La vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna advirtió que existen factores que pueden influir en un menor crecimiento económico para nuestro país, mismos que pudiera ocasionar un estancamiento e incluso recesión que no señalan instituciones como el Banco de México.

Padierna Luna recordó que en su informe al cuarto trimestre de 2016, el Banco de México estima un crecimiento para 2017 en un promedio de 1.8%, menor al 2.0% que estimó en su informe al tercer trimestre. Para 2018 también bajó su estimación de 2.5 a 2.2%. Esta revisión a la baja se suma a las de los anteriores cinco informes.

Así mismo, dijo la legisladora, la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, de febrero, estiman un menor crecimiento: 1.49 y 2.09% para 2017 y 2018, respectivamente.

Padierna Luna recordó que hay otros factores que pueden influir en un menor crecimiento, como la debilidad de las finanzas públicas que pudieran ocasionar nuevos recortes al gasto.

“Otro factor es la inflación que se ha desbordado durante los primeros meses de 2017 y que puede implicar la adopción de medidas monetarias más restrictivas por parte del Banco de México o la desaceleración del mercado interno debido fundamentalmente al deterioro del ingreso real de los hogares”, advirtió.

La también integrante de la Comisión de Hacienda del Senado recordó que la calificadora internacional Moody´s, considera que existe la probabilidad de que México entre en recesión a partir del segundo semestre de 2017, en el caso de que se concreten los mismos riesgos que identifica el Banco de México.

“Entre los riesgos que advierte el Banxico destacan: que diversas empresas decidan cancelar o posponer sus planes de inversión a la luz de los eventos recientes en los Estados Unidos; que se implemente una política comercial o fiscal altamente proteccionista en Estados Unidos y que ello conduzca a un mayor deterioro de la confianza de los consumidores y empresas; que las agencias calificadoras reduzcan la calificación crediticia del país, afectando los flujos de inversión hacia México; que los flujos de remesas hacia México se ubiquen por debajo de lo previsto, posiblemente como consecuencia de políticas que obstaculicen su envió o un menor empleo de mexicanos en Estados Unidos y la posibilidad de que se observen episodios de elevada volatilidad en los mercados financieros internacionales”, refirió.

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