SESIÓN SOLEMNE DE LA H. CÁMARA DE SENADORES, CELEBRADA EL JUEVES 6 DE MARZO DE 2014.SESIÓN SOLEMNE DE LA H. CÁMARA DE SENADORES, CELEBRADA EL JUEVES 6 DE MARZO DE 2014.

PRESIDENCIA DEL CIUDADANO SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE

 

-EL C. PRESIDENTE RAÚL CERVANTES ANDRADE: (12:59 horas) En cumplimiento al decreto por el que se crea el reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto”

Se abre Sesión Solemne del Senado de la República, convocada para la entrega correspondiente al año 2014.

Solicito a la Secretaría dé lectura a las comisiones de cortesía que han sido designada para recibir y acompañar a nuestros distinguidos invitados a esta Sesión Solemne.

-LA C. SECRETARIA ROSA ADRIANA DÍAZ LIZAMA: Doy lectura a las comisiones protocolarias de esta Sesión Solemne.

Para recibir al licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, senador Omar Fayad Meneses, senador César Octavio Pedroza Gaitán, senador Armando Ríos Piter, senador Jorge Emilio González Martínez y senadora Martha Palafox Gutiérrez.

Para recibir a la diputada Marisela Velásquez Sánchez, senadora Mely Romero Celis, senador Daniel Ávila Ruiz, senadora Dolores Padierna Luna, senador Gerardo Flores Ramírez y senador David Monreal Ávila.

Para recibir a la señora María Marcela Lagarde y de los Ríos, senadora Lucero Saldaña Pérez, senadora Martha Elena García Gómez, senadora Angélica de la Peña Gómez, senadora María Elena Barrera Tapia y senadora Ana Gabriela Guevara.

 

-EL C. PRESIDENTE CERVANTES ANDRADE: Esta Presidencia solicita a las comisiones designadas acudan a las puertas de este recinto, a fin de cumplir con su cometido.

(Las comisiones cumplen)

En tanto, se declara un receso.

(R e c e s o )

(SIGUE 2ª PARTE)
-EL C. PRESIDENTE RAÚL CERVANTES ANDRADE: Se reanuda la Sesión Solemne.

Les pido a las senadoras y senadores, por favor, guardar silencio y sentarse en sus escaños.

También solicito permanecer sólo en el Pleno a las senadoras y senadores, y estrictamente al personal que nos ayuda para esta ceremonia solemne, por favor.

Gracias senadoras y senadores.

Con fundamento en el artículo 100 bis de la Ley Orgánica del Congreso General, en los artículos 56 y 56 bis del Reglamento del Senado, y en el decreto por el que se crea el reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, damos inicio  la Sesión Solemne a fin de realizar la entrega correspondiente.

Damos la bienvenida al señor licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, que acude con la representación del Poder Ejecutivo Federal. Sea usted bienvenido, señor secretario.

(Aplausos)

A la diputada Maricela Velázquez Sánchez, vicepresidenta de la Cámara de Diputados. Sea bienvenida, diputada.

(Aplausos)

A la señora María Marcela Lagarde de los Ríos, sea bienvenida.

(Aplausos)

Agradezco la presencia de los invitados que nos acompañan en esta Sesión Solemne, la licenciada Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres.

(Aplausos)

El licenciado Felipe Solís Acero, Subsecretario de Enlace Legislativos y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación.

(Aplausos)

La maestra Lía Limón García, Subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

(Aplausos)

La magistrada María del Carmen Alanís Figueroa, integrante de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

(Aplausos)

El doctor Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

(Aplausos)

La diputada Martha Lucía Michel Camarena, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados.

(Aplausos)
La doctora Ana Burguete Corleto, directora del Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM.

(Aplausos)

La doctora Ana Güezmes García, representante de México de ONU-Mujeres.

(Aplausos)

También agradezco la asistencia de los integrantes de la familia de la señora María Marcela Lagarde y de los Ríos, que acuden a esta Sesión Solemne, sean bienvenidos.

(Aplausos)

Y a todos y a cada uno de nuestros invitados especiales, sean bienvenidos el día de hoy.

(Aplausos)

En cumplimiento al punto tercero del acuerdo aprobado por este pleno, el pasado 20 de febrero, solicito a la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, secretaria de la Mesa Directiva, dé lectura a la semblanza de la señora Elvia Carrillo Puerto. Por favor, secretaria.

-LA C. SENADORA ROSA ADRIANA DÍAZ LIZAMA: Doy lectura a la semblanza de doña Elvia Carrillo Puerto. Con el permiso de la Mesa Directiva, con el permiso de nuestros invitados especiales.

Elvia Carrillo Puerto, figura central de este esfuerzo de recuperación histórica, merece indudablemente una biografía mucho más amplia y más detallada.

Las palabras que escucharán a continuación estoy segura que despertarán su interés por conocer aún más sobre quien hoy ha dado origen a esta Sesión Solemne y al nacimiento de un reconocimiento que lleva su nombre y que la Cámara de Senadores entregará año con año a las mujeres que hayan destacado en la defensa de los derechos políticos de las mujeres mexicanas y la protección de los derechos humanos de todas las mujeres.

Y qué mejor fecha para engalanar la entrega de este reconocimiento que realizar hoy esta celebración, dos días previos al 8 de marzo Día Internacional de la Mujer.

