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  • El presidente Barack Obama prometió una reforma migratoria; sin embargo es quien más deportaciones ha hecho en la historia de Estados Unidos: senadora Marcela Guerra.
  • Lo único que mueve a Estados Unidos para atender el tema migratorio, son las cuestiones electorales: Jaime Perelló.

La senadora Marcela Guerra Castillo, presidenta de ParlAméricas y de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte del Senado mexicano y legisladores de Centroamérica y la Cuenca del Caribe, coincidieron en señalar que el tema de migración toma importancia en Estados Unidos cuando está presente el asunto electoral.

Durante el panel denominado “Proceso de reforma migratoria en los Estados Unidos de América”, la senadora Guerra Castillo enfatizó que existe un escenario polarizado (en el proceso electoral de Estados Unidos), con posturas adversas, con actores políticos radicales como Donald Trump y, con posturas que quieren llamar la atención de algún sector estadunidense.

Subrayó que es importante recordar que el presidente Barack Obama prometió una reforma migratoria, sin embargo, remarcó, ha sido en la historia de Estados Unidos, el presidente que más deportaciones ha hecho, dos millones a lo largo de su mandato, por lo que cuestionó ¿su discurso es de doble moral o cierto grado de hipocresía?

En este contexto, Guerra Castillo, en el marco del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y Cuenca del Caribe (FOPREL), comentó que la migración es un tema que nos preocupa y ocupa, puesto que la ministración del flujo migratorio ha impuesto una agenda internacional con temas que no se puedan soslayar, posponer, como tampoco evadir.

Señaló que la migración es un tema de actualidad, un problema que debe estar constantemente dentro del debate; y se debe centrar en soluciones con una vista y un rostro humano; además de que el propio Papa se pronunció sobre este asunto en su reciente visita a México.

Carlos Pérez Verdía Canales, subsecretario para América del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), indicó que la migración mexicana hacia Estados Unidos es cambiante, toda vez que en el momento en que se propone la reforma migratoria es uno distinto al visto en otras ocasiones.

Destacó que el ocho por ciento del Producto Interno Bruto estadounidense es aportado por los migrantes mexicanos, quienes, dijo, tienen una tasa de emprendedurismo mayor a la media de la población de Estados Unidos, y de ahí la importancia de proponer una reforma migratoria integral.

Jaime Perelló, presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, aseveró que lo único que mueve al gobierno de los Estados Unidos para atender el tema migratorio, son únicamente las cuestiones electorales, el voto de los latinos; “lo que lo mueve es el poder electoral, el poder del voto, el que sube y baja a los gobernantes”, comentó.

Expuso que en los Estados Unidos los republicanos son cada vez más conservadores y ahora han encontrado a un portavoz que sigue adelante en las encuestas y que ha hecho todo lo posible para denigrar a los migrantes --Donald Trump-- “que es una burla para los Estados Unidos”.

El partido demócrata, dijo, necesita la fuerza electoral de los latinos y los migrantes de Estados Unidos, por lo que consideró que se debe aprovechar ese poder político para mover al Congreso de los Estados Unidos y a la Casa Blanca, para que realmente apruebe una reforma migratoria.

Michael Peyrefitte, presidente de la Cámara de Representantes de Belice, subrayó que el proceso de reforma migratoria de Estados Unidos es importante; sin embargo sostuvo que no existe reforma migratoria alguna porque no les interesa probar ninguna reforma de este tipo.

Coincidió en que la reforma migratoria surge como un tema en tiempos electorales, puesto que si se agregan los 24 millones de mexicanos al resto de los centroamericanos, se puede decir que, conservadoramente, son unos 40 millones de personas que votan y las estadísticas muestran que los latinoamericanos sí sufragan.

“Por tanto, la reforma migratoria surge cuando quieren nuestro voto allá en Estados Unidos; pero una vez que se emiten los votos, ya nadie se acuerda de hablar de reforma migratoria, es decir, se tiene que entender que necesitaremos empujar el proceso desde nuestro extremo, sentarnos a ver la manera de que nosotros como no cubanos podemos tener el derecho de migrar a Estados Unidos”, consideró.

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