VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA SESIÓN ORDINARIA DEL SENADO DE LA REPÚBLICA (Parte 3)

Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Se concede ahora el uso de la palabra al Senador José Ascención Orihuela Bárcenas, para presentar el dictamen en nombre de la Comisión de Fomento Económico.
 
Senador José Ascención Orihuela Bárcenas: Gracias, señor Presidente.
 
Compañeras y compañeros senadores, la Comisión de Fomento Económico encargada de emitir opinión en el presente dictamen atiende a las voces que demandan la modernización del sector energético.
 
Agradezco a todos los integrantes de esta comisión su trabajo y profesionalismo, particularmente saludo a Benjamín Robles, compañero y amigo senador que estableció un voto particular, en contra.
 
Estamos a punto de aprobar una reforma que permitirá a México desarrollar su economía, impulsar la competitividad, generar mayores empleos y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
 
Reconocemos que el contenido de la reforma energética es resultado de un debate transparente, plural y democrático, en la Comisión de Fomento Económico no solamente analizamos, estudiamos y discutimos la propuesta del Presidente Peña, sino también aquellas del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática, así como las propuestas de diversos sectores que pedían ser tomados en cuenta.
 
Tuvimos la oportunidad de escuchar todas las opiniones, se incluyó a las autoridades de gobierno, partidos políticos, sectores productivos, organizaciones de la sociedad civil y especialistas, independientemente de nuestras ideologías, plataformas políticas y programas de acción, hemos sido capaces de construir un nuevo marco jurídico que definirá el rumbo de México durante las próximas cinco décadas.
 
Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad no se venden ni se privatizan, se modernizan para obtener mayores rentas, aprovechar mejor nuestros recursos y ofrecer servicios de calidad a los mexicanos.
 
La reforma energética no pone en entredicho la soberanía y la rectoría del Estado en un sector energético. Ningún interés privado se encontrará por encima de los intereses nacionales, la voluntad del pueblo mexicano y el bienestar de toda la población.
 
Estamos dando un paso fundamental para garantizar la seguridad energética, con la reforma nuestro país en pocos años podrá reducir la importación de gasolinas y gas de uso doméstico, tendrá la capacidad de refinar por sí sola sus propios hidrocarburos, lo cual permitirá reducir sus costos en beneficio de la economía de millones de mexicanos.
 
México atraerá inversiones muy importantes, un aspecto fundamental es que permitirá a nuestra economía crecer, abatir los niveles de desigualdad y construir la infraestructura necesaria para el desarrollo  de todas las regiones de nuestro gran país.
 
Nuestro país cuenta con una de las reservas energéticas más grandes del mundo, el petróleo que se encuentra en aguas profundas del Golfo de México o el Gas de Lutitas ubicada en el noreste, estos no han podido ser explotados por la carencia de recursos financieros y tecnológicos, si bien no se puede considerar como una pérdida económica, lo cierto es que nuestro país ha dejado de recaudar miles de millones de dólares por la extracción, procesamiento y venta de estos hidrocarburos.
 
Hoy tenemos la oportunidad de revertir esta situación, la posibilidad de que Petróleos Mexicanos pueda asociarse con la iniciativa privada en la exploración y extracción de combustibles fósiles a través de los denominados contratos de utilidad compartida, producción compartida y licencias, es un paso que permitirá consolidar al sector energético como uno de los más productivos y eficientes a nivel internacional.
 
La reforma energética además de tener como objetivo consolidar a Pemex y a Comisión Federal como empresas líderes a nivel mundial, asume el compromiso de hacerlas más transparentes y con sus procesos a la vista de todos.
 
La adjudicación de contratos que se otorguen a privados, así como las licitaciones públicas deberán cumplir con todos los requisitos de transparencia.
 
Cualquier ciudadano podrá ejercer su derecho constitucional de consultar por medios electrónicos o a través de los órganos autónomos, la información referente con respecto al estatus contenido y metas programadas en cada uno de estos.
 
Los beneficios sociales de la reforma se encuentran a la vista.
 
En general, se fortalecerán con mayores recursos los programas de Combate a la Pobreza y la Desigualdad.
 
Se crearán cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y dos  y medio millones de fuentes de trabajo para el 2025.
 