Ciudadanas senadores, ciudadanas senadoras:

Elvia Carrillo Puerto, una mujer yucateca, fue no sólo la clásica soldadera de la Revolución, sino una mujer socialista, a la altura de su tiempo y de las mejores mentes del momento, también conocida como la monja roja del maya, por sus ideas socialistas.

Luchó incansablemente por la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres.

Fue su dedicación al feminismo socialista la bandera que enarboló cuál religión socialista lo fue hasta la muerte, luchó siempre en contra del fanatismo religioso y a favor del libre albedrío sobre nuestros cuerpos.

Nació en Motul, Yucatán, población situada a 44 kilómetros al Este de Mérida, el 6 de diciembre de 1878.

Elvia Carrillo Puerto creció en una familia de clase media baja, ocupó el sexto lugar de trece hermanos.

Estudió en una escuela secular ocupada de alumnos cuya lengua materna era el maya. En ese lugar demostró sus grandes capacidades intelectuales, logrando dominar el maya y el castellano.

Es durante su infancia que adquiere plena conciencia de las abismales desigualdades sociales que imperaban en la época.

Los actos de injusticia y crueldad que presenció se convirtieron en el motor de su causa por cambiar las cosas. A ella le tocó ser testigo de los horrores de la esclavitud del indígena maya.

Además entre los indígenas la mujer es aún hoy en día la víctima más indefensa.

Fue seguidora de una de las luchadoras sociales más importantes de la época en Yucatán, Rita Cetina Gutiérrez, periodista que fundó la sociedad feminista “La Siempre Viva”.
Identificada como una lectora ávida e incansable, abrevó en la biblioteca de la iglesia de su pueblo las ideas transformadoras de las mentes brillantes, de las grandes pensadoras francesas, inglesas y estadounidenses de su época, mujeres pioneras y fundadoras del feminismo moderno.

A través de su propia realidad y del conocimiento que tuvo gracias a sus lecturas, identificó la necesidad de luchar contra la injusticia con la que las mujeres eran tratadas por los varones y la doble moral de la sociedad hacia ellas.

Siendo aún casi una niña, a los 13 años de edad contrae matrimonio con Vicente Pérez, con quien tuvo un hijo, Marcial Pérez Carrillo.

Elvia Carrillo enviudó diez años más tarde, hecho que le otorga la mayoría de edad a los 23 años. En una época, en que la edad de la emancipación de las mujeres solteras se alcanzaba hasta los 31.

Viéndose en una situación precaria, trabajó de maestra y escribana, además de continuar su lucha con la causa socialista.

Elvia, que desde niña vivió en una zona altamente poblada por indígenas mayas, era bilingüe y en sus clases enseñaba primero a leer y escribir en maya y después en español.

Defensora de los derechos humanos, comenzó a enseñar a sus alumnas la Constitución del país de su hermano Felipe.

Es en el ámbito educativo y ante el conocimiento directo que tiene de las desigualdades entre hombre y mujeres ante la ley, que Elvia fundó a lo largo de una década ligas feministas campesinas y socialistas.

Al igual que el prócer Belisario Domínguez, fue víctima de persecuciones por el gobierno de Victoriano Huerta, y años más tarde del gobierno de…..


(Sigue 3ª parte)
…Belisario Domínguez fue víctima de persecuciones por el gobierno de Victoriano Huerta, y años más tarde del gobierno de Venustiano Carranza.

Elvia para entonces era miembro activo del Partido Socialista del Sureste, se vio obligad a abandonar Yucatán y refugiarse en el Distrito Federal. En el año de 1912 se trasladó a Motul donde fundó la primera organización femenina de campesinas, la cual fue considerada como la más importante por los numerosos contingentes que la integraban y por impulsar la incorporación de las mujeres en la política agraria, razón por la que aquellos que veían atentar contra su estabilidad y el conservadurismo de la época la calificaban de sufragista y bolchevique.

A partir de ese año en la liga feminista de mujeres campesinas se discuten los temas que giran al redero del principio de que la tenencia de la tierra debería de ser de quien la trabaja, las jornadas de ocho horas, la liberación de todos los indios acasillados, la necesidad de construir escuelas rurales en todas las poblaciones y haciendas del estado, y de introducir en ellas el método de enseñanza racionalista, el problema del alcoholismo, la necesidad de educar a las mujeres sobre métodos modernos de contracepción y el amor libre.

Dedicó años intensos de su vida a luchar por la liberación de los esclavos mayas y la emancipación de las campesinas. Su esfuerzo se encaminó a impulsar el reconocimiento de la ley para que a las mujeres jefas de familia se les garantizaran los mismos derechos que a los hombres en la distribución de las tierras.

Su lucha trascendió fronteras locales, ya que no sólo se encargó de organizar grupos feministas de reflexión en Yucatán, sino también lo hizo en la Ciudad de México, esa lucha y esfuerzo le permitirían fundar lo que más tarde se reconoció como la agrupación femenina liga “Rita Cetina”.

Fue la primera candidata de izquierda electa al Congreso yucateco, cargo que desempeñó por dos años y que tuvo que dejar ante la situación convulsa por la que atravesaba nuestro Estado. En 1923, acompañada de las feministas Gloria Mireya Rosado y Susana Betancourt, Elvia asiste al Congreso Panamericano de Mujeres en la Ciudad de México, la pequeña delegación yucateca se destacó como la más radical del Congreso, y no obstante que sus demandas sobre control natal y amor libre fueron derrotadas logró consenso en impulsar el sufragio femenino.

