Versión estenográfica del evento conmemorativo del 30 aniversario de la revista “Agenda Política de México”, con la asistencia de periodistas, integrantes del cuerpo diplomático acreditado en México y del presidente del Senado de la República, Miguel Barbosa Huerta, organizado por el senador José Rosas Aispuro Torres.

PRESENTADORA:

Buenos días a todas y todos ustedes.

La LXII Legislatura del Senado de la República y la Agenda Política de México, agradecen su presencia y les da la más cordial bienvenida al Panel denominado “Treinta años de política en México”.

En primer término, saludamos al honorable presídium que esta mañana nos acompaña:

Senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Senador José Rosas Aispuro Torres, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

Licenciado Guillermo Colín Cabrera, director de Agenda Política de México.

Esta mañana también saludamos a los diputados y senadores que nos acompañan.

También están con nosotros el excelentísimo embajador de Bulgaria, señor Hristo Gudjve.

El excelentísimo embajador de Chile, señor Ricardo Núñez Muñoz.

La excelentísima embajadora de Vietnam, Le Linh Lan.

El excelentísimo embajador de Indonesia, Yusra Khan.

El excelentísimo embajador de Bolivia, Marcos Domic.

También nos acompaña la diputada María Guadalupe Jaramillo Villa. La diputada Maricruz Reyes Galicia. La diputada Karina Kelly. La diputada Alicia Hernández Monroy. La diputada María Guadalupe Ayala Bravo. Y la diputada Irene Sánchez Balderas.

Asimismo, agradecemos a los representantes de los medios de comunicación y desde luego, damos la bienvenida a nuestros distinguidos panelistas.

Sean todas y todos ustedes bienvenidos.

Para dar la bienvenida a este panel, escuchemos las palabras del director de Agenda Política de México, licenciado Guillermo Colín Cabrera.

LICENCIADO GUILLERMO COLÍN CABRERA: Muy buenos días.

Distinguido presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, senador Miguel Barbosa Huerta.

Distinguidos diputados y senadores.

Excelentísimos embajadores.

Apreciables ponentes.

Estimados colegas de los medios de comunicación, presentes.

Señoras y señores todos, que nos honran con su presencia en el trigésimo aniversario de la Agenda Política de México y que han aceptado la invitación a esta reunión, justo cuando ocurre en el escenario electoral de México un parteaguas histórico con las contadas pero victoriosas candidaturas independientes, con todo lo que ello representa.

Para dilucidar con los distinguidos ponentes de este panel, cómo es que ha sido la política en México en estos últimos 30 años. Probablemente, uno de los lapsos más álgidos de nuestra historia contemporánea.

En este recinto legislativo, que no por menos otorga cada año la presea Belisario Domínguez a figuras ejemplares de eminencia y defensa de la libertad de expresión.

Es por ello, en momentos de algunos amargos por ideas diversas a la libertad de expresión, obligado reconocer la apertura tal vez difícil hace tres décadas que muestra el Senado de la República para abrir en esta ocasión de esta Honorable Cámara Alta a ciudadanos que quieren, de manera crítica, académica, analizar en voz alta y de manera colectiva el devenir político y social de tres décadas.

Es muy estimulante, asimismo, constatar el interés del Honorable Cuerpo Diplomático acreditado en México por el análisis que aquí nos proponemos llevar a cabo, ya que pone una vez más de relieve la importancia de México para la opinión pública internacional.

Es esta una tarea incipiente que, creemos, sería deseable pudiera ser retomada por otros con atingencia.

La vida social muestra de manera visible que no han sido en el país los años más afortunados para inmensas mayorías que ya casi no esperan ver cumplidos sus anhelos y esperanzas de justicia y bienestar, y cuyos plazos para lograrlo ya se vencieron hace tiempo, como lo muestran los hartazgos electorales que se observan.

Iluminar las transformaciones que ha habido en el país durante los últimos 30 años en lo electoral, en su seguridad interior, en sus relaciones con el exterior, en sus fuerzas armadas, en sus instituciones, en su economía y aun en sus aparatos culturales, será, entre otros tópicos, objeto de la atención de los ponentes de este panel.

