DISCURSO DEL SENADOR RAÚL CERVANTES ANDRADE, PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA, DURANTE LA PROMULGACIÓN DE LA REFORMA ENERGÉTICA EN PALACIO NACIONAL.
Buenas tardes a todas y a todos.
Señor Presidente de la República. Miembros del Gabinete. Señores gobernadores. Senadoras, senadores. Diputados federales, diputadas federales.
Hoy estamos en una revisión de un nuevo paradigma constitucional a punto de promulgarse; sin duda, en mi visión, el más importante que se ha vivido las últimas décadas y me explico.
Si extrajéramos el contenido constitucional que ya se aprobó por la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores y la mayoría de los congresos locales, tendrían cinco principios lo que rige el pensamiento constitucional inscrito en el capítulo económico de nuestra Constitución: financiar al desarrollo, seguridad energética, eficiencia energética, interés público y diversificación de riesgo.
¿A qué se refieren estos principios? Nunca había habido un mandato específico en nuestra Constitución para qué querían los mexicanos su petróleo, su gas y su electricidad. Hoy sí lo sabemos. Financiar el desarrollo es un elemento sustancial del crecimiento económico que tiene como traducción, siempre, elevar el nivel económico y de vida de los mexicanos y las mexicanas.
Sin seguridad energética no puede haber un desarrollo del crecimiento porque la industria no está clara sobre el marco sobre el cual va a generar riqueza; sin tener una transición energética de avanzar y respetar los tratados internacionales; y la visión del Estado mexicano dentro y fuera del país sobre cada vez utilizar menos los hidrocarburos en el mediano y largo plazo, tener muy claro la diversificación de los riesgos.
La industria petrolera cambió hace varias décadas, pero sustancialmente los últimos veinte años. No es una industria específica que tiene que ver con un tema de producción solamente, sino tiene que tener con un tema de valor en la diversificación de ese riesgo.
México no tenía diversificado el riesgo y por lo tanto, la construcción de una rectoría del Estado en ese capítulo económico con una visión específica sobre lo que significa hoy el nuevo paradigma del concepto estratégico del Estado y cómo coadyuva sobre las reglas de la rectoría el particular siempre en nombre y cuenta del Estado mexicano.
Si estas cinco cosas suceden en la electricidad, en el gas y en el petróleo, sin duda tendremos un crecimiento económico que se va aunando y se va encadenando, esta última reforma energética a las que ya se han venido dando durante el último año de visión de todos los grupos políticos, de todos los agentes económicos y de los diferentes partidos representados en los congresos de lo que necesita México.
No se podía entender una reforma energética que va a tener mayor inversión y que va a tener reglas calaras tanto al exterior como al interior si no se entendiera también una reforma laboral en donde se tuviera claro la flexibilidad de la contratación pero también empleos que den ingresos y formalidad y, por lo tanto, una consecuencia mejor para vivir a los mexicanos.
Pero tampoco se entendería la de educación si das una oportunidad específica del crecimiento de la industria petrolera, la del gas, la energética si no se estuviera haciendo también una reforma en la que le garantices mejor educación a todos los mexicanos y que se inscriban como ciudadanos globales dentro del territorio nacional.
¿Podríamos entender la energética sin transparencia y sin los órganos de anticorrupción? No. Sistemas de rendición de cuentas hacia el ciudadano que tenga claro el acceso del manejo de los recursos públicos y en el caso concreto de las asignaciones de los diferentes tipos de contrato, utilidad compartida o producción compartida o licencia, no.
La visión del Senado de la República, la visión que se ha venido concatenando en el Congreso de la Unión, de iniciativas que se han mandado desde el ejecutivo federal y otras construidas desde el congreso, es una visión de integralidad del paradigma constitucional y legal que quiere mandar México hacia delante, que significa tener los eficientes principios de mejora de vida de los mexicanos y que nuestras riquezas sean explotadas de la mejor forma para que todos vivamos mejor.
Mil Gracias.
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