Con la atracción de nuevas inversiones se beneficiarán otros sectores económicos como el industrial, comercial, turístico, manufacturero, automotriz, agroindustrial, particularmente el sector agrícola, por mencionar algunos.
 
Con la reforma se reorganizará a la industria eléctrica para garantizar tarifas competitivas a los hogares, la industria y el comercio; se ordenará el sistema de precios y tarifas para que refleje el costo real de la energía y el funcionamiento del sistema de suministro.
 
Esta reforma se compromete con el medio ambiente, en cada uno de sus componentes se encuentra prevista la generación de energías limpias, alternativas y sustentables.
 
Por lo antes expuesto, compañeras y compañeros legisladores, los integrantes de la Comisión de Fomento Económico estamos convencidos de que con la reforma energética estamos dando otra oportunidad de desarrollo y crecimiento a México.
 
Sin comprometer la soberanía nacional, lograremos atraer inversiones para modernizar a las dos más importantes empresas que tenemos los mexicanos Pemex y Comisión Federal de Electricidad.
 
El Senado de la República entrega a la sociedad una reforma integral que tendrá beneficios en todas y cada una de las actividades que realizan los mexicanos.
 
Hoy hemos decidido tomar el camino que han seguido países como Brasil, Colombia o Noruega, quienes se han convertido en referentes internacionales por la eficiencia y sustentabilidad en la utilización de sus recursos energéticos.
 
Gana México, ganamos todos los mexicanos.
 
Hemos construido con esta reforma un mejor futuro; sin duda, uno más incluyente, con mayor crecimiento y al servicio de las mejores causas sociales.

Con esta reforma vamos por el México que todos queremos.

Es cuanto, señor Presidente. Gracias por su atención.

Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 199 del reglamento, tiene el uso de la palabra la senadora Dolores Padierna Luna, para presentar su voto particular.

Por favor, senadora.

Senadora Dolores Padierna Luna: ciudadanas, ciudadanos, pueblo de México, estamos hoy reunidos para discutir y decidir sobre la reforma constitucional más importante del país.

Se trata de una contrarreforma energética de espaldas a la población y presentada como un hecho consumado, sin posibilidad de revertir su gravedad.

Es mentira que tengamos años debatiendo, lo que se plantea en esta contrarreforma. Es mentira que el objetivo no sea la privatización.

Esta propuesta es radicalmente privatizadora, que combina lo peor de la iniciativa de Enrique Peña Nieto, y lo peor de la planteada por el Partido  Acción Nacional.

Marginaron a la izquierda de este dictamen, porque nosotros siempre planteamos que para una reforma energética, no era necesario cambiar los artículos 25, 27 y 28 constitucionales.

Dictaminaron marginando a la segunda fuerza política del país, dictaminaron en secreto, evadiendo la consulta popular.

Desde el nacimiento de México como nación independiente en 1821, la existencia y la supervivencia de nuestro Estado Nacional, ha estado en riesgo en varios momentos. Hoy es uno de esos momentos.

México está en peligro con la intención del PRI y del PAN y el gobierno de Peña Nieto, de reformar los artículos constitucionales, para entregar nuestro sector energético a los grandes intereses transnacionales.

En 1848, con los Tratados de Guadalupe Hidalgo, nuestro país perdió el 55  por ciento de su territorio nacional, ante el poder de las armas y la  política expansionista de los Estados Unidos.

Para que  esta tragedia sucediera, se tuvo que conjugar un estado mexicano débil y una élite política incapaz, mediocre y totalmente ajena a los sentimientos populares.

Su más patético ejemplo fue Antonio López de Santa Anna, seguramente inspirador y guía de quienes hoy pretenden enajenar por cuentas de vidrio la soberanía económica y energética de nuestra nación.

La Revolución Mexicana, la primera revolución del Siglo XX logró derrotar la dictadura porfirista, y sus políticos entreguistas y a la oligarquía terrateniente.

La Revolución Mexicana conformó un nuevo pacto social plasmado en la Constitución de 1917.

Esa constitución consagró en su artículo 27 la propiedad originaria de la nación sobre sus recursos naturales. Esa constitución costó más de un millón de vidas de mexicanas y mexicanos, es la que pretenden liquidar hoy los dignos herederos de Santa Anna y del Porfiriato

Con base en ese artículo 27, el presidente Lázaro Cárdenas del Río decretó la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938. Hace 75 años, con esa decisión histórica, México reafirmó su soberanía económica y política, nuestro país sentó las bases para su desarrollo hasta nuestros días.