Una tarea que proponemos sea útil para poner en perspectiva los retos y los rezagos que enfrenta el país y sus probables soluciones de insoslayable urgencia.

Cumplir 30 años en casi cualquier aspecto de la vida es un hito celebrable, pero que un medio de comunicación independiente los cumpla en México es una hazaña notable.

Se han debido sortear un sinnúmero de desafíos, entre los cuales ganar una libertad de expresión rentable económicamente al margen de los poderes formales e informales no es el menor de ellos.

¿Qué iba a saber de todo lo que nos ha tocado vivir? Aquel puñado generacional de 13 comunicólogos, sociólogos, diseñadores, abogados, politólogos, la mayoría recién graduados, que dimos a luz la agenda política de México hace 30 años en Monterrey, Nuevo León, por entonces indebidos, de aquellos emprendimientos ideales para nosotros que fueron las zagas de conquista de libertad de expresión periodístico, empresariales, de las revistas Proceso, Vuelta, Nexos, y los periódicos Uno más uno y la Jornada.

Algún día la historiografía de los medios en México dirá cuántos grupos semejantes hubo en el país y qué fue de ellos en su afán de conquistar el Santo Grial.

Parecerse o anular desde la provincia mexicana a los Scherer, a los Becerra Acosta, a los Carlos Payán, a los Granados Chapa, a los Leñero, a los Pedro Valtierra y a tantos otros que sería difícil enumerar, pero que, como correas de transmisión, tuvieron mucho que ver con la transformación política que tuvo el país en los últimos 30 años.

Para empezar, el renacimiento de un periodismo nuevo, crítico, que poco existía y que se atrevía a dar voz en texto y en imagen a los que hasta entonces no la tenían.

En ese contexto, mucho antes que el término globalización se usar para, entre otras cosas, homogeneizar soberanías, recordamos lo que representó esa primera venta que se hizo de la Agenda Política de México.

Correspondió a la Delegación de la Organización para la Liberación de Palestina. A la OLP se facturó la primera Agenda Política de México, nunca antes producida en el país.

Nuestra primera edición fue recibida con cierta obra incógnita y causó curiosidad, incluso al Estado Mayor Presidencial, que mandó un equipo a revisarla. No la compraron, pero encontraron de su interés los calendarios electorales, cívicos, directores de gobierno y biografías políticas e historia contemporánea que, desde entonces, son parte de su contenido.


No todos los sectores se mostraron aquiescentes con nuestra aparición en el mercado. Algunos episodios hoy podrían parecer hilarantes.

Pero muestran simbólicos y representativos, hoy que se percibe un retorno latente al autoritarismo, desde dónde venimos como país en la transmisión de un viejo sistema político mexicano, resistente a la renovación.

Antes que la tolerancia y la pluralidad se asumieran como atributos políticamente correctos, un diputado expresó su disgusto por nuestra falta de sensibilidad política, al poner a su consideración la compra de una agenda política de México que contenía, entre otras, una fotografía de la noche de Tlatelolco.

Y un afamado presidente de un partido, quería ver en ella el obsequio decembrino que necesitaba. Una venta nada despreciable que se vino abajo cuando un asesor le susurró al oído:

“¿Ya se fijó, señor, que está impresa en los colores del partido contrario”?

No obstante que actuamos a favor de la atención pública para ofrecer a manera de instrumento de alfabetización política las principales coordenadas del devenir económico, político, social y fotoperiodístico del país año tras año.

Y aquí le damos un rico anecdotario porque aquellos eran tiempos todavía más heroicos que los actuales para documentar información.

Publicar uno de los primeros directorios oficiales que existieron en el país como un apéndice muy solicitado de la agenda política de México, era tarea titánica.

En aquellos tiempos casi bíblicos, de manera constante las oficinas públicas delegaban solicitudes para obtener datos de contacto de las secretarías, de los funcionarios. Un viejo proveedor de gobierno nos inició en sus secretos.

