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~

ElFinanciero

Fecha

llec:cl6n

, 2.02..20, 8 -

'Sobre advertencia

pecto a la prensa? Hoy la califica

de mafiosa (es decir, de

crimi–

nal), ¿qué nos hace creer que

respetará

la

libertad de expre–

sión? Recordemos: a los due–

ños de Grupo Imagen los llamó

"encarnación de la corrupción",

a

Exce1sior

lo tachó de "inmundo

pasquín", al

WallStreetJour-

S

obre advertencia no hay en–

gaño. Por lomenos uno de

los participantes en la con–

tienda electoral no es demócrata.

Utiliza

la

democracia sólo como

unmedio para alcanzar el poder.

Si pierde

las

elecciones es inca–

paz de reconocer los resultados.

Prefiere

minar

la democracia

-como lo hizo en 2006y 2012-

antes de admitir su derrota.

Fundó su propio partido para

evitar el riesgo de que alguien

locontradiga. Impuso reciente–

mente la restricción de criticar

a la dirigencia del partido; es

decir, a

él:

"Queda estrictamente

prohibido que los/las aspirantes

realicen acusaciones públicas

contra el partido y sus órganos

de dirección", dice la Convocato–

ria para cargos de elecciónpopu–

lar

de Morena ("Morena prolu'be

a sus candidatos criticar",

El Uni–

versal,

28.Nov.l7) .

Lo

grave es que estos claros

reflejos autocráticos de su líder

no parecen provocar rechazo

ni en su fuilirancia gruesa ni

en los académicos que abra–

zan su causa. Cualquier desliz

de su candidato es justificado

mediante todo tipo de piruetas

intelectuales cada vez más ba–

rrocas. Puede sumar a su causa

a Lino Korrodi, aRené Beja-

.

~

UER ES

PO~ER

_ ·-. :

f

Fernando

GarcíaRamírez

O @Femandogr

"Por lo menos uno

de los participantes

en la contienda

electoral no es

demócrata"

rano, a Manuel BartlecGJl Elba

Esther Gordillo sin es dalo

de sus seguidores, que aducen

pragmatismo para poder seguir

tragando sapos muy tranqui–

los. Cuando la pepena parece

haber tocado fondo, su eterno

candidato los sorprende con

la

postulaciónde un futbolista o un

cantante del grupo Ganbaldi. Si

su líder les impone una alianza

con partidos homofóbicos e into–

lerantes no importa, sus segui–

dores bajan la cabeza y asienten

(con la sola excepción de Elena

Poniatowska, que exhibió en un

acto un letrerito, pero continuó

brindándole su apoyo.)

Es

el

único acto de dignidad del que

se tenga registro entre los adhe–

rentes de Morena.

Son cada vez más recurrentes

los embates de LópezObrador

al PoderLegislativo y al Poder

Judicial ("maiceados", les dice)

sin que entre los suyos, ni en la

sociedad en general, se prendan

las alarmas.

No queremos llamar a

las

cosas

por su nombre. Dictador se le

llama

a aquel gobernante que su–

peditao suprime los poderes que

ejercen de contrapeso a suauto–

ridad.

ta

democracia parece es–

tar viviendo sus horas más bajas.

El autócrata no sólo subordina

los poderes (aduciendo siempre

que lo hace en favor del pueblo),

sino que detesta la crítica. Uno

de los primeros impulsos de un

gobierno dictatorial es acallar

a

la

prensa. Con ingenuidad su

militancia boba lo defiende: no

persiguió periodistas durante

su gestión en el DF. No lo hizo

entonces porque le habría difi–

cultado su acceso al PQder.

(La

táctica viene de

Lenin:

utilizar

la democracia para llegar al po–

der y una-vez instalado en

él,

destruirla.)

Por eso conviene recordar

ahora lo que Luis González de

Alba relató en 2006: "Un ejem–

plo de ultraderecha real, em–

briagada por el triunfo seguro, lo

ofreció Jorge FernándezMenén–

dez en

Excélsior:

72 horas antes

de las elecciones presidenciales,

un alto mando del equipo de

AMLO se presentó ante un di–

rector de medios para indicarle

cuáles de sus colaboradores de–

bían ser despedidos. Jorge Fer–

nández, concedió el mensajero

de AMLO, merecía una segunda

oportunidad de reformarse, así

dictaba la benevolencia del Ló–

pezObrador

triunfante.Ya

había

una protoGestapo en acción días

antes de la victoria del indes–

tructible.

El Peje

y sus paniagua–

dos... antes de ganarya daban

órdenes a direcrores de diarios

y les pasaban listas negras de

periodistas proscritos"

(Milenio,

23.0ct.2006).

¿De llegar al poder, cuál sería

la actitud de López Obrador res-

nal

de "calumniador", a Ricardo

Alemán de "ponzoñoso", a los

peri~distas

de

Refonna

"zopi–

lotes" y "voceros de la prensa

inmunda", a José Cárdenas

tam–

bién lo llamó "calumniador", a

Aristegui, "mirona profesional",

aEl

Universal,

"un

pasquín del

régimen", al programa

En

punto

conducido por DeniseMaerker,

"prensa alquilada", al

Refonna,

"prensa

fifi

y deshonesta", etcé–

tera.

La

lista de insultos a quien

no piensa como él es igual de

extensa.

Lo

último: luego de

haber calificado a Jesús Silva–

Herzogy a Enrique Krauze de

conservadores que simulaban

serliPerales, López Obrador in–

tentó una disculpa para tratar de

corregir su error. Aunque por ser

una de las primeras veces en su

vida que practica la autocrítica,

el resultado fue algo peculiar.

Dice que lo dijo porque "de vez

en cuando es necesario llamar a

las cosas por su nombre". Algo

así como "me disculpo con esos

miserables por haberles dicho

miserables".

Para que una democracia

funcione se necesita que haya

demócratas. No lo ha sido López

Obrador, según se desprende de

sus palabras y actitudes. Pensar

que una vez que renga los

instru–

mentos del poder (incluyendo el

monopolio de la violencia), va

a transformarse súbitamenteen

un demócrata es conceder de–

masiado. Sólo sus fieles pueden

creer ensemejante milagro.

La

mayoría de la sociedad

-es

decir,

el 70o/o que no lo apoya- debe en–

cender las alarmas y democráti–

camente oponerse a quien quiere

imponer suverdad yque sólo se

escuche una sola voz, la suya.