Este último se convertiría, desde ese momento, en el punto central de las demandas de todos los grupos feministas de México y del resto de América Latina, claramente influenciado por los movimientos feministas que ya se desarrollaban en Europa y en Estados Unidos.

Su actividad incansable en la política la llevó a fundar en 1927 la Liga orientadora Socialista Femenina para dar atención a menores desamparados y madres solteras. En 1931 funda la Liga de Acción Femenina para luchar por los derechos políticos de las mujeres sin descanso y a veces de forma individual continúa su trabajo por alcanzar el reconocimiento a la ciudadanía de las mujeres mexicanas.

Prueba de la seriedad y dedicación a la causa feminista de Elvia Carrillo Puerto es el hecho que ella será la única de las prominentes feministas de la época que seguirá luchando contra viento y marea durante las décadas siguientes por la obtención del sufragio femenino y la conscientización de las obreras y campesinas mexicanas a pesar de la difícil historia que les tocó vivir.

Los Presidentes Lázaro Cárdenas y Adolfo Ruiz Cortines reconocieron la lucha de Elvia Carrillo y le otorgaron premios como veterana de la Revolución. Durante sus últimos años de vida trabajó en diferentes instituciones de gobierno siempre luchando e instruyendo en la causa de la igualdad y el socialismo a las mujeres mexicanas.

En 1968 Elvia Carrillo Puerto muere en la Ciudad de México a los 90 años, desde entonces se le reconoce como gran revolucionaria socialista y feminista que luchó durante toda su vida por los derechos de la mujer, de las indígenas, de las campesinas mayas en su estado natal, y por las miles de obreras mexicanas.

Elvia Carrillo Puerto fue, sin duda, una mexicana ejemplar.

Es cuanto. Muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE CERVANTES ANDRADE: Gracias, Secretaria.

-Con fundamento en el punto tercero del acuerdo aprobado, se concede el uso de la palabra a la Senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo a nombre de la Cámara de Senadores.

-Por favor, Senadora.

-LA C. SENADORA DIVA HADAMIRA GASTELUM BAJO: Gracias, señor Presidente.

Es un honor poder saludar en esta Sesión Solemne al Secretario de Gobernación, Licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, muchas gracias por su presencia; de igual manera a la galardonada Marcela, te reconocemos, eres un orgullo para las mujeres mexicanas.

Saludo a quienes nos hacen la posibilidad de estar aquí presentes desde ONU Mujeres, desde el TRIFE, desde el INMUJERES, desde la Secretaría de Gobernación, la Universidad Nacional Autónoma de México, la CNDH, y un sinnúmero de hombres y mujeres que hoy nos congregamos para iniciar una nueva historia en el reconocimiento de las mujeres.

Tuvieron que pasar más de 50 años para que pudiéramos tener un reconocimiento al más alto nivel, y hoy esto nos congrega. La lucha de nuestras mujeres por ser reconocidas como ciudadanas, y además para que los derechos civiles, políticos, culturales, sociales y económicos fuesen alcanzados ha sido constante y trascendente.

Las mujeres tenemos siglos demandando la igualdad de oportunidades y enfrentando las mismas responsabilidades que los varones. Sin embargo, sólo hace unos pocos meses logramos una de las batallas más, más importantes, que es la paridad en nuestra Carta Magna.

Se trata de un logro de casi cada una de las mexicanas que lo había pedido con tenacidad, con fuerza e inteligencia, todas ellas comprometidas con nuestra democracia. Mujeres que han escalado en el ámbito social, político, deportivo y artístico, en la cultura, en lo científico y en lo económico, y que han ganado reconocimiento, respeto e igualdad en el ejercicio de sus derechos.

En ese sentido, y con el fin de conmemorar el Día Internacional de las Mujeres, es preciso reconocer los derechos de las mujeres y reflexionar sobre los avances conseguidos y lo mucho que falta por hacer para enfrentar, y sobre todo exigir los cambios necesarios. De esta manera celebramos los actos de valor y decisión de aquellas que han desempeñado una extraordinaria función en la historia de la búsqueda de nuestros derechos.

Para incentivar estas luchas es preciso reconocer el trabajo de las mujeres mediante premios y reconocimientos en distintos ámbitos. Por ello, el Senado de la República se pone a la vanguardia, y encontramos fundamental que se otorgue un reconocimiento al más alto nivel para aquellas mujeres cuya labor se ha destacado en la defensa, el ejercicio y la protección de los derechos humanos y de la igualdad de género.

Por ello, el Senado de la República hace un doble reconocimiento: primero, a Elvia Carrillo Puerto, la Monja Roja del Mayab, mujer que obtuvo este calificativo por su lucha tenaz y progresista, razones que después de muchos años lograron el reconocimiento a los derechos políticos de las mujeres…

(SIGUE 4ª PARTE)
. . . . . . . . . . . ..........razones que después de muchos años lograron el reconocimiento a los derechos políticos de las mujeres; al igual que a la mujer cuya trayectoria reconocemos hoy por tratarse de una persona comprometida con el estudio y la defensa de los derechos de las mujeres, me refiero a nuestra muy querida amiga la doctora Marcela Lagarde y de los Ríos.

Marcela Lagarde y de los Ríos, es orgullosamente mexicana, etnóloga, maestra y doctora en antropología; además es docente, hace 36 años de la máxima casa de estudios en México, UNAM.