Aprendimos así la amplia y derivada aplicación de los preceptos constitucionales como las garantías de petición a audiencia, que la burocracia les echaba, ignorada por mensajería, pero no así vía correo certificado.

Aun hoy en pleno acceso a la información, en algunos casos su disposición farragosa y poco amigable, inhibe el gusto las digitales sistemáticas.

En cierto modo, orgulloso por su plenitud de registros históricos, el recorrido de nuestra travesía editorial de 30 años, a través de la añagazas, semeja al de toda una generación como la nuestra, entreverando biografía y currículum profesional, vivió, creció, amó y se divorció con las ideas del bravo nuevo mundo, con el recuerdo indeleble del 68, de la primavera de la revolución cubana y la entrañable presencia del Che Guevara, y nuestra participación, de nuestra emancipación ciudadana del tutelaje autoritario, político y familiar, de la fascinación de parte de la guerrilla, de la insinuación nacionalista y popular sin duda alguna, sin lugar alguno, por lo nuestro y los cantos a la vida.

Sus enseñanzas ancestrales y sus tradiciones, del desencanto con la promesa y de lógica que en última instancia revirtió la expropiación petrolera, uno de los mayores hitos cívicos de nuestra historia y patrimonio del Estado Mexicano en proceso de ignorarse.

Del deplorable licenciamiento de la sobria Estrada, desde una revolución mexicana que advertimos en la agenda política de México cuando su nombre bajó de las marquesinas que anunciaron al país.

Como súbitamente en la actualidad, el aeropuerto Benito Juárez de la capital, de improviso ya no se llama así y no sabemos por qué, complicarle de un día para otro, el Charles de Gaulle y el John F. Kennedy, a esos aeropuertos insignes de Francia y de Estados Unidos.

Nuestra visión integral puede ser azarosa, desde el pos pacto empresarial supimos del sistema y sus miserias, aunque también de la generosa generosidad de los colegas cuando a escasos días de nacidos como empresa, una confianza traicionada nos metió en un litigio de tres años, el cual a la postre ganamos.

En la tercera y última instancia, como los asuntos judiciales que muestra la película “Presunto Culpable”, el juez corroboró que nos asistió la razón.

Pero, paradójicamente, como parte inocente, se nos condenó en el absurdo jurídico a pagar los costos del juicio. Y les pagamos.

De este episodio debo aquí recordar con gratitud al periodista Carlos Payán, quien como primer director de La Jornada, nos ayudó publicitariamente para resistir el maleficio canalla a tan temprana edad corporativa.

Desde ese extremo hasta años más tarde, luego de atravesar un inexistente y cuantiosísimo crédito fiscal que en el absurdo hacendario un día nos fue fincado, podemos decir que como se dice coloquialmente, llegamos a la otra orilla casi curados de espantos.

Hay por ello, un cierto sentido de entrega de cuentas generacional, de venir a decir: desde el primer número afrontamos las adversidades que, con resiliencia emocional las superamos, perseveramos y cumplimos.

Hemos atravesado las inequidades del sistema, sus contradicciones y las lacras que ha prolijeado. Vivimos el error de diciembre, la crisis del 94, la caída del sistema, el fraude electoral del 88, el TLC, el asesinato de Colosio, la rebelión indígena del zapatismo, el Fobaproa, los mensajes de Marcos, la mal lograda transición política que luego devino gobierno exclusivo de empresarios para empresarios, pasando por la señora Martha y las casitas. Entre otros muchos momentos, algunos pocos estelares, pero en la mayoría de desolación política y económica con sus correlatos de corrupción e impunidad.

Es una travesía en la que hemos tanto disfrutado como llorado nuestra patria, con sus grandezas y sus enormes carencias, de las cuales hemos dado cuenta puntual cada año; igual que sus logros desde hace 30 años en la Agenda Política de México.

Aspiramos a cumplir más, pero por lo pronto creemos con satisfacción que en estos 30 años ha habido de nuestra parte obra editorial cumplida.

Muchas gracias por acompañarnos a analizar estos 30 años de política en México, para aquilatarlos y aprender de ellos hacia lo que el futuro nos depare.

