Número 224

  • La ley está encaminada a ordenar el uso del territorio y los asentamientos humanos en el país.
  • Esta legislación ayudará a prevenir riesgos para los habitantes que se encuentran establecidos en asentamientos humanos irregulares.

 

El Senado de República aprobó, con 82 votos a favor y una abstención, el dictamen que expide la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, la cual está orientada a ordenar el uso del territorio y los asentamientos en el país, con pleno respeto a los derechos humanos.

 

Esta legislación contribuirá a prevenir riesgos para los habitantes que se encuentran establecidos en asentamientos irregulares en el país, ya que garantiza una efectiva congruencia en la planeación, crecimiento, mejoramiento, consolidación y conservación de los centros de población y promueve en todo momento la protección y el acceso equitativo a los espacios públicos.

 

Establece para todos los habitantes el acceso a la vivienda, infraestructura, equipamiento y servicios básicos a partir de los derechos reconocidos por la Constitución y tratados internacionales. 

 

También busca impulsar una adecuada accesibilidad que favorezca las relaciones entre las diferentes actividades urbanas; usos de suelo mixtos, compatibles y densidades sustentables, patrón coherente de redes viables primarias y efectiva movilidad urbana, que privilegie las calles completas de transporte público, peatonal, privado y no motorizado

 

En este sentido, crea incentivos para uso de vehículos motorizados de baja o nula contaminación, a través de tasas diferenciadas de impuestos de tenencia que consideren la dimensión o características de ese tipo de vehículos.

 

Se crea el Consejo Nacional de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, el cual será la instancia de carácter consultivo, de conformación plural y de participación ciudadana, convocada por el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), para la consulta, asesoría, seguimiento y evaluación de las políticas nacionales en la materia.

 

Asimismo, se desarrollará la “Estrategia Nacional de Ordenamiento Territorial”, la cual configuraría la dimensión espacial del desarrollo del país en el mediano y largo plazo, así como el marco básico de referencia y congruencia territorial con el Plan Nacional de Desarrollo, los programas sectoriales y regionales del país en la materia y promoverá la utilización racional del territorio y el desarrollo equilibrado del país.

 

Dicha estrategia tendrá una visión con un horizonte a veinte años, podrá ser revisada y en su caso actualizada cada seis años o cuando ocurran cambios profundos que puedan afectar la estructura territorial del país.

 

Al fundamentar el documento, el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial, Francisco de Paula Búrquez Valenzuela, aseguró que el actual modelo urbano es excluyente y afecta a la población más pobre, ya que la expulsa a las periferias de las ciudades y la obliga a construir una vivienda en zonas ilegales o de alto riesgo.

 

Ante ello, dijo que esta Ley representa un modelo urbano democrático e incluyente, que se ajusta al ciudadano, reconozca la diversidad de las ciudades, evolución, capacidad de adaptación y la flexibilidad para responder a las necesidades de las personas.

 

En tanto, la presidenta de la Comisión de Vivienda, María Elena Barrera Tapia, señaló que el crecimiento de las ciudades ha sido exponencial, espontáneo y desordenado, lo que trae como consecuencia que los asentamientos humanos hayan rebasado los límites de las urbes, generando grandes conflictos entre los municipios para otorgarles los servicios básicos.

 

Ante la realidad que vivimos, esta Ley genera el andamiaje suficiente para promover el ordenamiento territorial a nivel nacional, estableciendo las bases para generar ciudades orgánicas, incluyentes, compactas, competitivas, que fomenten una vida digna de los seres humanos, expresó

 

A nombre de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, el senador Juan Carlos Romero Hicks dijo que esta ley se construyó a través de los esfuerzos de todos los legisladores y legisladoras, con un carácter de plena unanimidad.

 

A través de ella se ha buscado el espíritu federalista y el respeto a la autonomía municipal, además de la armonización para entender que “la ciudad es el lugar donde las personas construyen sus sueños, utopías para crear sus realidades inmediatas”, puntualizó.

 

Al hablar a favor del documento, la senadora Angélica Araujo Lara, del Grupo Parlamentario del PRI, aseguró que la nueva Ley ayudará a construir ciudades más incluyentes, resilientes, justas y prósperas, pues propone obligaciones y responsabilidades a los tres órdenes de gobierno que consolidarán metrópolis innovadoras para sus habitantes.

Su compañera de bancada, senadora Lorena Marín Moreno subrayó que se privilegia a las personas, pues les reconoce el derecho de contar con una vivienda digna y mejorar su calidad de vida, a través de una planeación ordenada y sustentable, y contempla mecanismos para evitar asentamientos en zonas de alto riesgo.  

Del Grupo Parlamentario del PAN, el senador Víctor Hermosillo y Celada comentó que se promoverá el orden para el uso del territorio nacional, los asentamientos irregulares y se garantiza el acceso a la vivienda, infraestructura, equipamientos, servicios y una efectiva movilidad urbana.

Su correligionaria, senadora Silvia Garza Galván señaló deficiencias porque, dijo, no contempla mediciones de impacto climático y tiene palabras ambiguas que no generan obligaciones específicas para las autoridades responsables, como la cantidad de zonas verdes que deben existir por determinados metros de construcción.

 

El documento se envió a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales.