Número-651

  • La violencia contra la mujer no debe ser parte de la cotidianeidad, expresan senadoras.
  • Hay que implementar acciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género contra mujeres y niñas, asegurar su acceso a la justicia y la reparación del daño.

Al pronunciarse con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, decretado por la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas hace 21 años, senadoras de diversos partidos manifestaron su compromiso por erradicar la violencia de género en el país.
La senadora Martha Palafox Gutiérrez, del Partido del Trabajo, aseguró que se debe luchar por erradicar la violencia contra la mujer, porque es un patrón que se repite por generaciones y genera retroceso en los valores, identidad, educación y competitividad.
Destacó que este aniversario debe servir para que quienes ejercen violencia contra la mujer reflexionen y les den el lugar que les corresponde, pues en todo el mundo ésta representa el pilar fundamental del desarrollo de la familia, tan deteriorado ahora por la desvinculación familiar.
Las mujeres --argumentó-- hemos sido compañeras en las luchas armada, revoluciones, fábrica, campo, empresa y ahora en la vida política y desarrollo social, razón por la que debemos valorar los derechos humanos que corresponden a todas las mujeres.
La senadora Angélica de la Peña Gómez, del Partido de la Revolución Democrática, enfatizó que las manifestaciones de violencia son tan cotidianas que la sociedad las ha considerado como algo natural. En este contexto, recalcó que el año pasado se registraron tres mil 892 casos de mujeres asesinadas, consideradas feminicidios; de éstos sólo 613 han sido investigados, 1.6 por ciento tienen sentencia, 25 por ciento están en proceso y 24 por ciento en investigación.
El Estado mexicano debe emprender tareas para prevenir, atender, sancionar y erradicar toda forma de violencia de género contra mujeres y niñas, asegurar el acceso pronto y expedito de mujeres a la justicia y reparar el daño, exigiendo plena justicia y sanción a agresores, consideró.
Adicionalmente, dijo que se debe reformar la legislación para armonizarla con la Convención Belém Do Pará, adicionar en la ley la violencia equiparada obstétrica y otras violaciones a derechos sexuales y reproductivos, además del feminicidio, y ponderar como agravante la mortalidad materna evitable, entre otros.
La senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, del Partido Acción Nacional, subrayó la necesidad de considerar medidas adicionales a las implementadas para prevenir el feminicidio, e hizo un llamado para poner fin a todo acto de violencia que represente un daño físico, sexual o psicológico contra la mujer.
Añadió que pesar de la legislación existente la violencia contra la mujer forma parte de la cotidianeidad; la única manera de combatir con efectividad la violencia es atendiendo todas sus formas, pues es un problema social que afecta espacios vitales de hombres y mujeres y se origina del aprendizaje en el hogar, escuela, a través de los medios de comunicación y en la calle.
Indicó que, según un estudio del Observatorio Ciudadano Nacional para el Feminicidio, documentó 613 asesinatos de mujeres entre 2012 y 2013; de estos, 46 por ciento murieron por actos brutales como golpes, heridas, quemaduras o asfixias. Las entidades con mayor número de agresiones son el Estado de México con 73.4 por ciento y el Distrito Federal con 72.1 por ciento.
Del Partido Revolucionario Institucional, la senadora Lucero Saldaña Pérez expuso que a partir de hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se inician 16 días de activismo que concluyen el próximo 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. La propuesta es cómo generar conciencia y promover la acción, a fin de combatir la violencia contra las mujeres, detalló.
La violencia contra las mujeres es una de las caras de la sociedad que muestra que no se ha aprendido que la dignidad y la libertad del ser humano están por encima de todo; su erradicación esperará lo que tarden las nuevas generaciones de mexicanas y mexicanos en adoptar una cultura de respeto a los derechos humanos, añadió.
A siete años de su promulgación, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia no se aplica por completo. Por eso llamó a los legisladores a suscribir la promesa de una vida libre de violencia para las mujeres al portar un listón naranja como símbolo de su solidaridad, y tomar en sus manos el cartel de la campaña impulsada por la ONU #Élporella (#Heforshe), en el que la mitad de la humanidad -los hombres- se compromete con la otra mitad -las mujeres-, para bien de todo el mundo.
La senadora María del Rocío Pineda Gochi, expuso que la LXII Legislatura ha aprobado reformas importantes sobre el tema: se endurecieron las penas contra la trata, se amplió el catálogo de actos de discriminación, se estableció la cuota de género para garantizar derechos políticos de las mujeres, entre otros, con lo que se comprueba que el Senado trabaja en favor del género femenino.
A nombre del PRI hizo un llamado a seguir luchando de manera frontal, para que, desde su competencia, cierren filas en contra de todas las formas de violencia hacia las mujeres; y dijo que con la concientización, perfeccionamiento y fortalecimiento del marco jurídico, se logrará erradicar este flagelo que retrasa el empoderamiento de las mujeres, el goce pleno de sus derechos y la participación activa en la vida pública y política.

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