Gracias.

PRESENTADORA: Muchas gracias, licenciado Colín Cabrera.

Escuchemos ahora el mensaje del senador José Rosas Aispuro Torres.

SENADOR JOSÉ ROSAS AISPURO TORRES: Muy buenos días, distinguida concurrencia.

Saludo la presencia del senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República y a quien le agradecemos y reconocemos siempre su apertura para que en este Senado podamos escuchar a las diferentes voces.

Gracias por el respaldo para que esta importante revista que hoy cumple 30 años, la revista Agenda Política, pueda llevar a cabo este panel, en el que se analizará una parte muy importante de la historia contemporánea de nuestro país.

Saludo y reconozco y felicito, desde luego, al licenciado Guillermo Colín Cabrera, director de la revista Agenda Política de México, y a todos los que han colaborado en esta importante revista. Felicitarlos por sus 30 años y por el interés de abrirse más a la sociedad y de que su obra pueda ser escuchada también en instituciones, como lo es el Senado de la República.

Saludo a todas y a todos los panelistas, a las diputadas, bienvenidas al Senado. A las señoras y señores embajadores, nos da mucho gusto, como siempre, recibirlos aquí, ustedes saben que esta es su casa. El senador Miguel Barbosa Huerta siempre les ha extendido la mano y ha estado esta institución abierta para escucharlos y para recibirlos.

Me da mucho gusto saludar también a distinguidos columnistas, comunicólogos y a las periodistas, amigas y amigos periodistas; me da gusto que estén hoy aquí.

Para el Senado de la República, indudablemente que siempre es motivo de gran satisfacción el poder tener la oportunidad de escuchar a diferentes voces; y hoy qué bueno que la revista Agenda Política de México, que cumple sus 30 años, pueda de alguna manera celebrar, festejar este aniversario con este panel, en el que estoy seguro que de él saldrán propuestas o análisis muy concretos en torno no sólo a lo que ha vivido el país en los últimos 30 años.

A esta revista le ha tocado la etapa en la que México ha tenido una transformación en los diferentes ámbitos. Le ha tocado indudablemente la etapa de esa transición a la democracia y que hoy indudablemente es una aspiración de los mexicanos que día con día luchamos para tener una democracia más sólida, más consolidada, pero indudablemente que ha habido y sigue habiendo muchos obstáculos.

A esta revista le ha tocado, desde luego, ser testigo desde hechos que ocurrieron de la naturaleza que afectaron a muchos mexicanos, como los del sismo del 85 en esta ciudad; pero también ver cómo nacieron muchas instituciones que son las que han prestigiado a nuestro país, pero que también nos queda claro que estas instituciones hay que mejorarlas, hay que reformarlas, hay que ponerlas más al alcance y al servicio de los ciudadanos.

Ustedes han sido testigos desde instituciones, como lo fue la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, han sido testigos de la creación de una serie de instituciones autónomas del Estado Mexicano que, entre ellas, la encargada de organizar las elecciones, en su momento el Instituto Federal Electoral y hoy el Instituto Nacional Electoral.

Y diversas instituciones que se han creado a lo largo de estos años, donde indudablemente que hemos avanzado, pero también creo que hoy no podemos desconocer que la sociedad nos está mandando un mensaje.

La lección que nos dejan las elecciones del pasado domingo nos lleva a que, si bien es cierto hemos hecho un esfuerzo muy importante por consolidar nuestra democracia, por fortalecer el sistema de partidos, hoy vemos que hay indudablemente una crisis de partidos y que esa lección que nos dejan las elecciones del pasado domingo nos debe de llevar a todos a reflexionar y a cambiar, a cambiar lo que no está funcionando.

Primero, nos lleva a los partidos políticos a reformarnos, a tomar la decisión de cambiar, de cambiar de fondo, de que los partidos representemos cada día más el interés realmente de los ciudadanos.

Lo preocupante de este proceso, diría yo, es la baja participación ciudadana y la reforma político-electoral que realizamos recientemente, entre otros, el objetivo más importante que ésta buscaba era el de generar las mejores condiciones para que los ciudadanos tuviesen la mejor confianza para salir a votar.