El general Lázaro Cárdenas y su generación pudieron enfrentar los intereses de las compañías petroleras extranjeras, vencieron los embargos, superaron la ruptura de las relaciones diplomáticas con las principales potencias de ese momento, hicieron valer las leyes y nuestra soberanía.

Fue el presidente Adolfo López Mateos quien en septiembre de 1960 nacionalizó la industria eléctrica, un mexiquense nacionaliza la CFE y un mexiquense la privatiza.

Lo que hoy se pretende hacer en este Senado por los oligarcas y sus dos partidos es una contrarreforma conservadora, es una regresión, es matar la herencia de quienes han forjado con su lucha, con su ejemplo, con su trabajo y con su vida un México con soberanía, con igualdad, con desarrollo, con dignidad.

Las decisiones de los presidentes Cárdenas y López Mateos nos han dado identidad, seguridad, viabilidad como nación y sobre todo, independencia y soberanía por más de 75 años.

Lo que hoy pretende Peña Nieto es regresarnos al pasado, es convertirnos en neo colonia, es negar nuestra historia, pero no lo vamos a permitir.

Vamos a dar la batalla con el pueblo de México para defender el interés nacional. Por defender a México, a nuestra patria, no vamos a acatar las imposiciones.

Nuestro Grupo Parlamentario ubica temas de enorme preocupación, como la entrega del petróleo, el gas, la electricidad a empresas trasnacionales. Para eso están modificando el 27 constitucional, llegan al extremo de plantear en el quinto transitorio que las empresas podrán registrar para efectos contables y financieros sus contratos o asignaciones y sus beneficios esperados.
 
Van a permitir que la reserva petrolera se convierta en parte de los activos de las empresas trasnacionales, van a bursatilizarlos y esto constituye una de las más graves amenazas a la soberanía nacional.

Como el desmantelamiento de Pemex y la CFE, se plantea la existencia de empresas productivas del Estado para que éstas, en asociación con particulares sean las responsables de las áreas estratégicas de exploración y extracción del petróleo y los hidrocarburos, líquido, sólido o gaseosos, en sustitución de los organismos descentralizados, Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad.

Subrayo: en sustitución de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, las empresas que le costaron a este país, que a pesar de sus errores, de graves casos de corrupción e ineficacia son empresas públicas de todos los mexicanos y ahora quieren desmantelarlas.

A Pemex le dan cinco años de vida en un régimen de transición y a la CFE le dan 12 meses para su desaparición.

Por si fuera poco, en el párrafo cuarto del 28 constitucional que propone la reforma posibilita la existencia… Voy a saltarme ese párrafo.

Tres.- El incremento hacia la población de los precios de los energéticos: luz, gasolina, gas y diésel. Fue una gran mentira que le contaron a la población que con esta reforma energética van a disminuir esas tarifas y sucederá exactamente lo contrario.

En el transitorio undécimo se establece que el Ejecutivo Federal propondrá al Congreso de la Unión un programa de sustitución de subsidios generalizados por subsidios focalizado; en otras palabras, el libre mercado va a marcar los precios de estos servicios.

También nos preocupa el sometimiento a la jurisdicción internacional de aspectos que deben ser decisiones soberanas de México en materia energética.

De manera subrepticia, en el artículo 7º transitorio se abre el tema de los tratados internacionales y acuerdos comerciales, y se elimina así la cláusula petrolera que excluía a este sector del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, nos preocupa que se confirma el despojo a las comunidades de sus tierras a favor de las empresas transnacionales porque se establece una expropiación automática. Esto es un verdadero atentado a la propia historia y a las comunidades.

Nos preocupa que se crea un fondo petrolero a la medida de las recomendaciones de los organismos financieros internacionales; es el establecimiento de un mecanismo de estabilización macroeconómica en manos de los tecnócratas que han llevado a nuestro país a la actual situación.