Como Presidenta de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, ha fomentado y promovido los derechos de las mujeres y las niñas al tiempo que impulsó la legislación y el cumplimiento de la máxima ley que tenemos, de una Ley de Acceso a Una Vida Libre de Violencia.

Marcela, acuño hace muchos años el término de feminicidio para llamarle así a los crímenes de odio en contra de las mujeres mexicanas.

Marcela, el hecho de ser la primer mujer en recibir este reconocimiento por parte del Senado de la República, y de la Comisión para la Igualdad de Género nos compromete para igual continuar luchando por abrir espacios a las mujeres en todos los campos.

Estoy muy orgullosa de que seas tú la galardonada, mujer que durante su vida se ha empeñado para que las mujeres de este país alcancemos la plena igualdad de derechos.

Es un afán que se cree fácil, porque nosotras hemos estado luchando: ministras, magistradas, senadoras, diputadas, funcionarias públicas, militantes de las organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, pero muchas, muchas otras mujeres, que no teniendo cargo de representación luchan todos los días con inteligencia y pasión por alcanzar esta igualdad de oportunidades.

Distinguidas y distinguidos invitados, compañeras, compañeros senadoras; diputadas federales, diputados federales; señoras y señores: Los cambios impulsados por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y por las Cámaras durante el año anterior  tuvieron el firme propósito de hacer este un México más próspero, incluyente y justo para las mujeres, pero la prosperidad y la justicia son posibles solo en la igualdad de circunstancias.

Hoy, conscientes de la dificultad que conlleva recorrer este camino, las mujeres nos hemos hecho un gran frente reafirmando como propietarias de nuestras voluntades con esta convicción ahora damos un paso reconociendo en una de nosotras el trabajo que de manera individual cada una realiza por y para otras mujeres.

Hoy confirmamos que vamos por el camino correcto, y que falta un largo trecho por caminar, lo vamos a hacer juntas, porque sabemos que nuestra lucha fortalece a México, y queremos un México fuerte, un México justo, un México con igualdad.

Orgullosas de ti, Marcela Lagarde y de los Ríos, que viva esta gran mexicana.

Muchas gracias.

           (APLAUSOS   TODOS   DE   PIE)

- EL C. PRESIDENTE SENADOR CERVANTES ANDRADE: Gracias, Senadora. Les solicito ponerse de pie para el acto de entrega a la Señora María Marcela Lagarde y de los Ríos, del reconocimiento “Elvia Carillo Puerto”.

                  (TODOS   DE   PIE)

                   (A P L A U S O S)

- Pueden tomar asiento, por favor.

Como lo dispone el punto tercero del acuerdo aprobado para nombrar esta Sesión Solemne, hará uso de la tribuna la señora María Marcela Lagarde y de los Ríos.

En consecuencia se le concede la palabra, por favor.

- LA C. MARIA MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIOS: Gracias.   ¡Qué tal!, estamos contentos.

Secretario; senadoras, senadores, diputadas, diputados, colegas, amigos, amigas, mi familia, mi hija:

Me honra recibir el reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto”.

Lo hago en persona para mí, pero también como integrante de un movimiento maravilloso que fluye en el mundo en nuestro país, el movimiento feminista.

Me conmueve porque se trata de un reconocimiento republicano, una muestra de un compromiso político con las mujeres y con la igualdad de género.

Este reconocimiento, por lo que sé, fue impulsado de manera plural, como muchas veces trabajamos las mujeres; por legisladoras que por cierto todavía hacen política en desigualdad de género y emiten con este  reconocimiento un potente mensaje político a la nación al elegir a Elvia Carrillo Puerto, y no a otra de nuestras antecesoras.

Yo me identifico con ella en sus definiciones identitarias –qué casualidad, como mujer de izquierda, socialista y feminista, crítica y propositiva-.

El gran aporte del feminismo a la modernidad es la crítica política al hacendado patriarcalismo estructural, al androcentrismo, a la desigualdad que genera, a la discriminación..............

 

(Sigue 5ª. Parte)
....  estructural  al “alandrocentrismo”, a la desigualdad que generan,  a la discriminación que propicia la violencia, el cúmulo de injusticias que generan sociedades opresivas de corte patriarcal como la nuestra.

A la par de la crítica el feminismo siempre ha planteado alternativas a ese mundo de exclusión de las mujeres, de "supremacismo" de los hombres, de opresiones varias, de discriminación de género.

Desde antaño las feministas han imaginado siempre como cambiar la vida de las mujeres y de los hombres, y el mundo, tal y como sucedió durante una buena parte del Siglo XX en la historia a la que pertenece Elvia Carrillo Puerto; la causa feminista que no antecedió se prolonga en nosotras, en ese devenir hemos profundizado y avanzado, pero casi un siglo después continuamos construyendo derechos que nos son escamoteados y se nos niegan, impulsando cambios, para transformar la condición de las mujeres y lograr que los hombres y las instituciones cambien también.

Es la hora de decirlo, no sólo debemos cambiar las mujeres, requerimos que los hombres cambien sustancialmente, (aplausos), que cambie nuestra cultura con la eliminación de esta enajenante discriminación de género.

Los anhelos políticos de Elvia Carrillo Puerto  y sus compañeras de los diversos movimientos feministas en los que participó y partidistas, socialistas, eran el acceso de las mujeres a la educación; educación sexual, control de la natalidad, libertad sexual, amor libre, como ya dijeron mis compañeras.

