me arrogo el derecho de decir mi verdad y las posiciones políticas desde el partido al que pertenezco o desde mi convicción, como veo las cosas.
Ya no es la adoración al poder por lo menos en la pluralidad política que existe, la que prevalece. Ustedes, como jóvenes, asumen la tendencia política que los tenga tranquilos con su conciencia primero y la conciencia es el bienestar del país.
Cuando yo me metí al PRD en el 94, yo me metí al PRD consciente de que no íbamos a alcanzar el poder, pero que estábamos en un partido de oposición real.

Las cosas han cambiado, se han deformado, lo digo con absoluta responsabilidad, se han deformado. Por eso la recomendación que les doy es: asuman la posición política que los tenga en paz con su conciencia y van a estar en paz con su conciencia si asumen una posición comprometida con el destino de la gente, del país.
Lo que sientan ustedes correcto es háganlo o hagan lo correcto. Dicen que el sentido común es ese sabio amigo que vive dentro de nosotros y al que consultamos en momentos de duda; nos damos cuenta si estamos en un error o en acierto.
Por ahí síganle, no se acartonen, sean libres de pensamiento, tengan esa libertad para poder asumir las posiciones frente a los hechos sociales, a los hechos políticos, a los hechos económicos, al hecho cultural; qué piensan de la situación económica del país y qué posición tienen que opinar ustedes sobre de ella.
La situación económica, la situación política, el nivel de desarrollo de nuestra democracia; cómo estuvo el proceso electoral, qué opinión tienen de él; fórmense una opinión e cada hecho, vuélvanse ustedes sistemáticos en su forma de pensar.
Acostúmbrense a pensar y escribir. De cada circunstancia que les interese, desarrollen un documento. Cuando lean ustedes, después de que terminen de leer, solamente hacen suyo lo que ustedes leyeron si lo escriben.
Cuando ustedes hayan creado su verdadera opinión sobre el hecho, la situación económica, la situación política, social, la pobreza, el tema de la desigualdad, el tema energético, el tema fiscal, el tema de telecomunicaciones, ustedes van a tener un criterio y una opinión sobre cada tema del país y van a ser mucho más sólidos en sus opiniones que den, mucho más.
Tomen un tema o tomen dos temas y busquen la especialización en los mismos. A lo mejor estoy exagerando al decir especialización, pero vuélvanse personas informadas de las cosas que les interesan.
No a todos nos puede interesar todo ni todos podemos abarcar todo. Por eso gente que necesitamos opinar de muchas cosas, tenemos que mantener una relación con asesores, con expertos de temas en específico, que antes de tomar una opinión casi siempre consultamos con ellos.
Tengan una visión estratégica de las cosas. ¿Qué significa estratégica?
Que sea capaz de analizar un hecho y de tener una opinión sobre él, pero una opinión que tenga como propósito alcanzar un fin.
La estrategia es el propósito y fin a alcanzar. La táctica son las cosas que se hacen para llegar a ese fin, para llegar a ese fin. Pero ese es un asunto.
Yo les quiero, en esta plática informal que tenemos, darles algunos elementos para ustedes. ¿Sí me explico?
Que ustedes, si está sirviendo algo de lo que les estoy diciendo, puedan salir diciendo: “a ver, a mí me interesa este tema y voy a empezar a buscar información”. “Me interesa la política en general, órale, perfecto”. “Me interesa el tema de los partidos, perfecto”.
O sea, vuélvanse ustedes sólidos en su forma de razonar, de ver las cosas.
La otra, yo les veo a todos la cara de muchachos sanos, muchachas sanas.
UNA JOVEN: Deportistas.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Deportistas, alegres.
UN JOVEN: Políticos.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Busquen ser felices. Aspiren no a otra cosa más que a la felicidad. La felicidad.
A eso se reduce el resumen de la vida, a ser felices o no haber sido felices.
Busquen ser felices. La felicidad puede ser la política.
UN JOVEN: Para mí lo representa.
SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Bueno, está bien. Es un propósito.
Hoy, cada vez más en la política está la gente que tiene más preparación. Prepárate.
Y si aquí hay, todos son con aspiraciones políticas, tienen que prepararse. Yo estoy nada más dando algunos elementos con los cuales creo que pueden ustedes.
Les dije: terminen sus carreras, ejerzan su profesión, actúen en política, no dejen de ejercer su profesión.
Después vendrá el momento en que si la política ocupa todo su tiempo, podrán dedicarse a la política y no a la profesión.
Pero si ya ejercieron, ya fueron parte del ejercicio de la profesión, si algún día la política se termina ustedes regresan a su profesión. Si no ya nunca regresan.
Y ahorita ordenen su pensamiento, tengan una forma sistemática, esquematizada de razonar.
Tengan opiniones cada vez más sólidas –estoy repitiendo- de los acontecimientos.
Sean ustedes esquemáticos, que de política económica, que de política social, que de cada uno de los temas que a ustedes les interesen.
Así es que yo los saludo con mucho gusto, con mucho agrado y les agradezco que hayan venido a estar conmigo en esta charla.
Gracias.

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