El manejo de este fondo petrolero, según el artículo décimo cuarto, radicará en un fideicomiso público en el que el Banco de México fungirá como fiduciario, pero el control será claramente, directamente, del Secretario de Hacienda. No es un fondo petrolero con autonomía de gestión ni administrativa, es la renta petrolera la que queda en manos de la Secretaría de Hacienda para repartirse como botín en este capitalismo de compadres que se impone cada sexenio.

Con la renta petrolera manejada en forma oculta y discrecional comprarán de nueva cuenta la Presidencia de México a quien sea el candidato de las petroleras internacionales.

La contrarreforma energética se hace para que capitales nacionales y extranjeros realicen negocios con los recursos naturales que son de la nación. Todos los países del mundo van en el sentido de proteger su soberanía y seguridad energética. Sólo México, sólo nosotros, vamos en el sentido contrario.

Están pensando en darle certeza jurídica a las élites económicas nacionales y extranjeras, las mismas que han salido beneficiadas con todas las anteriores privatizaciones y que se han privatizado ya dos mil empresas paraestatales y los beneficiados no han sido la  mayoría de los mexicanos ni la economía nacional sino una minoría de supermillonarios, amigos de Carlos Salinas y de sus sucesores que figuran en las listas de los hombres más ricos del mundo.

Ahora no se trata de desincorporar, ahora se trata de desincorporar la joya de la corona, nuestra economía y nuestra historia, se trata de disfrazar la privatización de Pemex con el argumento de la falta de capital, de su ineficiencia o la falta de tecnología, sólo se resuelve abriendo, dicen, nuestro sector energético a las petroleras privadas.

Nosotros vamos a evitar que se concrete el principal atraco de todos los tiempos, la mayoría de los defensores de la reforma energética de Peña Nieto, en especial de los ex directores de Pemex y los ex titulares de las Secretaría de Energía, trabajan para las consultoras extranjeras, vinculadas al sector energético o directamente con las transnacionales, Repsol, Schlumberger, Exon y Chevron.

Ni uno sólo de los directores recientes de Pemex han dejado una herencia de transparencia, eficacia y combate a la corrupción, por el contrario, la corrupción en Pemex se ha disparado en los  últimos años y en especial, durante los dos sexenios de la alternancia con el PAN, la corrupción, el saqueo, la ineficacia de los gobernantes es la causa de que no puede aprovecharse la renta petrolera como puntal de desarrollo.

Vamos a votar en contra de un proyecto de dictamen que tira por la borda 75 años de construcción de nuestro estado nacional y la enorme oportunidad que la naturaleza le dio a México, de tener recursos naturales, para despegar como potencia energética mundial y quedamos postrados ante Estados Unidos por la visión nimia de los gobernantes y su actitud lacayuna ante los poderes económicos extranjeros.

La historia nos va a  juzgar, hay quienes pretenden seguir el ejemplo de Santa Anna, de los conservadores y reaccionarios, como Tomás Mejía y Miguel Miramón, de Porfirio Díaz, de Huerta y sus golpistas. En esa ruta van a terminar en el basurero de la historia y en las crónicas de la ignominia.

Nosotras y nosotros en el PRD vamos en otra senda, sabemos lo que somos y a dónde vamos, marchamos por la ruta y el ejemplo de Hidalgo, Morelos y Guerrero, andamos con el estandarte de los Héroes de Churubusco y del Batallón de San Patricio, retomamos el ejemplo de Juárez y de los liberales del siglo XIX, asumimos la congruencia y la rectitud de Flores Magón, de Villa y de Zapata, el espíritu y el ejemplo  del presidente Lázaro Cárdenas del Río está aquí a nuestro lado, codo con codo en la defensa del petróleo, de nuestra soberanía, de nuestra libertad, de una patria democrática digna y soberana por la que seguiremos trabajando.

La patria es primero.

¡Qué viva México!

¡Qué viva el pueblo de México!

Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Tiene ahora uso de la palabra el Senador Manuel Bartlett Díaz, para presentar su voto particular, hasta por 10 minutos.

Por favor, les pido y les insisto, respeto al tiempo.

Senador Manuel Bartlett Díaz: gracias, señor Presidente.

Voy a hacer breve en la presentación del voto particular que hicimos llegar a todos los correos de la totalidad de los senadores aquí presentes.

¿Qué es lo que hemos hecho en relación con este dictamen, que decía yo, es un dictamen del PAN y del PRI? Un dictamen que aglomera ahí en un montón de agregados, que establece un sistema verdaderamente absurdo en relación con la energía en el país.