Trabajo digno y participación política, incluyendo el derecho al sufragio. Nosotras también somos sufragistas, seguimos luchando por el derecho pleno al sufragio. A ella misma le tocó vivir obstáculos a los mínimos avances de las mujeres, incluso lo sabemos fue amenazada de muerte, lo que ocasionó que se alejara de las vida pública.

En la actualidad no nos extrañemos, hay mujeres en México amenazadas por exigir sus derechos, por participar en política, por ser defensoras de mujeres víctimas de violencia, perdónenme pero voy a tomar un traguito de agua, a pesar de cambios positivos que hemos logrado en la condición de mujeres, estos cambios se han concentrado sobre todo en mujeres de clases altas y medias, y de elites diversas, así como ha habido cambios parciales pero siempre intermitentes y frágiles en mujeres de franjas sociales populares.

Con todo, la mayor parte de las mexicanas hoy vive en pobreza, como quiera que se mida, con altos grados de marginación, explotación, y violencia, con sufrimiento; la mayoría de las mujeres es responsable en nuestro país del trabajo doméstico, aunado al trabajo público, casi siempre informal con la mitad del pago que se hace a los hombres, sin derechos sociales, con grandes cargas familiares de cuidado y sin visos de que eso cambie a menos de que haya voluntad política por el empoderamiento de las mujeres.

Decenas de miles de mujeres han migrado en pos de oportunidades, es cierto, pero también de libertad, lo han hecho para salvarse. 

En nuestros días reivindicamos de nuevo el acceso al trabajo digno, como lo hicieron hace un siglo nuestras antecesoras; pero el trabajo como un derecho y el empleo generador de derechos, salario justo, jornada justa, en pos de la independencia y la autonomía que queremos para todas las mujeres.

Planteamos además el fin de la doble jornada de trabajo y la ampliación de lo público en el soporte de los cuidados; desde luego ocupan un lugar central los derechos sexuales y reproductivos sin restricción, y la libertad sexual también, el amor libre, desde luego, de pensamiento, libertad de creencias, libertad de afiliación política, libertad de participación; libertad de comunicación, libertad de tránsito en este país; libertad horaria para las mujeres que no podemos salir después de las ocho de la noche de nuestra casa.

La utopía que contribuimos a crear a través de infinidad de “topías”, de logros y avances en el aquí y el ahora, de décadas atrás, contiene esta “utopía”, la solución a estos grandes problemas nacionales, nosotras los hemos propuesto en todos los foros nacionales, internacionales; en los congresos, en todo sitio, sabemos cómo.

El feminismo ha investigado y sabe como enfrentar estos grandes problemas nacionales, y me atrevo a llamarlos así como “Molina Enríquez” llamó a los grandes problemas nacionales de manera precursora de la Revolución Mexicana.

La problemática de la desigualdad forma parte de los grandes problemas nacionales. Tenemos un nuevo paradigma que ofrecer, que proponer, que construir, es el paradigma que se llama así del desarrollo humano sustentable, fue creado por un trío de grandes investigadores del “PNUD” que debe honrarnos que sean del “PNUD”,  “Martha Nussbaum” “Amartya Sen”, el primer Premio Nobel de Economía  no Neoliberal; y “Magbuj Huljac”, tres pensadores maravillosos que crean una propuesta para salir del infradesarrollo humano.

Este paradigma contiene la posibilidad real del desarrollo de las mujeres, es un paradigma, desde luego contrario y opuesto al neoliberalismo, al capitalismo depredador y patriarcal. 

En términos económicos, el paradigma del desarrollo humano implica una vía redistributiva de la riqueza social acumulada, basada en la satisfacción de las necesidades vitales de todas las personas, y en términos sociales y políticos en la eliminación de las desigualdades, todas, la exclusión y la marginación.

También se propone el desarrollo de capacidades personales y grupales en la sociedad. El paradigma del desarrollo humano sustentable en la perspectiva de “ONOMUJERES”,  con permiso, contiene el adelante y el empoderamiento de las mujeres, implica el acceso a la educación en todos los niveles, y la eliminación de las brechas, incluso la última, la de las nuevas tecnologías; implica también el acceso a la salud integral de calidad durante toda la vida, y en especial a la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

Con la indispensable eliminación de obstáculos, ¿cuáles son estos obstáculos?  La violencia, y por eso decimos con “Belem do para”, luchamos, trabajamos por la erradicación de la violencia de género contra mujeres y niñas, eliminación de todas las formas de discriminación como lo planteó la “SEDAU”,  que es parte de nuestra legislación, y desde luego la eliminación del supremacismo de género así como de las injusticias y el acceso de las mujeres y las niñas a recursos indispensables para la vida, a oportunidades para lograr en efecto una condición vital aceptable, solo aceptable.

El núcleo de la ....

(Sigue 6ª. Parte)
. . . para lograr en efecto una condición vital aceptable, sólo aceptable.

El núcleo de la utopía feminista que se ha fraguado durante tres siglos en el mundo se sintetiza hoy en el campo de las mujeres en eso que llamamos la vigencia de los derechos humano de las mujeres y las niñas, y eso en el camino hacia la igualdad entre mujeres y hombres.

Qué son los derechos humanos de las mujeres y las niñas.