Lamentablemente no logramos necesariamente ese objetivo y creo que los resultados del proceso electoral nos llevan a todos los partidos, al sistema de partidos políticos, que es una parte sustancial de la democracia. No podemos explicarnos la democracia sin la presencia de los partidos políticos, y qué bueno que hoy haya, además de los partidos políticos, otras opciones.

En su momento, los legisladores aceptamos la participación de los ciudadanos, o sea de la creación de las candidaturas independientes, como una forma más de esa expresión ciudadana, pero indudablemente que la democracia sin partidos sólidos no podemos pensar en que esa le sirva de una mejor manera a la sociedad.

Hoy la sociedad nos dice: “No creo en las instituciones”. Hoy la sociedad nos dice: “No creo en los partidos políticos”, y creo que los partidos somos los que tenemos la mayor responsabilidad de buscar esos cambios a través del órgano legislativo para poder lograr que realmente haya un mayor interés de los ciudadanos.

No podemos seguir así. Creo que estamos a tiempo.

Esta es la hora en la que tenemos que tomar decisiones que vayan a fondo, que realmente los ciudadanos sientan a las instituciones cerca de ellos.

Que los ciudadanos vean que el poder político, que el poder público se instituye realmente para beneficio de los ciudadanos y no que sólo vean que se está buscando un beneficio de grupo de quienes ostentan el poder.

Por ello, de veras, mi reconocimiento a esta importante obra que durante muchos años se ha presentado a la Agenda Política de México que hoy cumple 30 años, a quienes felicito sinceramente. Y de veras creo que el momento en el que ustedes llevan a cabo este panel es muy importante.

Estoy seguro que van a hacer un análisis de lo que ha sucedido en estos últimos 30 años, donde en México ha habido cambios muy importantes.

Pero esos cambios que ha habido hoy nos llevan también a ver que muchas de las cosas que hemos hecho posiblemente no han tenido el impacto que la sociedad esperaba.

Por eso es el momento de escuchar a la sociedad, es el momento de escuchar a las voces críticas, es el momento de escuchar a los especialistas en diversas áreas del desarrollo económico, político y social de nuestro país para que tomemos las mejores decisiones.

Creo que ésta es la oportunidad de cambiar. Si no cambiamos, el día de mañana nos vamos a arrepentir de no haber tenido la voluntad de dejar de lado posiblemente privilegios de la clase política para atender el interés general de la sociedad.

Muchas gracias por su atención y felicidades nuevamente a quienes han hecho posible los 30 años de vida de esta revista Agenda Política de México.

Gracias.

PRESENTADORA: Muchas gracias al senador José Rosas Aispuro, quien junto con el licenciado Guillermo Colín Cabrera, organizaron este foro.

Tiene presencia también en este panel y saludamos con gusto, al cuerpo diplomático de las embajadas de Argentina, Líbano y Rusia.

Para realizar la declaratoria inaugural de este panel, cedemos el uso de la voz al senador Miguel Barbosa Huerta.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias.

Si me permiten, voy a hacer uso de la palabra desde este lugar porque veo que está medio desfasado el sitio donde está el micrófono, el presídium, ¿verdad?; digo, la tribuna; poco alejado. Luego está uno hablando y parece que no lo están escuchando.

Primero, buenos días a todas, a todos.

Darles la bienvenida a la sede del Senado de la República, esta hermosa sede, tan criticada, pero que alberga las funciones de un órgano del Estado, el Senado de la República, que desempeña funciones constitucionales y que día a día acredita la utilidad de ese desempeño de las funciones públicas que aquí se realizan.

Es una sede hermosa, es una sede que se abre todos los días a la cercanía con la gente, todos los días tenemos eventos no sólo de senadores, o del Senado, sino de personas que buscan un espacio dónde poder organizar un evento porque se vuelve este lugar, y los lugares donde se llevan a cabo funciones públicas, cajas de resonancia; cajas de resonancia que sirven para divulgar las actividades, las labores, para alcanzar los propósitos de una organización, de una revista de cuestiones académicas.