Y no se ha podido discutir porque alegan una y otra vez que hubo una gran discusión. Alguien dice que lleva 15 años la discusión. Esto es falso.

Los funcionarios, empezando por Peña Nieto y sus secretarios nunca debatieron nada, a través, y lo he insistido y lo seguiré señalando, a través de un dominio mediático, que confunde, manipula al país, incumple con el derecho a la información de los mexicanos, se plantearon básicamente un manantial de mentiras y de demagogias.

Y finalmente cuando llega el momento de discutir, de analizar, tuvimos un planteamiento de foros que abortaron por la truculencia del planteamiento de los foros que manejaba el PRI y el PAN, que llevó a que el PRD se saliera y que hiciera sus foros auténticos por su lado y el PT hiciera los suyos. Cada quien por su lado, porque no se pudieron llevar a cabo esos foros.

Estaban planeados para que por los medios de comunicación brillaran unos y se ridiculizara a otros.

No ha habido discusión alguna, no se ha analizado a fondo ante la nación el dictamen, ni siquiera las iniciativas.

Por eso nosotros pensamos que es muy importante, y lo hemos planteado en el presentar un voto particular, que nosotros sí analizamos las iniciativas párrafo, por párrafo.

¿Y por qué lo hemos hecho tanto la del PAN, como la del PRI?

Porque es en el análisis detallado de la estructura de los planteamientos en donde se pueden encontrar las falacias, las mentiras, los saltos, las incongruencias.

Por ejemplo, en las dos, en ninguna de las dos hay una demostración de la necesidad de una reforma constitucional, no la hay.

Saltan de decir que estamos importando todo, que importamos gasolina, que importamos tal.

¿Qué pasó?

Que son responsabilidades de sus presidentes, del PAN y del PRI y esos defectos, como por ejemplo, tener que importar gasolinas y casi todos los productos petroquímicos, son parte de este proceso que hoy llega a su culminación, que es la destrucción del sistema energético de México que ha sido atacado desde 1917 por los intereses imperantes.

Yo les  mandé estos documentos, y quedarán ahí grabados, están publicados para que quede claro que estas iniciativas no tienen ningún argumento válido.

Jamás presentan una necesidad de la eliminación de principios constitucionales básicos, y que tenga eso que ver con todos esos defectos que establecen.

Son además documentos cobardes, lo digo con toda claridad, aquí se trata de hablar con claridad, aunque algunos se molesten, porque no reconocen la inversión extranjera realmente; y oímos una y otra vez que se está abriendo a la inversión privada y no es cierto, se está abriendo a las empresas transnacionales del Imperio.

De manera que sí es muy importante y lo mandamos desde ayer, a nosotros nos dieron esas 300 páginas y nos dieron medio día para analizarlas y poderlas procesar.

Pero yo pensé que podía serles útil y al mismo tiempo de esas 300 páginas que tuvimos que leer, sin dormir, para lo que construyeron en estas  negociaciones PAN y PRI,   nosotros les presentamos aquí un documento párrafo por párrafo.

Si alguno lo leyó, que a veces es muy remota la afirmación, pues se podrá  dar cuenta de que no tienen ningún fundamento en cuanto a las conclusiones que llevan, contradicciones, falacias, falsificaciones históricas, y la difamación en los dos, fíjense qué chistoso, la figura de uno de los mejores presidentes de este país, que es el General Lázaro Cárdenas.

Bueno, del PAN se podría entender, porque la lucha que se dio en aquellos años, aquí se mencionaron algunas cosas contra el Cardenismo, porque el PAN surge en contra de los principios y de la aplicación de la Revolución Mexicana.

Pero aquí de este lado, pues yo no encuentro ninguna razón para abjurar de los principios que han hecho ese partido que hoy ya no existe.

Han tenido que sacar sus banderas. Qué necesidad de ponerse las banderas adelante, cuando están realmente traicionando al país.

De manera que, pues ahí está este trabajo, que está junto a la iniciativa, que no analiza nada, y saca conclusiones que no tienen nada que ver con sus argumentos.

Muchas  gracias, señor presidente, por su atención.

