El senador panista Francisco Búrquez Valenzuela presentó una iniciativa para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley del Banco de México (Banxico), con el propósito de castigar penal y administrativamente a los integrantes de la Junta de Gobierno de dicho organismo por incumplir su mandato de evitar la inflación.

“De aprobarse esta reforma, el gobernador y la junta del Banco de México estarán sujetos a perder su empleo, a quedar inhabilitados para el servicio público e incluso si se pasan límites intolerables de inflación, fuertes sanciones económicas y penales”, aseveró.

La propuesta también plantea eliminar la discriminación que hoy impide en la ley a mexicanos capaces, formar parte de la Junta de Gobierno del Banxico, indicó.

El artículo 39 prevé que sólo podrán ser electos como miembros de la Junta de Gobierno aquellos ciudadanos mexicanos por nacimiento, que no cuenten con otra nacionalidad y que sean menores a 65 años cumplidos antes del inicio de su periodo para el que fueron electos, recordó el senador por Sonora.

“El Banco de México necesita a profesionales comprometidos con los bolsillos de las familias y la estabilidad del peso. No debe preocuparnos otras consideraciones como la edad o el lugar de nacimiento de los candidatos, si están verdaderamente comprometidos con ese mandato legal”, dijo.

México, señaló, empieza a revivir la historia de la inflación descontrolada de los incrementos de precio.

“La inflación es el peor robo que el Estado puede cometer contra los mexicanos, y eso lo vivimos por décadas antes del 2000. La inflación es un impuesto oculto que se come sus ahorros, sus salarios y el poder adquisitivo”, afirmó.

En enero registramos una inflación quincenal de 1.51 por ciento, la más alta en 18 años. Este es un semáforo en rojo, no amarillo, subrayó.

México, comentó, ha sufrido en el pasado reciente el descontrol de precios, por lo que en 1994 se tomó la decisión de dar autonomía al Banxico, y se estableció como su objetivo principal el de cuidar el poder adquisitivo de la población.

“Controlar la inflación no es una sugerencia, es la ley y mandato para el Banco de México, el cual debe de cumplir”, aseguró.

Sin embargo, continuó, en los últimos tiempos el Banco de México no ha estado a la altura, vive de su prestigio del pasado.

El gobernador y los subgobernadores del Banxico son pasivos ante la devaluación del peso y al aumento de precios, mientras su fábrica de billetes sigue aumentando sin parar, lamentó.

“Hoy, se anuncia una inflación superior al 5 por ciento para este año, y esto será apenas la punta del iceberg. del 5 se puede ir al 7, al 8 o al 10, y brincar a dos dígitos. Hoy las gasolinas aumentan 20 por ciento en un instante, lo que importamos ya viene con un aumento de hasta 30 por ciento de finales del año pasado a ahorita”, indicó.

Ante un Banco de México que hoy ignora el mandato que por ley le dimos, es hora de poner sanciones severas, es hora de mejorar institucionalmente su conformación, manifestó.

Los castigos, como sanciones penales y multas económicas, serán aplicados cuando la inflación supere el 8 por ciento, advirtió.

"Si la inflación anual es superior a 8 por ciento, la Junta de Gobierno del Banco será destituida y sus miembros quedarán inhabilitados por 15 años para ejercer cargos en el servicio público y en el sistema financiero; serán acreedores a las sanciones administrativas y penales correspondientes", planteó el Vicecoordinador de Política Económica del PAN.

La propuesta fue turnada a las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público y Estudios Legislativos Segunda.

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9 de febrero de 2016

* Versión de de la intervención en tribuna del senador Francisco Búrquez Valenzuela, al presentar una iniciativa para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley del Banco de México

Muy buenas tardes.

Con el permiso de la Presidencia.

Vengo a esta tribuna a presentarles una reforma a la Ley del Banco de México.

México empieza a revivir una historia de terror, la historia de la inflación descontrolada de los incrementos de precio. En enero registramos una inflación quincenal de 1.51 por ciento, la más alta en 18 años. Este es un semáforo en rojo, no amarillo.

La inflación es el peor robo que el Estado puede cometer contra los mexicanos, y eso lo vivimos por décadas antes del 2000.

La inflación es el peor robo, es un impuesto oculto que se come sus ahorros, sus salarios y el poder adquisitivo.

En México sufrimos mucho en nuestro pasado reciente por el descontrol de precios, es por ello que en el 94 tomamos la decisión de dar autonomía al Banco de México, pusimos énfasis en su objetivo, en que su objetivo fuera cuidar el poder adquisitivo del peso; controlar la inflación no es una sugerencia, es la ley y mandato para el Banco de México, el cual debe de cumplir, mandato único.

Sin embargo, en los últimos tiempos el Banco de México no ha estado a la altura, vive de su prestigio del pasado, el gobernador y los subgobernadores de nuestra banca central asisten pasivos a la devaluación del peso y al aumento de precios, mientras su fábrica de billetes sigue aumentando sin parar, 60 por ciento de incremento de masa monetaria.

Tienen razón aquellos que acusan de la mala economía a los altos impuestos y enorme deuda de este gobierno.

Tienen razón quienes culpan de la falta de competitividad a las regulaciones que sufrimos desde el Estado y que tanto dañan nuestra competitividad; pero el papel del Banco de México no es el ser cómplice del gobierno, permitiendo que la economía se siga degradando.

Hoy, hace anuncio una inflación superior al 5 por ciento para este año, y esto será apenas la punta del iceberg, del 5 se puede ir al 7, al 8 o al 10, y brincar a dos dígitos.

Hoy las gasolinas aumentan 20 por ciento en un instante, lo que importamos ya viene con un aumento de hasta 30 por ciento de finales del año pasado a ahorita.

Quien quiera construir su casa tiene que pagar 15 por ciento más de costos de insumos.

Los padres y madres ven como el sueldo que tienen ya no les alcanza.

Quienes con sacrificio ahorran para el futuro, hoy ven como desaparece el fruto de sus esfuerzos.

Las familias sufren, no es justo, hay 50 millones de ahorradores en el Sistema de Ahorro para el Retiro que, están viendo como sus ahorros se degradan.

A grandes males grandes remedios. Ante un Banco de México que hoy ignora el mandato que por ley le dimos, es hora de poner sanciones severas, es hora de mejorar institucionalmente su conformación.

Esta iniciativa busca terminar con la impunidad, no puede salirle gratis devaluar el peso a quienes tienen la obligación de cuidar nuestra moneda.

En definitiva, de aprobarse esta reforma, el gobernador y la junta del Banco de México estarán sujetos a perder su empleo, a quedar inhabilitados para el servicio público e incluso si se pasan límites intolerables de inflación, fuertes sanciones económicas y penales.

La traición que supone expropiar mediante la inflación, la riqueza y los ahorros de los mexicanos, no debe de quedar impune, que no nos tiemble la mano a la hora de meter a prisión a los culpables, es hora de pensar en las familias de México.

Es cuanto, señora Presidenta.

 

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