Y quiero decirles que hoy la labor legislativa se realiza con la participación de la sociedad. En otro tiempo no fue así, hoy ya se realiza con la participación de la sociedad; para la construcción de una propuesta legislativa; para la discusión, dictaminación nos allegamos de un conjunto de insumos derivados de eventos, de foros, de debates con la participación de hombres y mujeres expertos, de México y del mundo. Y así construimos las leyes y así construimos nuestros productos legislativos: con insumos sociales.

Ya no hay leyes que solamente sean producto del debate legislativo puro. Ya no hay leyes ni hay políticas públicas que no se cuestionen, que no se polemice sobre ellas, que no se aporte desde la sociedad, lo que la sociedad está pensando, está reflexionando.

Nunca será suficiente, eso también hay que decirlo, la apertura nunca será suficiente, pero la democracia representativa es eso también: el debate, la propuesta, la construcción que se hace desde la representación que se tiene, que tienen los representantes populares. Pero siembre abiertos.

Y hoy por eso les doy la bienvenida a todas y a todos ustedes al Senado de la República, porque cada vez que llevamos a cabo eventos que son día a día, acreditamos que esto sirve, que estamos funcionando; hay receso legislativo, pero seguimos trabajando.

En los recesos legislativos no se cierra el Senado, sino sigue funcionando. Aquí estamos laborando.

Bienvenidos a la casa de las mexicanas y los mexicanos. Bienvenidos a todas y a todos ustedes.

Segundo, quiero sin duda destacar la honra que nos provoca la presencia de excelentísimos y excelentísima embajadores, embajadora de países con los que permanente tenemos contacto, permanentemente.

El Senado es el órgano del Estado que analiza la política exterior, es una facultad exclusiva, una facultad constitucional exclusiva. Y la labor internacional que desarrolla el Senado es muy intensa.

Hemos estado en el proceso de construcción de protocolos para poder analizar la política exterior y no que la política exterior del Senado se circunscriba a que sus senadores y senadoras viajen. No, desarrollar verdaderos protocolos de análisis de la política exterior; y lo estamos haciendo.

Hemos establecido regulaciones sobre ese particular y seguimos diciendo que no estamos satisfechos con lo que estamos diciendo, porque hay que avanzar todos los días.

Y en ese contexto, yo felicito el esfuerzo, la labor editorial de compilación de información, de análisis, de elementos para el debate político que ha brindado por 30 años la revista que hoy cumple tres décadas: la Revista Agenda Política de México.

Felicito a su director, Guillermo Colín Cabrera. Felicito al equipo que con él hace posible este producto editorial y desde luego, celebramos nosotros que así sea; porque los políticos, las políticas y la sociedad en su conjunto se sirven de estos instrumentos de consulta permanente que hacen posible que podamos conocer a quién dirigirnos, dónde ubicarnos, qué hacer, dónde estar. Todo lo que es la labor frente a la cosa pública, frente a la labor que desarrollan los órganos del Estado en su propósito esencial, que es servir a la sociedad.

Y 30 años, en 30 años, que no son tantos, aquí habrá jóvenes muy jóvenes de 15 a 30, pero habremos muchos de 30 a 60, y hace tres décadas tal parece que para México y la política mexicana era la prehistoria; sólo hace tres décadas era la prehistoria.

Todavía hay algunos velocirráptor que de esa época vuelan. Es 85, es la época de Miguel de la Madrid.

Y lo hacen bien, inclusive –no quiero aquí provocar una idea contraria– lo hacen bien, hacen política. La labor política que se desarrolla en México es una labor que ha tenido propósitos de construcción institucional. Yo lo sigo sosteniendo porque el esquema de instituciones que en México existe es un esquema muy evolucionado.

El sistema legal, el Estado de derecho que se ha construido para que el Estado funcione es muy evolucionado.

¿Qué es lo que falla? Son los hombres. Son los hombres que se constituyen en autoridades y que muchas veces han sido incapaces de hacer cumplir la norma; pero México es un país de instituciones.