A mí me gusta verlo  como un pequeño ramito, un ramito de derechos, empezando por el derecho a la vida en primera persona sin tener que trascender por nadie y por nada, el derecho a la vida libre de miedo y violencia, pasando por el derecho a ser lo que una quiera hacer como lo afirmó la comandanta Esther en la tribuna de la Cámara de Diputados y concluye con el derecho a la  participación política  y la toma de decisiones incondiciones de igualdad, no es mucho, es un ramito de derechos humanos para hacer posible la vida de las mujeres, hoy decimos igualdad plena, pero también le aumentamos sustantiva y luego llegó la efectiva, y además queremos igualdad de resultados.

De acuerdo con la Declaración de Derechos Humanos de Viena de 1993 que reconoció por cierto la condición humana de las mujeres y asumió los derechos de las mujeres por fin  como derechos humanos, como dice Alda Facio:  “El año en que nos volvimos humanas las mujeres”.

Elvia Carrillo Puerto participó. . .

 (Aplausos)

Elvia Carrillo Puerto participó, como todas nosotras, en la construcción de la ciudadanía de las mujeres a lo largo de toda su vida, incluso cuando se retiró de la actividad pública por amenazas de muerte.

Quiero  sólo citar una de las organizaciones de las que formó parte, es el entrañable frente único proderechos de la mujer, algunas cintas dicen que tuvo 50 mil afiliadas en el país, otras 70 mil, ya quisiéramos, ya quisiéramos.

Ese frente único proderechos de la mujer contó con militantes, activistas, además de Elvia Carrillo Puerto, mujeres entrañables, mujeres de izquierda, feministas connotadas como Frida Kahlo, María Izquierdo y otras intelectuales, artistas, escritoras, maestras, empleadas, campesinas, estudiantes, decenas de miles levantadas por los derechos de las mujeres.

Dicho frente exigió el derecho al voto para las mujeres, es un antecedente clave para lograr el derecho al voto que no fue una concesión graciosa de nadie, como nos enseñaban en la escuela, sino el resultado de la incidencia política de diversos movimientos también internacionales.

Para las contemporáneas el derecho al sufragio abarca muchas cosas, abarca el derecho a votar, ya lo sabemos, pero también el derecho a ser votadas, y también el derecho a presentar legítimamente los intereses públicos, comunitarios, los intereses de la ciudadanía, implica el sufragio el derecho a gobernar  en igualdad y con paridad que hoy ocupan nuestros afanes.

Quiero decir aquí que recibí hoy un correo electrónico en el que nuestra magistrado  Carmen Alanís Figueroa nos comunica a todas en red que  en el municipio de San Bartola Coyotepec, Oaxaca se logró enfrentar un problema de desigualdad político-electoral, y por primera vez que el Tribunal Electoral directamente pidió a una comunidad indígena regida por su sistema  normativo ancestral a que registre mujeres como candidatas para formar parte de sus autoridades, nos dice nuestra magistrado. (Aplausos)

De la utopía, las feministas siempre, como se vio, transitamos a la utopía, a lo posible, lo realizable, aquí y ahora, no sólo proponemos, hacemos, transformamos, somos constantes, piensen, pensemos juntas, juntos, qué país requerimos para erradicar la violencia de género en la casa y en la calle, para erradicar la violencia feminicida y el feminicidio que nos abofetean día con día desde hace  años.

Qué país necesitamos para saciar el hambre y erradicar la pobreza, para eliminar la mortalidad materna y el embarazo adolescente, el contagio del VIH, la alarmante extensión del papiloma ente las adolescentes y las jóvenes.

Qué país para que adolescentes jóvenes y marginadas no sean insultadas y maltratadas al hacerlas parir en el baño o en el patio o afuera de la clínica que debería albergarlas o para que no se mueran más de una docena de criaturas al nacer en un solo hospital en un estado de nuestro país .

La respuesta, tal vez, me parece que va por ahí, está en construir un país solidario; solidario con las mujeres, está en construir un país solidario; solidario con las mujeres, con las niñas, las adolescentes, las mujeres de mediana edad, de terciana edad, las viejas, las ancianas.

Un país que pueda reconocer y valorar la condición humana de las mujeres, no es mucho, un país en que su gente sea capaz de sentir empatía y movilizarse por la calidad de vida de las mujeres, en el que las instituciones de justicia hagan justicia, a Ernestina Ascencio, violada de manera tumultuaria hace siete años por soldados y muerta dos días después de gastritis.

Fin a la impunidad, dijimos al tipificar el feminicidio y lo sostenemos.

Hoy el caso de Ernestina Ascendió está ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Aspiramos a que en este proceso, si la Corte lo acepta, haga justicia, como lo hizo en el caso del campo algodonero que en que por primera vez ante casos de feminicidio un gobierno fue considerado culpable de no garantizar el derecho  humano de las mujeres a una vida libre de violencia, de acuerdo ahora con nuestra ley y desde antes  la Convención Belém Do Pará.

La injusticia continua en nuestro país, aún en casos de defensa propia, como ocurrió con Yakyri Rubio, quién se defendió de su violador, pasó seis meses presa y por fin ha salido de la cárcel, a continuar el proceso en libertad, pero sigue acusada de exceso de fuerza en defensa propia y deberá pagar 400 mil  pesos que tenemos que juntar entre todas las personas que estamos aquí, podríamos aportar cada quien una cantidad, yo lo propongo como parte de este reconocimiento.

