Número. 540

  • Avala que el primer viernes de ese mes se celebre a esta habilidad importante para la sociedad.
  • Se busca fomentar entre los jóvenes la palabra, la reflexión y la búsqueda de soluciones para el país.

El Senado de la República aprobó por unanimidad --con 93 votos a favor-- un dictamen para que el Congreso de la Unión declare el primer viernes de marzo de cada año como el “Día Nacional de Oratoria”
Durante la discusión del dictamen estuvo presente Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente del periódico El Universal, medio que ha impulsado la práctica de la oratoria.
Los legisladores explicaron que con esta medida se brinda un reconocimiento a esta importante habilidad y se busca impulsarla en una sociedad que tiene la necesidad de descubrir y poner en práctica nuevos modelos de liderazgo.
Asimismo, para fomentar entre los jóvenes la inquietud por encontrar en la palabra la reflexión, la búsqueda de soluciones y la esperanza para nuestro país.
Destacaron que la oratoria puede ser una herramienta eficaz que se utiliza para propósitos como la información, persuasión, motivación, influencia, traducción o simple entretenimiento; además, es de gran interés para el debate de las ideas y como elemento sustancial de cualquier dinámica democrática.
Al presentar el dictamen a nombre de la Comisión de Gobernación, la senadora Cristina Díaz Salazar afirmó que esta iniciativa llevará a mucha gente a reflexionar sobre temas de la agenda nacional, así como a la construcción de una cultura que nos lleve al diálogo, la paz y al orden.
Destacó que a través de la oratoria quedan plasmados valores esenciales de la humanidad como la igualdad y el respeto a los derechos humanos, con la finalidad de fortalecer el Estado de derecho, la unidad de la sociedad y de construir instituciones sólidas
Por la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, el senador Alejandro Encinas Rodríguez, consideró que urge que en el sistema educativo no sólo se asuma a la oratoria como parte de la formación de niños y jóvenes, sino que recupere la enseñanza del civismo, ética, lectura y comprensión, “que hoy están fuera de los planes y programas” de educación básica y media superior.
“Más aún --expresó--, urgen este tipo de replanteamientos en momentos en el que debate de las ideas ha sido sustituido por la mercadotecnia y por el manejo de la imagen de los candidatos” y las nuevas tecnologías, que además de distorsionar el lenguaje, “reducen la posibilidad de comunicación a 140 caracteres”.
El senador Manuel Bartlett Díaz, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, festejó que el periódico El Universal haya mantenido la tradición de la oratoria mediante el concurso que ha realizado por casi 90 años. Porque, dijo, la palabra es el instrumento de comunicación, con reglas específicas, requerimientos, estudio, análisis, estética y capacidad; y es ejemplo de cómo se deben resolver las diferencias que se tienen que dilucidar en el Pleno del Senado.
Señaló que con la oratoria no sólo se logran acuerdos, sino desacuerdos también, y los legisladores están obligados a denunciar los desacuerdos, porque ello implica que el Senado sea plural. Detalló que la palabra es el elemento fundamental del debate, y éste a su vez arroja conclusiones para realizar la labor política y social que se demanda.
El senador Jorge Aréchiga Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, puntualizó que la declaración de un día nacional de la oratoria tendrá consecuencias en el ámbito literario y político, porque cualquier herramienta que promueva el intercambio de ideas, fortalece la civilidad y la democracia del país.
Comentó que se debe reconocer que la oratoria juega un papel fundamental en el trabajo de los legisladores, porque constituye el vehículo para el debate de los temas de la agenda política y legislativa del Senado de la República.
Del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, el senador Zoé Robledo Aburto señaló que en los países de América Latina la oratoria se convirtió en una herramienta para simular, mentir, y en el menor de los problemas, para aburrir.
No obstante, subrayó, la buena oratoria sigue siendo importante, de ahí, la necesidad de retomarla y desterrar para siempre “el rollo”, la simulación y la mentira; sobre todo, es fundamental recuperar el valor de la palabra en la política.
El senador de Acción Nacional, Javier Corral Jurado, dijo que su grupo parlamentario celebra este dictamen y comentó que la oratoria puede convertirse en convicción y motor sólo cuando encierra un mensaje propositivo para el hombre y la comunidad.
Este decreto, indicó, recupera “esta forma quintaesencial y trascendental que es el diálogo, a través de la comunicación y la palabra”.
La senadora Lilia Merodio Reza, del Partido Revolucionario Institucional, expresó que con la aprobación del dictamen se reconoce, fomenta e impulsa la habilidad de hablar con elocuencia, de convencer y conmover por medio de la palabra, elemento esencial de todo parlamento y eje rector de los trabajos del Congreso de la Unión.
Manifestó que ha sido la palabra y la oratoria las que han impulsado la reflexión y la búsqueda de soluciones en los momentos más difíciles de México y es el medio para que los ciudadanos expresen su pensamiento, ideales e inquietudes.
El senador Marco Antonio Blásquez Salinas, del PT, celebró esta iniciativa del diario El Universal y propuso conmemorar el centenario de este periódico en una sesión solemne.
El documento se envió a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales.

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