Ya aquí se ha hecho recuento de cuántos hechos políticos se pueden destacar de 1985 al año 2015.

Pero el senador Rosas Aispuro creo que ubicó un elemento muy importante de la consolidación institucional del México que queremos, y es la aparición de los órganos con autonomía, una autonomía que permanentemente está en disputa y en disminución por el ejercicio del poder. Una autonomía que se desdibuja desde la integración de los órganos por el sistema partidario de reparto de cuotas al provocar su integración; pero una cosa es cómo se deforma el modelo y otra cosa es la existencia de un sistema de derecho evolucionado y creador de instituciones.

La política es una competencia por el poder, sí; pero también por hacer el bien común. Yo no conozco dentro de la política la confabulación por hacer el mal; no la he visto, no la he testimoniado, no creo que exista.

Alrededor de la política, que debiera ser la actividad más enaltecedora del género humano, se desarrolla una competencia por la búsqueda del poder y la conservación del poder. Y la competencia debiera de circunscribirse por ver quién da mejores resultados.

Yo sí creo que hoy en México hay una nueva sociedad; hay un nuevo esquema en el que participa la sociedad. La sociedad cada vez más se involucra en la política.

Hoy la política no solamente la desarrollan los que llevan a cabo acciones públicas con cargos públicos, o acciones dentro de las instituciones o los órganos del Estado; se desarrollan también desde la sociedad organizada que reclama mayor participación.

Hoy hay una sociedad informada, reclamante, que opina permanentemente, pero que aún le falta también evolucionar, también evolucionar. Hay una nueva sociedad –y lo digo sin ánimos populistas o simuladores–, hace falta una nueva clase política que corresponda al nivel, a la altura, a la visión de la nueva sociedad.

Nada puede ser igual que hace 30 años. Vean ustedes, analicen lo que ocurrió en ese entonces.

En el 88 se cayó el sistema y quien había ganado la Presidencia de la República apareció en el formato que no lo había conseguido.

En el 2006, se operó desde el Estado, desde el gobierno federal una elección.

Por un partido no quiero yo debatir -porque aquí mi compañero José Rosas es del PAN-, un partido que llegó al poder en el 2000 con una sociedad reclamante de alternancia; reclamante.

Por cierto, en el 97 había sido el PRD que había ganado el proceso electoral intermedio.

Cárdenas había accedido a la ciudad como gobierno democrático en el Distrito Federal, y quien se hace tenedor de ese escenario político electoral es otro partido y otro personaje. Era una sociedad que reclamaba un cambio y una alternancia.

Un partido político que se había creado mediante una posición opositora, muy honesta, basada en la legalidad, en una posición de oposición muy auténtica y que ese gobierno en el 2006 trastocó toda esa legalidad y esa honestidad que le había caracterizado por muchos años; 2006.

Después de esas transformaciones en muchos órdenes: reformas estructurales.

Sin duda que ya fueron parte de un debate parlamentario, político y hoy son productos legislativos que hay que implementar y hacer cumplir.

La oposición deja de ser oposición en lo que se respecta al debate parlamentario cuando este debate se vuelve producto legislativo. No hay que apostar a la catástrofe del país; hay que siempre apostar a la construcción; no hay que ser boicoteadores de nuestro destino.

Hoy, producto de un consenso político muy importante, tenemos diferentes reformas a las que se han llamado estructurales.

Mi partido y yo fuimos parte de un debate, de un debate intenso. Votamos en contra pero hoy son productos legislativos que hay que implementar, hay que hacer un esfuerzo para que los mexicanos tengan un instrumento de esperanza.

Hoy, parte de ese consenso es: las leyes que constituyen un nuevo modelo del combate a la corrupción. Las reformas constitucionales en transparencia y en el combate a la corrupción; la Ley Federal de Transparencia y las que deriven de la Reforma Constitucional en el combate a la corrupción, para lo cual tenemos un año para ese diseño, esa construcción y ese tema. Esta va a ser la agenda ciudadana para el año 2015 y 2016.

