PALABRAS DEL SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE, PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA, DURANTE LA CEREMONIA DEL 97 ANIVERSARIO DE LA PROMULGACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS DE 1917, CELEBRADA EN LA CIUDAD DE SANTIAGO DE QUERÉTARO, QUERÉTARO.
Señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto;
Diputado presidente, Ricardo Anaya;
Ministro Presidente, Juan Silva Meza;
Señor Gobernador, José Calzada;
Señor Gobernador, Rafael Moreno Valle;
Presidente de la CONAGO;
Señores gobernadores;
Gabinete Legal y Ampliado;
Académicos;
Miembros del Poder Judicial;
Miembros de los Órganos Autónomos:
Hoy para mí, es una emoción enorme, poder dirigirme a ustedes en una reflexión sobre una fecha tan importante a 97 años de nuestra Constitución.
En 1917 tenían un gran reto como el que se tiene ahora. Y si ustedes me permiten, grosso modo, me gustaría hacer una reflexión década por década de elementos y pinceladas de lo que ha significado modificar nuestra Constitución.
En muchos lugares, muchos líderes de opinión hacen la reflexión que la Constitución mexicana ha sido altamente modificada y cuando se hace un análisis de cantidad, más no de calidad, no atienden normalmente la realidad. El reto que tenían en 1917 era transitar de un constitucionalismo liberal a un constitucionalismo social.
Tan fue así, que fue la primera Constitución en el mundo, de un Estado de derecho social, lo que significó y el avance en la escritura y las cláusulas constitucionales, era mucho.
Puso ejemplo a desarrollos constitucionales que se dieron a la mitad del siglo XX y que se continuó con este camino. ¿Qué fue? ¿Y por qué fue que lo motivó? Por estar atento a dos temas: la realidad, la sociedad con insuficiencia de desigualdad muy importantes; una política pública que no le daba cumplimiento y, que no sólo eso, sumaba a que hubiera más desigualdad y un pueblo atento y sensible a poderse transformar.
Si nos vamos a los cuarenta, hubo una transición específica, muy específica, en la que la transición del gobierno militar pasó a los civiles y en donde se redujo el mandato de los señores gobernadores. No es un tema menor en esa década que no se veía alcanzable en los treintas.
En los cincuentas, el voto de la mujer, necesario primero para que no se le otorgara sino se le reconociera y la enorme participación de la mujer en la vida democrática desde esa fecha hasta la actualidad. Hoy no estamos en un tema de acciones afirmativas, hoy queremos una igualdad sustantiva, pero inició en esa época.
En los sesentas, con esa sensibilidad que necesitaba México, una pluralidad, lo que hicimos fue darnos los diputados de partido, se abría el Congreso en la Cámara de Diputados a una participación plural, por la necesidad de reencontrarnos en la democracia, en el diálogo, en el debate y en los acuerdos.
En los setentas, en 1977 se hizo una reforma política muy importante, de gran calado, que transformó la vida de esa década y de las subsecuentes en la que se crearon los diputados plurinominales con una visión especifica gran parte de las inquietudes políticas del pueblo mexicano no estaban en un espacio institucional para su desarrollo. No fue un tema menor incorporarlos, invitarlos y que permanecieran para darle cumplimiento a lo que denominamos representatividad constitucional.
En los ochentas, hicimos una reflexión desde el punto de vista económico, el mundo estaba cambiando en muchos temas y México necesitaba cambiar. Hicimos implícito lo explícito del tema del capítulo económico constitucional y generamos un sistema de planeación constitucional, redefinimos la rectoría del Estado, volvimos a pensar fuera del papel de las empresas del Estado en la participación de la vida económica de México.
 Aperturamos internacionalmente aranceles. Nos abrimos al mundo para firmar tratados internacionales, que sin duda le generaron un bienestar a México. Este capítulo económico constitucional no fue tema menor, casi la mayoría de las leyes administrativas se modificaron.
En el noventa, en el noventa, hubo dos caminos: Primero empezamos a crear los órganos autónomos constitucionales y, segundo, fortalecimos el control constitucional, dotándole de mayores facultades al Poder Judicial Federal y a nuestro árbitro constitucional.
El primero en materias económica, en una materia electoral, en temas de vigilancia, de transparencia, de control, en lo que se le notó que era necesario extraer del  Poder Ejecutivo estas facultades y crear órganos autónomos constitucionales que le dieran certeza y camino a estas materias.
Y en el tema del Poder Judicial, en lo que se denomina el árbitro constitucional, que fuera el árbitro y le diera cumplimiento a la Constitución en los niveles de gobierno y entre poderes y que se sometiera a las mayorías parlamentarias a la Constitución cuando lo solicitaran las minorías parlamentarias.
No fue tema menor, nos condujo a una manera de pensar y de ejercer la política que todos los que nos acercamos, o hemos ejercido o los que nos dedicamos al procesar constitucional, entendemos la trascendencia de esta reforma.
En el 2011 cambia verdaderamente el paradigma constitucional y le da mayor alcance, con mayor certeza de lo que significaban las garantías individuales del 17 o el pensamiento liberal de los derechos del hombre inspirado en Francia.
Lo que se hizo fue llevar en técnica jurídica la mejor técnica de construcción constitucional, con base de principios. Puso cuatro principios específicos y un sistema de interpretación. Nunca más se podrá entender una involución de los derechos humanos viniendo del tratado internacional o de un derecho fundamental, entendiéndolo en cláusula constitucional.
Se le mandata al Poder Judicial pero a los demás poderes también en la interpretación del centro, el centro de la vida institucional, es el ser humano y eso pasó en el 2011.
La única consecuencia para lograr en plenitud en un país con tal desigualdad económica y con los problemas que tenía nuestro país, la única llave para poder ejercer y desarrollar los derechos humanos, los derechos fundamentales en su plenitud, se llama crecimiento en la vida moderna de un Estado.
Lo que se tenía que dar para que hubiera un crecimiento, la correspondencia de poder decirle a los ciudadanos que van cumplir in extremo todos y cada uno de los derechos humanos, era generar una nueva estructura transversal constitucional en telecomunicaciones, en competencia económica, en energía.
Si no hubiéramos tenido esa visión en una reforma política, si no hubiéramos estado atentos a los temas sensibles que la sociedad mexicana necesita, el Estado estaría incumpliendo, porque el Estado no otorga derechos, no reconoce derechos. Lo que genera el Estado son las condiciones para que se cumpla en plenitud para los mexicanos y mexicanas los derechos que la Constitución y los tratados internacionales otorgan a los mexicanos y a los que viven en nuestro territorio.
Señor presidente: La evolución natural de lo que hicimos, que el Poder Ejecutivo, el Congreso de la Unión, las legislaturas de los estados, la sociedad en su conjunto, está administrando y revisando que nuestro camino es el correcto y que internacionalmente se reconoce.
La evolución natural será que es extraer de la constitución los principios y los valores que la motivan para estar más cerca y saber qué significa ser mexicano.
Muchas gracias.
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