 (Aplausos)

 Qué país, para que las periodistas y las defensoras de derechos humanos no sean acosadas, hostigadas, incluso asesinadas, víctimas de. . .

(Sigue 7ª parte)
…defensoras de derechos humanos no sean acosadas, hostigadas, incluso asesinadas, víctimas de feminicidio en el ejercicio de su trabajo.

El país urgente es el que cumple sus compromisos internacionales, y cumple las recomendaciones de la CEDAU, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de Amnistía Internacional, de otros organismos, y desde luego, de todas las redes civiles de mujeres y feministas que damos vida a la defensa de los derechos humanos de las mujeres en nuestra tierra.

En el país que anhelamos, parece una perogrullada, pero la justicia debe ser justa a tiempo, sin dilación, sin equivocaciones, sin omisiones, sin colusión, sin negligencia, sin corrupción.

En la valoración, este país tendrá, como un principio, la valoración de la diversidad por parte de la sociedad y del Estado, que deben ser capaces de igualar a los diferentes, y de lograr el respeto a la diversidad.

Las mujeres indígenas y sus pueblos y comunidades deben ser reconocidos y respetados en su dignidad y derechos; en igualdad y con libertad, como deben serlo las mujeres lesbianas, las mujeres bisexuales, las mujeres transexuales, y las mujeres transgénero, y cualquier otra categoría de género que se nos antoje inventar, hasta las heterosexuales también; las mujeres enfermas, las mujeres con discapacidades varias, todas nosotros y nuestras familias que podamos vivir investidas de derechos y en convivencia democrática.

Hace más de 50 años, otra entrañable feminista, Rosario Castellanos, académica universitaria maravillosa, escritora nuestra, feminista entrañable, reflexionaba en su poema “Meditación en el umbral sobre la condición opresiva y enajenante de las mujeres, y afirmaba:

“Debe de haber otro modo que no se llame zafo.
Debe de haber otro modo que no se llame Mesalina, ni María Egipciaca, ni Magdalena, ni Clemencia Isaura.
Otro modo para nosotras de ser humano y libre.
Otro modo de ser”.
Me parece a mí que en este poema maravilloso, en su pregunta hay una respuesta, es una pregunta afirmativa. Ahí encontramos su reflexión:

“Había que desapegarnos de estereotipos patriarcales”, que ella menciona en todos estos nombres de mujeres de la literatura.

“Había que desapegarnos de esos estereotipos que nos fueron asignados, pero también no voltear al lugar del hombre, ese hombre paradigmático, sujeto, excluyente, supremacista, como referente”.

“Tampoco deberíamos seguir en la visión patriarcal del mundo, todo ello para empezar a ser libres”. Lo hemos hecho.

Resolvimos el acertijo con una “A”.

La respuesta no es la de ser humano y libre, la respuesta es ser humanas y libres con “A”, como dijera Griselda Alvarez, con arduo camino de una “A”, que no consiste sólo en hablar en femenino, sino en vivir en feminista.
Las feministas optamos por cambiar nosotras mismas a nuestro entorno, la vida cotidiana y también al Estado.

Y al Estado ¿Por qué? Para que deje de ser parte del problema, y para que pase a ser parte de las soluciones, como vamos viendo que avanzamos, pero queremos que prevalezcan en el Estado y se fortalezcan las tendencias democráticas y de bienestar social, al eliminar estructuras sexistas, clasistas, racistas, discriminatorias y violentas, para dar paso a una sociedad solidaria y a un Estado democratizado, un Estado reformado para el Siglo XXI transparente.

Queremos un Estado transparente, compuesto por instituciones efectivas, profesionales, honorables y confiables que superen la ilegalidad y haga prevalecer el estado de derecho en nuestro país.

Queremos una sociedad que por fin pueda vivir en paz y desplegar una cultura de paz.

Las feministas como Elvia Carrillo Puerto, y todas, trabajamos por tejer ese país, y desde luego también un mundo global de cooperación solidaria, todo ello basado en ese desarrollo comprometido por lo sostenible con el planeta, pero por lo sustentable con la gente, con las personas que estamos en ese planeta.

Una sociedad que pueda comprometerse con lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 estipula en su parágrafo 28.

¿Quieren que se los lea?

-TODOS: ¡Sííííí!

-LA C. MARIA MARCELA LAGARDE DE LOS RIOS: Ahí va.

Dice: “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta declaración se hagan plenamente efectivos. Es un derecho humano que se creen ese tipo de condiciones para la vida”.

-Nadie lo ha dicho mejor que la filósofa malagueña, que estuvo transterrada en México como parte del exilio español, la filósofa María Zambrano, a la que respeto muchísimo.

Y reflexionado sobre la democracia, María Zambrano dijo, la voy a citar:

“Si hubiera que definir la democracia, podría hacerse diciendo que es esa sociedad, en la cual no sólo es permitido, sino exigido ser persona”.

Y pienso yo: “Que ser persona se inicia como planteó Hannah Arendt, con el primero de los derechos: el derecho a tener derechos.

“Por la vida y la libertad de las mujeres y las niñas”.

Muchas gracias. (Aplausos).
-EL C. PRESIDENTE CERVANTES ANDRADE: Les ruego a los senadores y senadoras tomar sus lugares, por favor.

-Les pido a las senadoras y senadores tomar asiento, por favor.