La construcción de todo ese esquema, todo ese esquema, relacionada con la transparencia y el combate a la corrupción.

Es el segundo día --invito a la senadora Mariana Gómez del Campo que nos acompañe acá, por favor--; es el tercer día después de la jornada electoral y al tercer día resucitó. No es el sistema político.

Pero miren: México no se incendió, como muchos apostaron. Hubo comidas, espaguetis que están en proceso de cumplir por los que decían que se iba a incendiar México y otros porque no se incendiaría. Yo era de los que opinaba que no se incendiaría.

Pasaron muchas cosas. Este proceso electoral no fue otro proceso distinto a los anteriores; tuvo los mismos vicios que los anteriores, a pesar de haber sido regulado conforme a una norma constitucional y a una norma legal como ley general, como ley federal y como leyes locales, que es la armonización de la reforma en materia política. Lo que faltaron fueron órganos electorales fuertes para hacer cumplir la ley.

Hablaremos ya de eso, habrá mucha opinión publicada sobre eso, sobre lo que pasó en este proceso electoral, pero México no se incendió. Hoy necesitamos los partidos políticos caminar con una nueva estrategia, todos los partidos políticos, todos: el PRI, el PAN, el PRD, Morena y todos.

La soberbia política es mala consejera, pero tal parece que chango viejo no aprende maroma nueva. Allá él, nadie le va a rogar, pero los esquemas electorales están, al parecer, definidos y la sociedad cansada de los esquemas del gobierno.

Si no hay una nueva estrategia de los partidos políticos, no habrá una sociedad esperanzada, no la habrá. La participación de los candidatos independientes representa todo un cambio absoluto, a partir de ayer, el siguiente día de la elección, muchos políticos van a ir a prepararse para competir como candidatos independientes, muchos políticos de partido van a ir a prepararse para competir en la siguiente elección como candidatos independientes; y muchos ciudadanos, ciudadanas de la sociedad civil, ya no van a buscar un partido para competir: van a prepararse, a crear su estructura, sus condiciones para poder competir como candidatos independientes.

Es lo que va a pasar: el partido de los independientes ya alcanzó su registro, ya alcanzó su registro. ¿Y eso es bueno?

Es bueno.

¿Es el quiebre del sistema de partidos?

No, no lo es. En ninguna democracia del mundo lo ha sido, no lo ha sido; eso obliga a los partidos, a los que lo entiendan, a renovar su estrategia, su manera de competir.

No habrá una sociedad, una participación electoral en la que los partidos desaparezcan y sólo haya candidatos independientes. Eso también no hay que volar tanto.

Así es que es un reto. La sociedad nos impone un reto de cómo enfrentarlo con estrategia, con audacia, con transparencia, con mucha claridad; y por eso lo importante de que se lleve a cabo este evento que, por cierto, me gustaría quedarme, conseguiré un disco donde esté toda la impresión: son 13 páneles buenísimos, buenísimo. A ver cómo le hacen para irse a las 14:30, ¿eh?, si no, les mandamos sándwiches para que aquí sigan. Están buenísimos.

Pero, sin duda que yo felicito la celebración de este evento, desde luego agradezco la presencia de todos ustedes, de los panelistas, de la senadora Mariana Gómez del Campo, del senador Rosas Aispuro, como co-organizador de este panel.

La presencia de la embajadora y los embajadores del cuerpo diplomático acreditado; de los interesados.

Y en esa razón, yo les pido que nos pongamos de pie para hacer la declaratoria inaugural de este panel.

Siendo las 11:57 horas de este día martes, del tercer día, del día 9 de junio del año 2015, declaro formalmente inaugurados los trabajos del panel “Treinta años de política en México”, que organiza la Revista Agenda Política de México, como parte de la celebración de su aniversario.

Estando seguro del éxito que va a tener para todos: para el Senado, para los presentes, para todos, lo que aquí se hable, lo que aquí se discuta, lo que aquí se reflexione.

Los felicito por este evento y de verdad, agradecido a nombre del Senado, para que nos aporte muchos elementos como estos.

Gracias.

Felicidades.

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