Presidente Sen. Raúl Cervantes A.: Gracias, senador y se le aprecia mucho el respeto del tiempo.

Tiene uso de la palabra el senador Alejandro Encinas Rodríguez, para presentar su voto particular, hasta por 10  minutos.

Senador Alejandro Encinas Rodríguez: Quiero dirigirme al pueblo de México.

El día de hoy, en un debate histórico, que va a replantear las bases fundacionales de nuestro país y las relaciones de convivencia entre los mexicanos.

Estamos ante un momento de definiciones profundas en lo político y también en lo personal. Y en estos momentos de definiciones, indudablemente sale a florecer lo mejor y lo peor de las instituciones y de los individuos.

Basta ver las intervenciones que hicieron aquí para fundamentar el dictamen el Senador Óscar Román González, quien acusa a la oposición de la Izquierda Progresista aquí en el senado de intentar postergar una resolución en aras de frenar al vapor, dice, una reforma energética.

No estamos buscando postergar absolutamente nada. Estamos planteando el derecho de las mexicanas y de los mexicanos a decidir sobre los asuntos fundamentales del país, y por eso planteamos la necesidad de llevar a cabo una consulta popular y por eso planteamos hoy la exigencia de una moción suspensiva para atender una omisión que el propio Poder Legislativo ha cometido no sólo al haber faltado a su responsabilidad para reglamentar el derecho a la consulta popular, sino para iniciar el proceso de consulta que más de un millón 700 mil mexicanas y mexicanos hemos ingresado al Senado de la República.

Habrán suspendido la moción suspensiva, pero esto no termina aquí, porque promoveremos una acción de inconstitucionalidad ante la Corte porque los derechos establecidos en la Constitución no pueden someterse a votación de mayorías artificiales y deben ejercerse plenamente.

Y también me quiero referir a la intervención del senador Gracia, quien señala que no estamos ante un proceso binario, dice, no es un asunto entre buenos y malos.

Por supuesto que no lo es, ése no es el problema, ésa no es la contradicción fundamental. La contradicción vuelve a estar vigente en este Congreso, al igual que lo estuvo a lo largo de los dos últimos siglos en dos visiones no solamente antagónicas y contradictorias del país, sino en visiones que representan intereses distintos de las clases sociales que existen en este país.

Es una contradicción entre los viejos liberales y los conservadores, es en una contradicción, en quien ven en la riqueza del país la posibilidad de la acumulación y quienes vemos la posibilidad de la distribución del ingreso para beneficio de la población.

Por eso hemos mantenido nosotros una visión nacionalista, a la que nos han acusado de trasnochados, pero yo creo que hay más nostalgia y más añoro en aquellos que quieren regresar a los viejos tiempos del porfiriato, como sucede hoy con esta reforma.

Lo que está a debate el día de hoy no es si se privatiza Petróleos Mexicanos o la Comisión Federal de Electricidad; lo que está a debate hoy es la sesión del dominio de la nación sobre los recursos del subsuelo.

Se trata de una modificación sustancial al concepto de propiedad originaria de la nación sobre su territorio, sobre sus recursos naturales y los recursos que existen en el subsuelo; se trata de modificaciones sustanciales al régimen de propiedad, donde se da preponderancia hoy al interés privado por encima del interés público y el interés social.

Se cede el dominio de la nación y la exclusividad del Estado para asumir la responsabilidad de los sectores estratégicos para el desarrollo nacional agravando la vulnerabilidad de la propiedad social, particularmente del ejido y de la comunidad a quien a pesar de las reformas al 27 constitucional en 1992 no pudieron aniquilar y hoy quieren establecer la posibilidad de expropiación de las tierras ejidales y comunales sin acreditar el interés público para ello.

Tenemos efectivamente dos visiones distintas que se confrontan y la discusión de hoy va a volver a dividir a los mexicanos, porque se trata en síntesis de la ruptura de las bases fundamentales con las que se constituyó el Estado mexicano, en cómo concebimos las distintas modalidades de la propiedad y cómo entendemos el ejercicio de la soberanía nacional.

