El Colegio de San Ignacio de Loyola, Vizcaínas es una edificación con una gran  relevancia por su historia e importancia arquitectónica. Pese a ello, actualmente se encuentra descuidada.  Para atender este hecho, el diputado Leobardo Alcalá Padilla, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, presentó en la Comisión Permanente punto de acuerdo por el que se exhorta al jefe de Gobierno del Distrito Federal en coordinación con el director del INAH, a realizar las acciones necesarias a efecto de dignificar el colegio de San Ignacio de Loyola, Vizcaínas, y la zona adyacente al mismo.

El Colegio fue erigido bajo el auspicio de la Cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu, asentada en el prestigiado Convento de San Francisco, El edificio en donde se encuentra el Colegio fue construido con tezontle y cantera en el año de 1771 por el arquitecto Lorenzo Rodríguez, siendo la única institución educativa en México que no ha suspendido sus actividades desde su apertura en 1732.

El inmueble además de ser escenario de eventos sociales, también ha sido testigo de importantes hechos históricos, fue refugio del ejército estadounidense en 1847, durante la invasión a México. La corregidora Josefa Ortiz de Domínguez fue alumna regular del colegio durante 2 años y sus instalaciones fueron afectadas durante la balacera producida con motivo de la Decena Trágica.  Hoy, además de albergar al colegio, es sede del Archivo Histórico “José María Basagoiti del Vizcaínas”, el cual es reconocido como Memoria del Mundo por la UNESCO.

Pese a la importancia que este edificio reviste para la vida cultural e histórica de la Ciudad de México, los alrededores en los que se encuentra dicho inmueble son inseguros para quienes a diario transitan por la zona,  además de la afectación por el vandalismo y falta de cultura cívica, por lo que es preciso contar con un servicio de limpia adecuado, así como vigilancia que permita la conservación y preservación de esta joya arquitectónica patrimonio de la Ciudad de México.

Lo anterior se afirma, toda vez que la fachada del inmueble ha sido dañada con pintura en aerosol, lo que ha afectado los muros de cantera y tezontle. En la plaza ubicada al sur del colegio “se percibe una fetidez insoportable y el mobiliario se encuentra sucio y descuidado”.

Los inmuebles ubicados alrededor del colegio, específicamente en la calle de Aldaco, también han sido vandalizados y la calle adyacente, el callejón de San Ignacio, está cerrada al  paso peatonal y por lo regular se encuentra atestada de basura.

La proposición fue turnada a la Segunda Comisión para su estudio y dictamen.

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