(Sigue 8ª parte)
…tomar asiento, por favor.

Mil gracias.

No voy hacer una descripción de la vida, del nombre de la galardonada, ya que fue realizado a través de la secretaria senadora.

Ni tampoco, me voy atrever a resumir en unas palabras, el enorme trabajo de la doctora.

Su pensamiento queda claro, en el uso de la tribuna del Senado de la República, y sus acciones fueron las que fueron valoradas por todos y cada uno de las senadoras y senadores, para otorgar este reconocimiento.

Lo que quisiera compartir con ustedes, es una reflexión. El nombre de Elvia Carrillo Puerto, en un tema entre 1922 y 1924, me parece que con intuición, con conocimiento, con valentía y, sobre todo, con efectividad, logró que su hermano el gobernador, sin fundamento legal, pudiera competir una mujer para regidora en Mérida, Yucatán.

En ese momento, no existía en el mundo un sistema internacional de derechos humanos o derechos fundamentales, estuviera en la Constitución; ni siquiera era pensable entender y creer que había un sistema universal, indivisible, interdependiente y progresivo de los derechos humanos.

Tampoco se conocía un sistema de interpretación por persona. Menos la discusión en los portes constitucionales en el mundo sobre la inaplicabilidad de una cláusula constitucional, por inconvencionalidad y aplicar un tratado.

¿Y por qué me refiero a todo esto?  Porque la intuición fue, independientemente que no lo permitía la Constitución de Yucatán, hubo candidata a regidora y hubo después dos candidatas al Congreso local.

Hoy, en la reflexión que solo existen, para mi criterio, dos materias o sistemas jurídicos, que nacen de arriba hacia abajo y no de abajo hacia arriba.

Y me explico.

Por qué dijo de arriba hacia abajo. Solo en la materia ambiental y en los derechos humanos, el no desarrollarse la protección de vida, en el mundo, se tuvo que generar con sistemas internacionales, que después suscribieron y forzaron al cambio de los marcos constitucionales y legales de los países que lo suscribieron.

La velocidad con la que se puede dar cumplimiento a los derechos humanos en el mundo, no era la deseable y siempre hago la reflexión académica, que en el tema ambiental y en los derechos humanos, los seres humanos no poníamos poner de acuerdo en cómo proteger, en dónde vivimos y los que los vivimos.

Es increíble que en el sistema internacional de los derechos humanos, que entendiendo las violaciones, y por eso podríamos comprender lo que pasó en 1700, en los 1800, en el siglo XIX y en el XX, nunca fue un derecho aparejado en la igualdad sustantiva.

Si el camino de los derechos humanos, tanto hombres como mujeres nos hubiéramos visto iguales, hubiera sido completamente innecesario un concepto como igualdad sustantiva y hoy, los evolucionados, a una igualdad de resultados.

Hoy tenemos en nuestro país, no ya por intuición, sino por una enorme decisión del poder renovador de la Constitución, el sistema de partidos, la Corte Constitucional, la división de poderes, los niveles de gobierno y por la violación o no violación de derechos humanos, la horizontalidad de los mismos, por lo tanto, los privados con poder, de poder afectar los derechos humanos, estamos obligados a poner en el centro de todo, política pública, cláusulas constitucionales, marco jurídico legal, actos administrativos, cultura educativa, formación del ser humano, al centro del ser humano.

Y, por lo tanto, antes de eso, necesariamente, yo diría, el sistema constitucional es pro persona, por lo tanto es pro mujer. (Aplausos)

Hoy el trabajo que hace el Senado de la República, y que del cual siempre les he dicho que soy muy orgulloso, primero, de haberme hecho el favor ustedes, de que presida esta legislatura, este año de ejercicio de esta legislatura.

El orgullo de que todos y cada uno en las comisiones, tienen el centro en la creación de la ley, los derechos humanos; y antes que eso, la igualdad de la mujer.

No está en el discurso. Y nuestra responsabilidad, que la hemos venido cumpliendo, no solo es dar un premio, poner un nombre o entregar a una galardonada, sino lo que sirve es en la reflexión del quehacer legislativo y constitucional.

Hagamos mejores leyes, y logremos igualdad sustantiva, igualdad de resultados.

Gracias. (Aplausos)

A nombre del Senado de la República deseo expresar nuestro agradecimiento, al licenciado  Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.

Mil gracias, señor secretario. Y comuníquenle al Presidente que estamos muy agradecidos por su representación.

A la diputada Marisela Velásquez Sánchez, vicepresidenta de la Cámara de Diputados, transmita a su Mesa Directiva y al pleno de la Cámara de Diputados, lo agradecimos que estamos con su presencia.

Sin duda, a la señora María Marcela Lagarde y de los Ríos, muy merecido reconocimiento y gracias por sus palabras.

Y así como a todos nuestros distinguidos invitados, por su asistencia a esta Sesión Solemne.

Secretaría, por favor.


-LA C. SECRETARIA MERODIO REZA: Se le solicita ponerse de pie, a fin de entonar el Himno Nacional.

(Todos de pie)

(Entonan el Himno Nacional, todos los presentes)

(Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE CERVANTES ANDRADE: Se levanta la Sesión Solemne.

Se solicita a los señores senadores permanecer en sus lugares, para continuar con nuestra sesión ordinaria.

Tengan buena tarde, nuestros invitados.

Se levantó la Sesión Solemne, a las 14:18 horas.

 

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