Y el punto nodal de esta reforma lo encontramos la modificación al artículo 27 constitucional, que modifica el pacto social y la propiedad originaria de la nación sobre los bienes del subsuelo. Y hay que recordar no solamente lo que decía Andrés Molina Enríquez, de cómo el 27 constitucional era el eje articulador de la Constitución del 17, sino que el 27 constitucional fue el artículo que permitió la pacificación de nuestro país después de una revolución y hoy al romperse ese precepto volvemos a entrar en una contradicción que tendrá repercusiones sociales profundas.

El pacto social hay que acordarlo, es el acuerdo entre los hombres y las mujeres por el cual se resuelve para el bien común renunciar a una parte de nuestras libertades conformando un Estado que garantice la paz y la convivencia en una sociedad.

Desde el Siglo XVII el pacto social se entendió como un acuerdo entre gobernantes y gobernados donde el estado tiene la obligación de velar por la vida, la libertad y la propiedad de las personas, pero también el pacto social se asumió que en caso de que el estado no garantice ese derecho, el pueblo tiene el derecho a revelarse y tiene el derecho a cambiar en todo momento su forma de gobierno.

Y eso lo dijo hasta Jacobo Rousseau en la definición de estado democrático: la soberanía de nuestra nación reside en el pueblo y el pueblo mexicano tiene el derecho a revelarse y a desobedecer las resoluciones que hoy se van a imponer por una mayoría unilateral que representa en lo fundamental al sector del dinero y al de los privilegios en nuestro país.

Esta contrarreforma rompe con el pacto que dio origen a nuestro estado contemporáneo, rompe con la rectoría del estado y con la salvaguarda de la propiedad de la nación, ya que la propiedad del petróleo es un tema indisolublemente ligado a la independencia económica y a la soberanía de la nación.

Hoy, como sucede desde que iniciaron las políticas privatizadoras, el estado renuncia a la rectoría del estado para ceder esta rectoría al mercado, que no va resolver los profundos problemas de desigualdad que existen en nuestro país, se abandona la política que otorga al estado la imposibilidad de impulsar el desarrollo, facultad que se deja en manos de particulares a quienes no interesa combatir la desigualdad.

El petróleo, insistimos, es un bien propiedad de la nación, no del Gobierno Federal ni de ningún partido, es un bien inalienable e imprescriptible y cuando el dominio de la nación es inalienable e imprescriptible, se refiere a que no están sujetos a la acción reivindicatoria de posesión definitiva o provisional de los particulares, esto quiere decir que los particulares no pueden adquirir derechos reales sobre los bienes de la nación.

Y ahí nos introducen en el dictamen un eufemismo, ahora le llaman licencias a las concesiones y como lo dije en comisiones, licencia es sinónimo de concesión, como descaro es de desvergüenza.

Lo que están proponiendo es modificar de manera radical y sentido contrario el desarrollo histórico del estado mexicano y modificar la propiedad y el dominio directo de la nación. Se debilita al estado, ya de por sí debilitado frente a la delincuencia organizada y hoy nos encontramos  ante un estado debilitado profundamente por su subordinación al poder económico.

No vamos a enfrentar aquí, concluyo, señor presidente, a una mayoría mecánica, estamos enfrentando a una nueva coalición conservadora, un nuevo polo conservador alineado a los poderes oligárquicos, cuyo interés fundamental no es la salvaguarda de nuestro país ni el bienestar de nuestras nación.

El PAN ha logrado una victoria ideológica sobre el PRI, lo dijo también Gracia al citar a Gómez Morín y es una vergüenza que se haya regresado a los tiempos en donde el PRI se subordinaba al gran capital. Seguramente querrán cambiar la historia, en algunos años querrán borrar la expropiación histórica y patriótica del ingeniero Cárdenas, del general Cárdenas, seguramente lo van acusar de traidor a la patria en la nueva historia que quieren escribir, querrán publicar billetes con la imagen de Emilio Azcárraga o de Carlos Salinas de Gortari, pero lo cierto es que lo van ustedes aprobar, hoy quedará en la historia, al igual que los tratados de Guadalupe-Hidalgo, donde Santa Anna cedió los territorios de la Alta California y Arizona.

Que la imposición de los conservadores hicieron de un emperador extranjero en México, que los Tratados de Bucareli quisieron hacer nugatorio el 27 constitucional como uno de los momentos de mayor ignominia de nuestra historia, perpetrando el mayor de que haya sido objeto el pueblo y todos los mexicanos.

Muchas gracias.

 

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